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martes, septiembre 25, 2007

Amores desdichados

Jean Vignaud (1775-1826)


El amor, ese sentimiento tan codiciado por todos, no siempre da la felicidad. Unas veces por no ser correspondido, otras porque se confunde ese sentimiento con otro que no es amor y otras veces porque las personas que rodean a los enamorados se sienten autorizadas para decirles si ese amor es o no conveniente, llegando incluso no sólo a decirlo si no a conspirar para que ese amor no llegue a fructificar.

Desde que el género humano puebla la tierra los amores desdichados no faltan, no importa la época, la cultura, ni el lugar, siempre hay quien sufre por causa del amor. Quizás una de las historias más representativas nos llega desde la Edad Media y se trata de la ocurrida a Abelardo y Eloisa.

Abelardo era un joven estudioso de dialéctica que viajaba buscando maestros de los que poder aprender y sobre todo oponentes con los que pudiera practicar su dialéctica. Su gran inteligencia y facilidad de palabra hizo que su fama se extendiera, por lo que decidió que sus pasos deberían de dirigirse a París que era el centro filosófico más importante de la época.

Allí conoció a Fulberto, Canónigo de la catedral de París que le encomendó la educación de su sobrina Eloisa, mujer bella y culta y de la que no tardó en enamorarse y aquí empezó el problema pues en lugar de hacer las cosas bien siguiendo las normas establecidas, en su ardor amoroso tuvieron relaciones de las que ella quedó embarazada y ya se sabe, un embarazo no se puede esconder. Cuando Fulberto se enteró le pidió a Abelardo que reparara su falta casándose con ella pero aunque Abelardo estaba de acuerdo, fue Eloisa la que se negó en un principio por miedo a perjudicar la carrera de su amado, pero luego cede y se casan en secreto.

Pero Fulberto que no sentía ninguna simpatía por Abelardo, intentó mermar su fama al difundir lo que había pasado a pesar de que Eloisa lo negaba todo y en vista de que Fulberto no cedía, ella rompió con su familia e ingresó en un convento que era una de las salidas que había en la época para este tipo de problemas.

Entonces el enfado y resentimiento de Fulberto hacia Abelardo, al que consideraba culpable de todo lo que estaba pasando, no se quedó en criticarlo y murmurar a sus espaldas, decidió tomarse la justicia por su mano y gracias al soborno logró que un criado de Abelardo le abriera la puerta de su casa, subió a sus aposentos en compañía de sus servidores y le mutiló, cortándole lo que todo el mundo sabe que se corta en estos casos, para que no pudiera volver a repetir su hazaña.

Claro que la justicia les salió un poco cara pues dos de los agresores fueron capturados y corrieron la misma suerte de mutilación y además como “premio añadido” la pérdida de los ojos. Fulberto salió mejor parado pues sólo lo desterraron de París y le confiscaron sus bienes pero su cuerpo quedó intacto.

Este trágico hecho motivó que Abelardo, una vez curadas sus heridas, se convirtiera en fraile mientras que Eloisa profesaba como monja. La relación entre los dos quedó rota ya que nunca más volvieron a verse, siendo las cartas el único contacto entre ambos.

Cartas de las que pongo aquí un fragmento.

Carta de Eloisa a Abelardo:

Mi bien amado, el azar acaba de hacer pasar entre mis manos la carta de consuelo que escribiste a un amigo. Reconocí enseguida, por la letra, que era tuya. Me lancé sobre ella y la devoré con todo el ardor de mi ternura: puesto que he perdido la presencia corporal de aquel que la había escrito, al menos las palabras reanimarían un poco su imagen, en mí.

Y los recuerdos han vuelto a mí: esta carta, en cada línea, me abruma de hiel y de amargura, trazando la historia lamentable de nuestra conversión y los tormentos a los que sin cesar has sido sometido, tú, mi único.
…………………………………..

Carta de Abelardo a Eloisa:
……………………………………
“Si tú me amas verdaderamente, comprenderás mi preocupación. Aún más, si tú alimentas una esperanza sincera en la misericordia divina hacia mí, desearías más ardientemente aún verme liberado de las tristezas de esta vida, que son intolerables.

Tú no ignoras: aquel que me libre de esta existencia me salvará de peores tormentos. No sé que penas me aguardan después de la muerte, pero conozco muy bien a que escaparé muriendo. El fin de una vida desgraciada es siempre dulce. Quien comparte verdaderamente la angustia del otro y participa en su corazón de ella, desea que llegue a su fin.
…………………………………

Y yo me pregunto, ¿no sería mejor que cada uno decida su vida sin interferencias de nadie?. Si tú sabes que un familiar tuyo o un amigo elige lo que tu consideras una pareja inapropiada, creo que es tu obligación decírselo explicándole el por qué, pero una vez dicho no se debe de insistir, hay que dejar a la persona que sea ella misma la que decida lo que tiene que hacer, si le sale bien, el mérito será suyo y si le sale mal pagará las consecuencias.

Lo de insistir en meterse en los amores de los demás me trae el recuerdo de un refrán africano que leí una vez y que creo que dice una gran verdad:

“Deja amar al que ama porque, si tú le dices que deje de amar a lo que ama, él seguirá amando a lo que ama y a ti te odiará”.

NOTA: Si alguien quiere leer las cartas completas puede hacerlo en el libro titulado “Cartas de Abelardo y Heloísa” de Carme Riera.

37 Comments:

Blogger Ligia said...

Hola, Leo: Siempre viene bien refrescar estas historias.La verdad es que cuando interfieren otras personas en una historia de dos, se puede echar a perder, como es el caso. Me gueda la incógnita de saber en qué quedó el embarazo...
Un abrazo. Ligia

septiembre 25, 2007 9:13 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Livaex - Al parecer, no se si es verdad, Eloisa no sentía mucho afecto por su hijo que le es entregado a una hermana suya. Luego por influencias de otro tío del niño, siguió la carrera eclesiástica. Te digo lo que leí, pero no lo pude comprobar.

septiembre 25, 2007 9:49 a. m.  
Blogger A.M. said...

La verdad, esta historia representa la vida actual de muchas personas. Se dice que la historia nos sirve para ver los errores de nuestros antepasados, y así no volver a repetirlos, pero aún así el hombre no solo cae una, dos y tres veces en la misma piedra sino que comete los mismos errores infinitas veces. Puesto que hoy en día la gente sigue metiéndose en la vida amorosa de los demás con y sin motivo, y deberían de tener clara una cosa, que la familia nos viene impuesta desde que nacemos (la verdad muy contenta de la que me ha tocado), pero los amigos y la pareja los elegimos nosotros, y así debe de ser. Si la gente dejara muchas veces vivir tranquila al resto conseguirían ser ellos más felices y que los demás también lo fueran. Reconozco que un buen consejo a tiempo es muy útil, ¡Claro que sí!, pero también si queremos madurar interiormente debemos nosotros mismos cometer nuestros propios errores sino, ¿Cómo vamos a saber qué es lo que queremos en la vida, si hacemos caso de lo que nos dicen los demás?
Personalmente yo soy de esas personas que escucho los consejos de los demás, eso siempre,puesto que creo que es bueno tener otros puntos de vista diferentes al de uno mismo, pero luego yo hago lo yo quiero, primero porque es mi vida y segundo porque si cometo un error prefiero mil veces equivocarme por tomar la decisión equivocada, que por seguir un consejo. Seré una cabezota, pero creo que es la mejor forma de madurar (¡¡Uffff, y lo que me queda!!!).

A lo mejor si Abelardo y Eloisa lucharan por su amor serían felices o no, pero por lo menos no se llevarían a cuestas la duda de lo que pudo ser y no fue.

Un abrazo linda!

septiembre 25, 2007 11:02 a. m.  
Blogger Azusa said...

Buff, yo soy al revés siempre intento meterme pero al revés, o sea, celestineando, pero intento no hacerlo, de verdad... jajajaja

septiembre 25, 2007 12:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

(...)Penetra en ese templo y oye ruido
De gorgeos, idilios y ternuras;
Pero al través de sombras muy oscuras
Divisa á la perfidia y al olvido;

Escucha entre el gemido de la brisa
El « Tú también !» de César espirante;
Y mira en un convento muy distante
Las cartas de Abelardo y Eloísa;

Otro nuevo dolor el alma lleva
Y pretende subir ; mas siente el frío
Del que toca á sus plantas el vacío
Cuando á oscuras camina en una cueva.(...)

MEDITANDO Fragmento de FEDERICO RIVAS FRADE.
Saludos

septiembre 25, 2007 1:29 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una vez más, las historias de amor se repiten en el tiempo, se cometen los mismos errores, es que no aprendemos nunca !!!!
Me encantó el post a pesar de la pena que dejan traslucir las cartas entre ambos.
Cuanto más trágica es la historia de amor, más bella, más poética :-(.
Hay más belleza en la tristeza, siempre me pregunté porqué...

Un abrazo sin dramas ;-)

septiembre 25, 2007 3:35 p. m.  
Blogger Unknown said...

El amor, fuerza que hace maravillas!.

Un bso

septiembre 25, 2007 5:25 p. m.  
Blogger Isabel Barceló Chico said...

Desde luego, la tendencia de los familiares a entrometerse en estos asuntos es muy fuerte. No hay que olvidar, para comprenderlo mejor, que el prestigio de la familia también estaba en juego, los matrimonios han sido desde siempre una forma de unir familias, crear alianzas y prestigiarse mutuamente. Así que el control social sobre los matrimonios ha sido muy grande, y en ese contrato no ha tenido importancia la existencia o no de amor, hasta hace unos poquitos años. Muy interesante tu post, querida amiga. Besos.

septiembre 25, 2007 8:40 p. m.  
Blogger Azul said...

Las cartas de amor siempre inspiran, refrescan y ayudan a poner en perspectiva algunas otras más recientes.

Un abrazo Leo, con cariño.

septiembre 26, 2007 12:48 a. m.  
Blogger Trini Reina said...

Estoy totalmente de acuerdo contigo. En el amor nadie debe intervenir, sólo dos que se aman. Por experiencia sé que más se ama lo que nos prohiben que lo que nos recomiendan.

Me pregunto: qué fue del bebé?
Que triste historia. Y lo que más me molesta es que Fulberto saliera tan bien parado...


Besos Leo

septiembre 26, 2007 8:40 a. m.  
Blogger Briseida said...

Aunque hoy no se llegue a los extremos de aquella época, todos conocemos alguna historia que ahora, en pleno Siglo XXI, repite el mismo espíritu de interceptar unas relaciones que disgustan a los progenitores.
Es de una razonable prudencia tu planteamiento: intentar abrir los ojos al que sufre el "amor ciego" y confiar en que reflexione y reaccione adecuadamente (lo cual es bastante improbable), y tener presente que nada importa sino la felicidad.

Un abrazo, Leodegundia

septiembre 26, 2007 9:09 a. m.  
Blogger Charles de Batz said...

Lo dejas todo tan bien dicho y con la delicadeza que requiere el tema, que me quedo, después de leerte, con poca necesidad de añadir algo.

Pero como se trata de una historia de amor con mayúsculas, y me gusta siempre que puedo aportar algo, te contaré una anécdota referida ellos que conocí este verano en París.

Cuando se abrió en 1804 el cementerio de Pere Lachaise, nadie quería ser enterrado allá: el lugar estaba muy lejos del centro de la ciudad, y sus habitantes estaban acostumbrados a ser enterrados en el interior de las iglesias o en fosas próximas a ellas.

Hay que entender que durante el siglo XVIII, las principales monarquias europeas habían ido regulando el modo de enterrar a los difuntos, sacándolos del interior de las iglesias -donde muchas veces a resultas de ello hedia de manera insoportable y se transmitían enfermedades-, para llevarlos a los nuevos cementerios. (Perdona la pedanteria, pero por ejemplo en España se empezó a hacer desde una Real Cédula de3 de abril de 1787).

El caso es que como para 1817 nadie apenas había mostrado interés por cambiar sus costubres en París, y Pere Lachaise seguía casi vacio, al gobierno de Luis XVIII no se le ocurrió mejor cosa que trasladar a él los restos de famosos personajes, tales como Moliere, La Fontaine y... Abelardo y Eloísa.

No estaba allá para verlo, pero en vista de los resultados, para mí que la idea tuvo éxito y muchos amantes que lo fueron en vida, quisieron seguir sus pasos mas allá emulando a estos que siempre serán uno de los más claros símbolos del triunfo del amor. Y como prueba de ello, no hace falta otra cosa que visitar el lugar.

Salud y perdón por el rollo.

septiembre 26, 2007 11:44 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Más allá de una ser una conmovedora y trágica historia de amor, probablemente la historia real fuera más rica que toda la leyenda. Sin duda, la compasión frente a la injusticia sufrida por Abelardo y la lealtad de Eloísa se ha convertido en símbolo del amor y la entrega. Destacaría que a pesar de la diferencia de edad y los escasos márgenes de educación que entonces tenían las mujeres, Eloisa me sorprende por su “independencia”, es ella quien insiste en no casarse "No quería que ninguna atadura matrimonial mediara entre nosotros, para estar segura de que sería sólo el cariño lo que a su lado me retendría". En realidad es una historia de respeto y sabiduría, no de subordinación sino de complementareidad...¿No es eso el amor?

Un besín

septiembre 26, 2007 12:11 p. m.  
Blogger @Intimä said...

Triste.
En el amor a veces ni mandamos nosotros, así que mira tú cuantos problemas si hay terceros de por medio.
Un besito Leo.

septiembre 26, 2007 5:02 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Las relaciones amorosas son complicadas y sumamente
personales e íntimas, yo creo que ni en la E.M. ni en la actualidad con
el libertinaje que existe, podemos definir el amor. "Es un secreto tan
bien guardado que el que lo vive no lo cuenta y el que no lo vive
tampoco, porque cuenta mentiras". Creo que es una frase del ilustre
biólogo español D Gregorio Marañón. Y me voy por las ramas.
El comportamiento de Abelardo insigne filósofo, músico, escritor fue con
relación a las exigencias de la época, perfecto, edificante e ideal
después de haber seducido a Eloisa, sobrina de Fulberto y llegado el
arrepentimiento. Aún queriéndose escogieron el camino de la religiosidad.
Fulberto incauto y aun amigo de Abelardo, le dio a Eloisa, mujer
inteligente y hermosa, como pupila para que cuidara de su educación
filosófica. y ella cuidó bien cuidada. En una carta dirigida a su amigo
dice:"entregó la corderilla al lobo carnicero y se la abandonó sin
defensa alguna. Confiómela para instruirla... ...y la conseguí con más
facilidad que con súplicas y demandas, de lejos no hubiera alcanzado nunca".
"El misterio del amor es más profundo que el misterio de la muerte." Wilde.

septiembre 26, 2007 7:05 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Iris – Escribes: “Se dice que la historia nos sirve para ver los errores de nuestros antepasados, y así no volver a repetirlos”. Es cierto que eso se dice, pero para ser más exactos, habría que cambiar el verbo y en lugar de “nos sirve” poner “nos debería de servir”. Está claro que no somos capaces de aprender nada de la Historia, así que repetiremos una y otra vez los errores.
Como dije en el texto, soy partidaria de avisar a un familiar o a un amigo el porqué su pareja no me parece la correcta, sobre todo cuando pudieran existir problemas graves, pero una vez dado el aviso ya nada más puedo hacer.

Azusa – Jaja, ¿así que vas de celestina?, pues ten cuidado que como la cosa salga mal seguro te harán responsable.

Unjubildado – Muy buena tu aportación y este es un buen consejo:

Penetra en ese templo y oye ruido
De gorgeos, idilios y ternuras;
Pero al través de sombras muy oscuras
Divisa á la perfidia y al olvido;


O lo que es lo mismo: Cuidadín, cuidadín.

Fusa – Yo tampoco entiendo como gusta más y mueve más el corazón de la gente el dolor y la pena que las alegrías, ¿por qué nos gustan tanto las tragedias con lo bello que es reír? y ¿por qué el amor que se supone que tiene que dar la felicidad produce tantas lágrimas?. :-) Creo que son misterios que se quedarán sin resolver.

Fiore – No se que te diga, a veces hace maravillas y otras grandes tragedias.

Isabel Romana – Tienes mucha razón en lo que dices, el entorno, el prestigio, el dinero, el poder…. siempre tuvo mucho que ver en los matrimonios, quizás por eso luego el amor sale tan mal parado. En las historias que tú cuentas queda muy bien reflejado.

Azul – Las cartas de amor siempre atraen pues en ellas se escriben sentimientos profundos, pero ¿cuánto hay de verdad en ellas?, los sentimientos allí reflejados ¿son reales o sólo bellas y huecas palabras?. Desgraciadamente en cuestiones de amor se miente mucho.

Trini – Como le dije a Livaex que también se interesó por el niño, al parecer, no se si es verdad, Eloisa no sentía mucho afecto por su hijo que le es entregado a una hermana suya. Luego por influencias de otro tío del niño, siguió la carrera eclesiástica.
En relación a Fulberto tienes razón, la broma le salió demasiado barata, a quien les salió cara fue a los zoquetes que le hicieron el trabajo sucio.

Almena – Por supuesto que hoy en día la gente se sigue metiendo en donde no le llaman y no creo que la cosa cambie aunque se diga lo contrario. Conozco a una persona que no calla y se mete en todo y que según ella ya no vuelve a opinar y su frase más original es: “Entonces me callé y fui y le dije……”
Jaja, no tenemos arreglo.

Charles de Batz – Lo primero, no vuelvas a decir que no tienes nada que añadir al tema porque tus aportaciones a cualquier tema propuesto siempre son muy valiosas y lo segundo no pidas perdón por “el rollo” porque es interesantísimo.
Sabía que estaban enterrados en el cementero de Père Lachaise pero no conocía toda la historia que cuentas, como tampoco el dato de que en España hicieran ese traslado desde la Real Cédula de 3 de abril de 1787. Te agradezco todos estos datos como seguro lo harán los que visitan mi casa pues es una buena forma de aprender más cosas.

Marian – La leyenda, creo yo, es una versión un tanto abreviada de la historia real y tal vez con alguna floritura inventada, pero las cartas están ahí para quien quiera leerlas. El caso de Eloísa, mujer culta y con ideas propias y fuerte carácter no era tan infrecuente como podría pensarse, lo que sucede es que al final la Historia que estaba escrita por los hombres, las solía esconder todo lo que podía.
El amor creo que es más dar que recibir y a veces ama más quien más da o quien más renuncia.

Darilea – Es cierto, el amor puede tanto que suele ser el que toma las decisiones muchas veces y deja a la cabeza fuera de combate.

Licinia – Por supuesto que las relaciones amorosas son complicadas, pero ¿no lo son todas las relaciones personales aunque no sean amorosas?. Somos tan complicados que lo liamos todo y lo que podría ser algo hermoso y placentero acabamos por convertirlo en tragedia y motivo de disgusto.
Muy buena la frase final de tu comentario:
“El misterio del amor es más profundo que el misterio de la muerte." Wilde.”

septiembre 26, 2007 8:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Las historias de dos, deben ser siempre de dos. Y ya.

septiembre 26, 2007 10:02 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Diego - :-)) Contundente y claro, lo difícil es que los demás hagan caso.

septiembre 27, 2007 12:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Que hay Leo?...Es una lástima que haya veces que el amor no triumfa...pero bueno a veces la vida es así, auqneu hay que tomársela con la energía que se desprende del Blog que recomiendas (el de Raquel), a la que no he podido dejar comentario al no tener cuenta Blogger.
Un beso muy fuerte
Ah por cierto, nunca encontrarás mi puerta cerrada...si acaso entreabierta...tú empuja y entra que siempre eres bienvenida

septiembre 27, 2007 4:03 p. m.  
Blogger carlitos said...

Leo tienes mucha razón al final con el refrán africano. Ese tipo de amor solo se da entre dos personas que deciden el rumbo. Lo malo es cuando las circunstancias no son tan favorecedoras. :(

septiembre 27, 2007 7:21 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Que buen posteo, la verdad muy original. He leido mucho sobre gente que habla del amor y me intereso mucha la perspectiva desde que la tratas.
Creo que a veces el amor duele, pero es peor si hay terceros que se meten a opinar, por algo dice el dicho que "las parejas son de a dos" ni de a uno ni de a tres.. de a dos!!!
Un saludo

septiembre 28, 2007 1:04 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Adrià Urpí - Tienes razón, la vida hay que tomársela con mucha energía para ir afrontando los problemas de los que, los relacionados con el amor no son los peores que se puedan presentar.
:-) A veces un poquitín cerrada cuando te vas por esos mundos en tus estupendos viajes.

Carlitos - En el amor no siempre salen las cosas como uno quiere, pero eso no debe de ser motivo para cerrar definitivamente el corazón.

Marieazul - El amor es quizás uno de los temas de los que más se habla aunque al final no se llegue a ningún sitio, pero si, el amor es cosa de dos así que sobran las interferencias.

septiembre 28, 2007 8:24 a. m.  
Blogger Toupeira said...

Gracias por tu visita. Pasare por aquí otro día con más tiempo.

septiembre 28, 2007 12:52 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Toupeiro - Pasa cuando quieras.

septiembre 29, 2007 8:30 a. m.  
Blogger Derain said...

Mal miramientos y demases cortes de amores en vuelo, son una triste realidad que lamentablemente siguen dándose, sepa Quién hasta cuando.
Excelente historia, ya se hechaba de menos tu estilo Leo.
Saludos.

septiembre 29, 2007 10:15 p. m.  
Blogger Derain said...

Ah! Muy bueno el aporte del joven Charles. Aunque dicho sea mil veces, cada día se aprende algo nuevo.
Saludillos finales. ;)

septiembre 29, 2007 10:17 p. m.  
Blogger Martín Palma Melena said...

Hola, Leo

Después de mucho tiempo te visito. Nos has narrado de forma muy amena la historia de Abelardo y Eloísa. Algo conocía la historia, pero me has refrescado la memoría...

Saludos

septiembre 30, 2007 3:50 a. m.  
Blogger Alyxandria Faderland said...

No, no me he ido, solo que no ando bien de salud.... nada mas. de modo que solo mantengo por esta semana uno de mis blogs en activo de los 3 que hay actualmente.
En cuanto al amor... quien fue que dijo que puede elevarte a las alturas o coronarte de espinas y clavarte en su cruz?

septiembre 30, 2007 6:40 a. m.  
Blogger Chela said...

A excepción de que se sea menor de edad, yo creo que hoy la gente no se mete como antes con las decisiones de la pareja.

Desdeluego si se trata de personas adultas hoy normalmene las parejas no dejean que nadie se entrometa en sus decisiones y hacen bien.Y si no, como tu dices, puedes (o debes, si eres padre o madre)dar un parecer o consejo; si no eres familia, unicamente opinar si te lo piden.

Ya se han vivido muchos años de terribles condicionantes.Yo ahora, a mi alrededor observo que no los hay.

Bueno, que triunfe siempre el amor, es lo que deseo para todos.

Un cariñoso saludo.

octubre 01, 2007 12:19 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Estos no fueron proclamados santos?

octubre 01, 2007 1:25 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Derain – Los aportes de Charles siempre son muy interesantes.
El meterse en la vida de los demás es algo que sigue de plena actualidad, por desgracia.

Martín - :-)) Bueno como habrás visto la cuento a mi manera, en realidad pretendo más que dar a conocer toda la historia, que es muy conocida, hacer ver que no se debe de inmiscuir nadie en las vidas de los demás pues por regla general lo lían todo y las consecuencias pueden ser graves.

Lady Zurikat – Siento que no andes bien de salud, creí que te habías ido de vacaciones.
Si, con el amor no hay término medio o lloras desconsoladamente o estás todo el día en una nube.

Chela – Una cosa es que los enamorados no hagan caso de lo que se les dice y otra muy distinta es que no se les diga. Aún hoy en día la posición social y el que dirán pesa bastante en las familias, así que todos se creen con derecho a opinar y algunos hacen más que eso, intrigan para romper lo que ellos consideran un amor no conveniente.

Osset – No tengo ni idea, pero a mi entender no me parece que merecieran ese título ¿no crees?.

octubre 01, 2007 10:53 p. m.  
Blogger Azusa said...

Ya me ha pasado lo de ir de Celestina y que salga mal, y comerme el marrón resultante, por supuesto... pero me lo merecía por metiche...

octubre 03, 2007 3:39 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Azusa - :-)) Veo que aprendiste la lección, en esto del amor ajeno mejor no meterse porque si sale bien ni se acuerdan de tí y si sale mal te lo echarán en cara todo la vida.

octubre 03, 2007 7:11 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

En una relación de 2 el tercero, sobra.
Saludos,
Demry

octubre 05, 2007 9:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Demry - Así debería de ser, pero hay demasiada gente entrometida.

octubre 07, 2007 12:08 p. m.  
Blogger Antonio J. Muñoz said...

El amor es ciego y a veces, aunque un familiar o amigo te advierta, es difícil que se abran los ojos.

Coincido con tu opinión de dar consejo de forma imparcial y sin interferencia de ningún otro tipo y ese dicho africano, ¡que cierto que es!

octubre 12, 2007 8:44 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Antonio J. Muñoz - Ese dicho africano, creo que es uno de los que mejor explican lo que puede pasar cuando uno se mete en temas amorosos ajenos.

octubre 13, 2007 6:52 a. m.  

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