Capacidad de sorprenderse

Un amigo me dijo hace poco: “no dejes de sorprenderte con lo que veas, leas u oigas, porque lo contrario sería que te vuelves demasiado mayor y ya no te maravillas por nada”. Esta frase me hizo pensar y llegué a la conclusión de que a pesar de los años transcurridos desde que nací hasta hoy, que son unos cuantos, no me volví demasiado mayor ya que todavía me maravillo con algunas cosas buenas y bellas con las que tropiezo en la vida pero también, a veces, esa acción de maravillar se convierte en otra acción esta vez de sorpresa por hechos incomprensibles para mi y que no tienen nada que ver ni con la bondad ni con la belleza, si no todo lo contrario.

Digo esto porque a pesar de que ya se que el egoísmo y la maldad humana suelen ser grandes, todavía me sorprenden noticias como la que dio la periodista Rosa María Calaf, a la que seguro todos conocéis, que recientemente visitó Oviedo para dar una conferencia en el Club de Prensa Asturiana de La Nueva España, periódico que yo leo todos los días, de ahí que me haya enterado de sus declaraciones. Lo que me impactó muchísimo es la referencia que hizo a una creencia que existe en Camboya y que es la siguiente: “Violar a una niña de cinco años da buena suerte en los negocios”. El título en si ya es suficiente como para maravillar o en este caso mejor utilizar alguno de los sinónimos de esta palabra, como desconcertar, pasmar, aturdir… por el egoísmo y la maldad que se encierra en ese titular.

Y si el titular me dejó aturdida la continuación de la noticia mucho más ya que esa creencia es algo que se suele poner en práctica y si malo es violar a una niña, no es mejor la vida que le espera luego. Estas niñas que son compradas por 40 euros para ser violadas, luego son revendidas a los burdeles donde tienen que trabajar como criadas hasta los diez años para luego pasar a ejercer la prostitución. Es tan grande esta maldad que no puedo comprenderla y mucho menos perdonarla.

Y unida a la maldad del trato que se les da a estas niñas, está el gran egoísmo de los que practican esta creencia porque no les importa destrozar la vida de alguien con tal de tener buena suerte en los negocios, eso suponiendo que la creencia fuera verdad, o sea que lo hacen “para por si acaso” y “para por si acaso” no les importa nada hundir a unas niñas en el pozo más oscuro que arruinará sus vidas.

Ante cosas como esta no creo que haya edad suficiente como para perder la capacidad de asombro, un asombro causado por actos negativos, se que mejor sería maravillarse con cosas buenas y bellas, pero la vida es así y si vivir es sentir tendremos que apechugar tanto con lo bueno como con lo malo.