Casas con escudo
Antes era frecuente que algunas casas y sobre todo los palacios, tuvieran un escudo que representaba los blasones de la familia dueña de los mismos. Estos escudos permitían la identificación de los linajes y a veces relataban de forma sencilla hechos protagonizados por los titulares, claro que no siempre estaban exentos de fantasía al explicar el origen de su apellido.
El escudo de una familia no siempre se mantiene igual, desde que se diseña el primero los demás pueden ir variando con la sucesión de descendientes. Este es el caso del escudo del apellido Miranda para el que existen unos diez diferentes.
Veamos dos de estos escudos que se encuentran en el Palacio de Valdecarzana. El de los Miranda en la fachada que da a la calle San Juan y el de los Miranda y Ponce de León en la fachada que da a la calle Sanz y Forés.
Ambos tienen en común una orla formada por dos serpientes con sus cabezas y colas cruzadas, cinco bustos de doncella y cinco veneras. Sobre el de Miranda figura la corona del Marquesado de Valdecarzana. Y mientras que en el de Miranda los bustos y las veneras ocupan todo el centro, en el de Miranda y Ponce de León ocupan la mitad dejando la otra mitad a un león.
Tanto para explicar el origen de las serpientes en estos escudos, como para los bustos y veneras, existen leyendas que creo que es curioso conocer y como hay distintas versiones, voy a decidirme por una.
Cuentan que el primer señor de Miranda paseando un día por el bosque se encontró al pie de una fuente con una Xana (1) y como era tan bella se enamoró perdidamente y le propuso matrimonio. Aceptó ella con una condición, que nunca la observara mientras se bañaba en determinados días del año. Ciego de amor el aceptó y durante un tiempo fueron felices, sobre todo cuando nacieron sus hijos, un niño y una niña.
Pero la curiosidad, que es mala consejera, le hizo olvidar la promesa y un día decidió observa a su mujer mientras se bañaba comprobando con horror que su mujer, aquella mujer tan bella, nada más entrar en el agua se convertía en una enorme serpiente. Sorprendida la mujer al ver que su marido la estaba observando, cogió a sus hijos e intentó huir, pero al llegar al río el hijo le cayó de los brazos y sólo pudo desaparecer con la hija, ambas se hundieron en el río y no se las volvió a ver jamás. Gracias a que el hijo se salvó el linaje de los Miranda pudo continuar.
La explicación para los bustos de las doncellas y las veneras es la siguiente. Por aquellos tiempos existía un tributo por el cual a cada cierto tiempo había que entregar una cantidad de doncellas a los moros para poder garantizar la paz, tema que ya conté en este artículo.
Pues bien, iban las cinco doncellas cautivas de los moros cuando se toparon con el señor de Miranda que regresaba de una peregrinación a Santiago, como no estaba de acuerdo con ese tributo, se enfrentó a los moros luchando fieramente y matándolos pudo dejar libres a las doncellas.
¿Realidad, fantasía? no lo sabremos nunca pero al menos nos sirvió para pasar un momento entretenido.
(1) Xana, ninfa de la mitología asturiana que habita en las fuentes y los ríos.
21 Comments:
Realidad o fantasía, las leyendas son para mantenerlas y continuar contándolas a los que vienen detrás. Muy curiosa la explicación de las serpientes. Abrazos
Muy interesante tu entrada de hoy, Leodegundia. Las leyendas tienen siempre un perfil mágico entre realidad y ficción, algo atractivo que casi siempre resulta imposible, pero que de alguna forma desvela el secreto de aquello que se cuenta. Y es misterio, porque al no ser historia, nunca sabremos hasta qué punto responde o no a la verdad. Lo cierto es que lo he pasado muy bien leyéndote y de eso es de lo que se trata.
Un abrazo
Muy curiosos los dos escudos y también las leyendas. Y otra cosa que siempre me llama la atención es que muchas de vuestras leyendas y tradiciones están relacionadas con las victorias de los asturianos sobre los árabes.
Me gustan las leyendas ya que se observa la manera de pensar de aquel entonces. Con los escudos me estoy armando un pequeño lío, ya que me sitúo en las calles que nos indicas y veo uno de ellos sin embargo al dar la vuelta al palacio, por delante me encuentro en la plaza Alfonso II el Casto, allí observo la estatua la Regenta, pero veo otro escudo distinto que es este.
Me imagino que me habré armado un barullo con las calles.
Ligia – A mi me encantan las leyendas que explican cualquier hecho aunque se que la mayor parte, sino toda, sea fantasía.
Francisco Espada – Todos sabemos que las leyendas suelen tener poco de realidad pero así y todo no dejan de tener su encanto y sirven a veces para adornar un poco lo que puede ser una triste realidad.
Senior Citizen – Es lógico, no olvides que una parte de nuestra historia se refiere a la reconquista y en ella los árabes eran nuestro enemigo y quizás por aquellas épocas fue cuando mas leyendas se inventaban y se transmitían mezclando seres mitológicos y reales hasta que casi parecían todos verdaderos. Pero no creas, en no todas las leyendas los asturianos salíamos victoriosos, pero ya sabes como son estas cosas, en cuanto se puede se apalea al enemigo aunque sea sólo a través de una leyenda o un cuento.
Unjubilado – Te ayudaré a situarte. Efectivamente el de la foto es el palacio de Valdecarzana. El escudo que tiene en la fachada es el de los Heredia que fueron los nuevos dueños del palacio. Si te sitúas frente al palacio, o sea, mirando esa foto, a la izquierda está la calle San Juan y en esa fachada es en donde está el escudo de los Miranda y a la derecha está la calle Sanz y Forés y en esa fachada es en donde está el escudo de los Miranda y Ponce de León. ¿Te aclaraste ahora?
No sé dónde leí que toda leyenda tiene un punto de realidad.
En esta creo más lo de la liberación de las doncellas que lo de la serpiente.
Cada cual crea lo que quiera y todos disfrutemos leyendo y soñando leyendas.
Abrazos
Ahora me he aclarado, y es que en esta calle casi no se ve el escudo, está difuminado como si hubieran querido taparlo.
Gracias
Lo más sorprendente y triste de la mitología es que los pobres ofidios siempre han pagado con sus vidas la ignorancia humana. Todas las imágenes de maldad tienen forma de serpiente. Que triste.
Muy bonita la versión mitológica, por lo menos, la serpiente no acaba apaleada.
Saludos.
Es una entrada muy interesante, me ha gustado mucho. Conocía algo al respeto pero muy poco, así que te doy las gracias. Un fuerte abrazo y feliz Domingo.
Son dos leyendas peculiares que encumbran e idealizan el linaje de los Miranda hasta convertir a la familia en mitológica: Descendientes de una serpiente, símbolo del poder y la regeneración, animal bíblico, astuto y zalamero a conveniencia y entroncado con la mujer, aspecto que muy bien hubiera servido al Miranda de la leyenda para deshacerse de su mujer e hija, reconvertir e la pobre esposa en mujer-serpiente y quedar como un pobre viudo cuyo hijo y heredero sería temido por sus paisanos -¿quién se atrevería a contradecir o enfrentarse con el portador de la sangre de una serpiente?-. No es de extrañar que los Miranda se regodearan en su escudo con el reptil de marras.
...y, obviamente, con esa genética, no es de extrañar que el MIranda de la segunda leyenda se llevara por delante a cuanto moro se le pusiera en la punta de la espada.
Que la familia tenía como orgullo sus supuestos -y hoy risibles- orígenes lo prueban esos escudos que siguen desafiando la realidad y el tiempo.
TriniReina – Es posible que en el fondo, y algunas muy, muy en el fondo, tengan algo de real, pero hay que reconocer que se les suele echar mucha fantasía.
Bueno, lo de la serpiente es de todo increíble ya que parte de una Xana que sólo es un ser mitológico.
Unjubilado – El escudo de los Miranda y Ponce de León lo que no se es porque es de ese color gris que parece que no pega nada con la piedra de la fachada lateral de la casa.
Javier 16 – Tienes razón, en la mitología no hay serpiente buena y menos mal que en esta historia se larga sin sufrir daños aparentes.
Pepe Lasala Pues no creas, yo tardé en encontrar la explicación a esos dos escudos.
Una mirada – Supongo que todo aquél que se adjudica un escudo será para encumbrar su apellido y estoy segura de que lo adornarán todo lo que puedan aunque tengan que echar mano de la mitología. En cuanto a la leyenda del rescate de las doncellas y cargarse a los moros por aquí es lago que se ve muy normal pues como ya dije, ellos eran nuestros enemigos mas odiados. Por alguna razón, esa parte de la historia de Asturias es la que mas prevalece en la memoria de la gente del lugar.
En Aragón también hay muchas leyendas de moros -y moras- que, como grandes perdedores, fueron objeto de historias donde los cristianos eran los grandes héroes. Pero son tantos los restos -arquitecturas exquisitas y toponimias que no dejan dudas de su origen- de su presencia que no cuesta mucho conocer que había más armonía y cultura en las cortes hispanoárabes que en las hispanocristianas.
Una mirada - Por aquí los moros no se puede decir que dejaran ningún recuerdo digno de mención, quizás es que estuvieron poco tiempo, no se si porque no se les recibió bien o porque ni el clima ni la orografía les fueron muy propicios.
Por eso Miranda viene de mirar, supongo.
Interesante historia de los escudos de armas de esta familia, y mas aun el que mezcla los dos apellidos.
Fantasia de la edad media, y quizas alguna sierpe de verdad que fue embellecida en las letras le dieron vida a la piedra.
P/D. Si no te anda el programa, te lo mando por mail! don't worry.
Salamandra - A saber.
Alyx Faderland - En estos temas la fantasía siempre está presente aunque en el fondo pueda existir un punto de realidad.
Gracias, pero el problema de mi ordenador ya está arreglado.
Estuve hace ya tiempo en una exposición en la que se explicaba muy bien la simbología de los escudos, por qué son redondos o cuadrados, por qué están divididos en dos o en cuatro partes, etc. Me pareció muy interesante.
Tawaki - No hay duda de que debe de ser muy interesante conocer todos esos datos.
Quizás los astures se precipitaron mandándolos a plantar huesos de dátiles en otra parte, porque los árabes de Al-Andalus eran excelentes arquitectos y jardineros.
Una mirada - Es cierto, no les dimos mucho tiempo a los árabes para que nos demostraran sus habilidades y por su parte creo que tampoco pusieron ellos mucho interés porque ni el clima ni tanta montaña les debieron de gustar demasiado, a parte del mal carácter de los astures que no llevaban bien ser invadidos.
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