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sábado, junio 21, 2008

De los presuntos jardines de la igualdad… de las presuntas prisiones de la lingüística

Últimamente parece que los eufemismos y las cuestiones semánticas se han puesto de moda. Y en estas consideraciones, agotamos energías y recursos porque los problemas de fondo, no se resuelven con salidas semánticas. La igualdad no se consigue con palabras, si no con hechos. Más que innovar, convirtiendo el lenguaje en el arte de decir una cosa y hacer lo que se tercie a las circunstancias, en los casos de desigualdad y discriminación habría que aplicar la ley, no el Diccionario de la Real Academia. Es absurdo que nos disputemos campos semánticos, cuando el problema no es una simple cuestión de formas (que también son importantes) si no de fondo, de simple sentido común. Por lo tanto sobran los discursos floreados, el intento de cambiar la gramática, las canciones protesta y demás algaradas.

Sobre esta manía que tanto se lleva ahora de buscar el femenino a toda palabra que cae a la mano, lo mejor es consultar el Diccionario panhispánico de dudas, que entre otras muchas cosas dice así:

Uso del masculino en referencia a seres de ambos sexos.

2.1 En los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical no solo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase, esto es, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos.

Ejemplo: Los hombres prehistóricos se vestían con pieles de animales.
En mi barrio hay muchos gatos, (de la referencia no quedan excluidas ni las mujeres prehistóricas ni las gatas).

Esta es la forma lingüística de expresarse correctamente, pero hay políticos que queriendo agradar a algún sector y empleando innecesariamente palabras de más, deciden por su cuenta y razón hacer modificaciones empleando sin necesidad alguna el femenino y masculino sin importarles un pimiento que en los colectivos mixtos se emplea el masculino y esto no significa que se quiera menospreciar al sexo femenino.

El gobierno actual está empeñado en congraciarse con las mujeres y para ello decide entre otras cosas emplear la paridad, tantos hombres, tantas mujeres a la hora de elegir ministros o la hora de formar las listas electorales, cosa que en el fondo no tiene por que ser buena porque lo que le importa al ciudadano de a pie es que los ministros estén preparados para atender bien su ministerio y no cual sea su sexo.

Otro error que veo es eso de “la discriminación positiva”. Si se pretende luchar contra la discriminación que durante tanto tiempo sufrieron las mujeres, no se puede pasar ahora a hacer una discriminación contra los hombres para beneficiarlas a ellas. Lo que tiene que existir es igualdad en derechos y obligaciones para ambos.

Y ahora el gobierno se descuelga con otra perla, la creación de un ministerio específico que pomposamente llama Ministerio de Igualdad que describe en la página de la Moncloa de esta manera:

Corresponde al Ministerio de Igualdad la propuesta y ejecución de las políticas del Gobierno en materia de igualdad, lucha contra toda clase de discriminación y contra la violencia de género. Le corresponde, en particular, la elaboración y el desarrollo de las actuaciones y medidas dirigidas a asegurar la igualdad de trato y de oportunidades en todos los ámbitos, especialmente entre mujeres y hombres, y el fomento de la participación social y política de las mujeres.

Desde mi punto de vista, no es necesario este Ministerio porque todo lo que en él se pretende se puede llevar a cabo, sin más gastos para los españoles, desde cualquiera de los demás ministerios ya existentes para que trabajo, derechos laborales como mismo sueldo a igual trabajo, derecho a la sanidad, amparo de la justicia, igualdad de oportunidades y derechos sociales, etc. sean iguales para todos y ahorrarse las tonterías de buscar el femenino de todas las palabras existentes y algunas nuevas y si se quiere que la justicia actúe como debe de ser en relación al maltrato de la mujer buscar soluciones justas y no como esa “orden de alejamiento” que está demostrado que no vale para nada porque ¿cómo alguien con dos dedos de frente se va a creer que una persona que incumple la ley al maltratar a una mujer va a cumplir la orden de alejarse de esa mujer?.

Además todo este lío de emplear el masculino y femenino a discreción lleva a errores en los mismos que lo promueven. En la página de La Moncloa por ejemplo se puede leer:

MINISTROS Y MINISTRAS y allí se encuentran las fotos de ambos y justo debajo CONSEJO DE MINISTROS, ¿quiere esto decir que al Consejo sólo asisten los ministros y no las ministras?, pues no, sencillamente que como especifica la Real Academia de la Lengua en el colectivo ministros figuran los de ambos sexos y si esto vale para referirse al consejo, también vale para todo lo demás.

Así que dejémonos de florituras y procuremos usar el lenguaje y sus reglas lo mejor posible sin querer modificarlo para emplearlo como reclamo político. La situación de la mujer en nuestro país desgraciadamente no alcanzó todavía la igualdad con el hombre, pero esa igualdad no se va a conseguir con juegos de palabras sino haciendo cumplir la Constitución que dice que todos somos iguales.

28 Comments:

Anonymous Anónimo said...

en el apunte sobre gramática, completamente de acuerdo, leodegundia, al cien por cien

en lo de las medidas políticas, algo menos de acuerdo, pero en lo otro dices lo mismo que vengo yo diciendo (no solo yo por supuesto) desde siempre

beso

santi

junio 21, 2008 9:52 p. m.  
Blogger Ligia said...

Lo de la Ministra no tiene nombre. Yo creo que la ignorancia es tanto mayor cuanto más ganas de caer bien a un colectivo que necesita, como bien dices, de otras medidas adecuadas para que algún día, no sé si lo veremos, la palabra igualdad no tenga que existir porque sea una realidad. Un abrazo

junio 21, 2008 10:01 p. m.  
Blogger Azusa said...

No podría estar más de acuerdo contigo... Parece que se centran en tonterías para que olvidemos lo que de verdad hay que cambiar y mejorar...
Incluso yo tenía entendido (que no sé si será cierto) que el uso del género masculino para designar un conjunto de ambos sexos se deriva del género neutro en el latín (o eso me explicaba mi profesor del mismo en el instituto) y no del masculino de esa lengua. La evolución hizo que la "o" en castellano se quedara para el masculino, pero no siempre procedía de ahí, sino también del género neutro. Si no es cierto, reclámenle a mi antiguo profesor de Latín ;P

junio 21, 2008 10:38 p. m.  
Blogger Antonia de Oñate said...

Este asunto es espinoso porque no se ocupa exclusivamente del lenguaje. Ojalá fuera una disputa puramente académica, con sus comunicaciones científicas y sus discusiones filológicas. El lenguaje no es una entidad pura, platónica. Así queda patente en la cola inmensa que ha traído la metedura de zanca de nuestra ministra.

Siento poco aprecio por los experimentos sociológicos, y como soy una positivista convencida, dudo mucho de la condición revolucionaria del lenguaje. .

Me habría gustado haber visto reacciones tan furibundas contra el Rato que hablaba de “workflows” como contra la ministra de las “miembras”. Claro está, que a Rato se le tomaba muy en serio porque gasta ropa de sastrería londinense y dice cosas incomprensibles en inglés. Es un ejemplo como otros muchos. Los”workflows” están de perlas, oiga. Ni destrozan el castellano, ni son un barbarismo innecesario. Hasta suenan bien en boca de este señor tan listo que dice “workflows” porque su boca no puede ensuciarse con el término equivalente en español, no sea que le entendamos.

Forzar los idiomas para adaptarlos a nuestros gustos es ridículo. Ahora bien, si nos ponemos puristas, lo hacemos en serio. No vale enarbolar el DRAE contra “las miembras” y salir corriendo con el rabo entre las piernas ante el “workflow”.

Si no establezco esa salvedad, reviento. Y no lo digo por ti, ni por tus puntos de vista, con los que estoy de acuerdo.Es que últimamente al castellano le han salido unos novios que no creo que lleguen a ser buenos maridos.

junio 21, 2008 11:40 p. m.  
Blogger Cani said...

Comparto casi todo lo que dices, el tema gramatical me parece, desde mi ignorancia, absurdo y me da pena, aun el jueves asisti a una conferencia de Paz Menendez Sebastian, letrada del Tribunal Supremo y profesora de Derecho del Trabajo,sobre la Ley de Igualdad, que el avance tan enorme que se ha echo en ese campo se vea oscurecido por una cuestion de semantica que no aporta nada.
Un abrazo

junio 22, 2008 3:00 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Amor – No se exactamente cuales son esas medidas políticas con las que no estás de acuerdo porque no las especificas, pero es que yo parto de la base de que si se quiere igualdad no hay que hacer diferencias, basta con aplicar las leyes existentes y si alguna no es correcta, modificarla.

Ligia – La ministra metió la pata, pero el problema no es sólo suyo. Creo que no es necesario meterse en los grandes gastos que un nuevo ministerio conlleva para resolver un problema que se puede hacer desde los ya existentes y emplear ese dinero en algo realmente necesario. Además creo que lo primero sería que todas las mujeres se mentalizaran de esa igualdad que tanto se implora y después exigir, y digo exigir, que se cumpla la ley o se modifique si está mal.

Azusa – :-) No te podría asegurar que lo que dices del latín sea cierto porque de latín ando pelín corta, pero creo que lo que no tenemos que hacer es buscarle tres pies al gato, o lo que es lo mismo, no perdamos el tiempo en tonterías que no benefician para nada a las mujeres y “exigir” esa igualdad en todos los terrenos porque por ejemplo: ¿por qué a estas alturas todavía existe eso de a igual trabajo menos sueldo para las mujeres?, esa equiparación salarial si le reportaría a las mujeres un beneficio y no que se pronuncie el masculino y femenino por separado en lugar de utilizar el masculino para colectivos. Y esto como te digo es sólo un ejemplo.

Mado – Veamos, creo que o no me expresé bien o tú no entendiste de todo el mensaje. Intentaré explicarme con más claridad:
En el tema que pones de Rato estoy totalmente de acuerdo, porque como dije siempre nuestro lenguaje es lo suficientemente rico y variado para no tener que utilizar palabras extranjeras que además la mayoría de la gente no entendemos. El problema en este caso no es ese si no el intentar, a partir del lenguaje “hacer creer” que se lucha por la igualdad de la mujer y creo que no es eso lo que hay que hacer pues decir “todos y todas” no soluciona nada, las mujeres maltratadas o las que cobran menos lo que quieren es justicia y eso no se logra con convertir palabras de género masculino en femenino y para conseguir esta igualdad hay que utilizar las mismas leyes que para los hombres y los mismos ministerios porque si no se está produciendo otra desigualdad que no nos lleva a ninguna parte.
No se si logré explicarme mejor, si no es así, dímelo porque creo que este tema es espinoso y tratarlo en diferido no es fácil.

Cani – El problema, creo yo, es que se pierde la visión de lo importante al encubrirlo tras una discusión vana que no lleva a ningún sitio, o si, a dividir más a la opinión pública perdiendo un tiempo precioso que se podría emplear en solucionar realmente el problema de la desigualdad.

junio 22, 2008 6:27 a. m.  
Blogger Alyxandria Faderland said...

aunque a veces el diccionario es machista, no hay duda; la cosa es no serlo o peor aun, discriminatorio en los hechos que es peor.
Te escribo en breve!

junio 22, 2008 7:36 a. m.  
Blogger Chela said...

En primer lugar, gracias por tu visita y por los ánimos que me has dado.

¡Espléndido post y muy bien documentado y argumentado!

Yo soy de las que abogo por la igualdad, pero, como tu dices, desde la aplicación de la Constitución y de los Derechos Universales, Civiles,
Políticos, Sociales... Es verdad que nos perdemos, mejor dicho se pierden, en las formas, en el detalle superfluo...

¡Mira que esa última estupidez de la palabra "miembra"...!

Antes que hombre o mujer somos PERSONA (ese ha sido siempre mi lema) y en ese sentido tenemos mucho en COMÚN.

Un abrazo muy fuerte. Y repito ¡un estupendo post!

junio 22, 2008 12:10 p. m.  
Blogger Trini Reina said...

A mi no me incomoda tanto el hecho de haber cometido tal estropicio contra el lenguaje, sino el no bajarse del burro y, para tapar su memez dialéctica tratar de que acepten una palabra inexistente, en el diccionario.

En fin, que ha sido la gota de humor en unos días difíciles para el país.

Otras cosas son las que importa a las mujeres y hombres en lo concerniente a la igualdad, a ver si esta señora ministra enmienda lo de la palabreja con soluciones coherentes y firmes.

Besos

junio 22, 2008 8:08 p. m.  
Blogger Recursos para tu blog - Ferip - said...

Plap..plap..plap!!! (Aplausos)
Acá lo que menos usa son eufemismos, nuestra excelentisima presidentA.
Y lo que responden los verborrágicos de turno es tan ofensivo para el género que sea.
Más que perder tiempo en el cómo se dice...debieran ahondar en el qué se dice, sin contradicciones y con una intención de verdadera construcción nacional.

Ya ves...estamos muy sensibles.
No queremos más perdida de tiempo y vuelo de divisas!!!!

Un abrazo y gracias por tu planteo!

junio 23, 2008 3:41 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

La señora “miembra”, ministra de igualdad ha puesto en la balanza (instrumento que sirve para pesar)... perdón yo también reivindico mis derechos que es masculino... ha puesto en el balanzo...
- Jubi, no te aclaras con las letras.
Claro, o será Clara?, que de vaca a vaco (De la RAE: 1. m. coloq. buey (‖ macho vacuno)), la diferencia está en el miembro.
¡¡Huy!! que lío.
Saludos

junio 23, 2008 8:11 a. m.  
Blogger Fran said...

Aplausos. Estoy de acuerdo en todo y admirada me tienes de lo bien que escribes. No a mucho tardar pondré una referencia de esta entrada en mi blog (si me lo permites). Yo agradecería que toda mujer que vale tenga todas las posibilidades de llegar al más alto puesto en igualdad de condiciones que el hombre. Pero por la ley de paridad lo que tengo es verguenza como mujer porque por aupar a igual número de mújeres que de hombres al final nos colocan a cualquiera para hacer el ridículo. Podría darse que hubiera más mujeres que valen y entonces pasaría al contrario nos pondrían a algún cenutrio en detrimento de una mujer que valiera más. Pero lo que queremos es igualdad en posibilidades y reconocimiento.

junio 23, 2008 12:51 p. m.  
Blogger Mityu said...

Hipocresía, ineficacia, incompetencia... el sentido común, la formación mínima exigible... ah... ¿Quién eligirá los perfiles de las lumbreras?
Saludos, Leodegundia. Buena semana :)

junio 23, 2008 1:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

!Contra que títula le has dado a la artícula¡ o ¿está mal dicho?. No le doy más importancia que el ridículo que ha hecho la minitra en el mundo entero. Las feministas hoy por hoy tienen otros problemas de mayor embergadura que si la palabra ha de ser femenina o masculina. Debíamos preocuparnos más por la invasión de extranjerismos que estos si es verdad que acaban con el castellano y con los que hemos estudiado francés. ¡Con lo bonito que es nuestro idioma!. Te has lucido en tu exposición.Pero solo la introducción nos lleva a la prehistoria, es un tema sumamente interesante. Besos A-nónima

junio 23, 2008 4:20 p. m.  
Blogger Pedro J. Sabalete Gil said...

Fíjate, no me molestó el uso de miembras. El otro día en una conversación quería emplear el término vigía pero no me salía y recurrí a sustituirlo por "avistador". Nadie se libra de maltratar nuestro bello idioma pero lo que me molestó sobremanera fue la huida hacia delante de la ministra, el intentar introducir un término que es en sí un dislate.

Voy a por Zaragoza.

Saludos.

junio 23, 2008 7:23 p. m.  
Blogger Maca said...

Estoy de acuerdo contigo,las cosas se demuestran con hechos no sólo con palabras. A ALGUNOS NO LES VENDRIAN MAL UNAS CLASES DE GRAMATICA.
Vamos a tener que ampliar el diccionario con tanta "palabreja" nueva,Saludos.

junio 23, 2008 9:04 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

A mi me parece ridículo y hasta me produce verguenza ajena, una "señora" de cordoba que ha promovido una plataforma de mujeres europeas contra el lenguaje machista tiene bastante culpa, dijo entre otas lindezas que el idioma español provenía del latín y que el latín era un lenguaje machista, buff que horror de señora. Javi

junio 23, 2008 11:01 p. m.  
Blogger ABRAHAM LÓPEZ MORENO said...

En agradecimiento a tus fieles visitas y amables comentarios, durante este primer año de vida de “Panorámica Cazorlense”, blog de Cazorla y su bella Sierra, es para mi un honor y una prueba de amistad, el concederte simbólicamente la “Medalla de Oro de la Ciudad de Cazorla”. Podrás recoger este premio en dicho blog.
Un abrazo.

junio 24, 2008 9:01 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Querida Leo, quiero aclarar el final de mi comentarío.Yo que soy la dueña me resulta fuerte, me imagino que tu puedas encontrarle otro sentido.
Quería decir aque has hecho una exposición maravillosa, pero me ha faltado ponerle muchas exclamaciones. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡te has lucido en la exposición,una maravilla!!!!!!!!!!!!!!!!!
A-nónima

junio 24, 2008 3:41 p. m.  
Blogger Sofía Campo Diví said...

También se dice médicos y médicas y sin embargo solo tenemos un "Colegio de Médicos", que no tiene que ver con igualdades ni desigualdades de sexos. Por otra parte ¿no hay embajadores y embajadoras?¿abogados y abogadas?Pues es lo mismo, la sociedad evoluciona y el lengiaje también, pero el caso es que no lo saquemos de quicio. Un saludo

junio 24, 2008 7:53 p. m.  
Blogger Isabel Barceló Chico said...

Hoy no coincido contigo tanto como en otras ocasiones con otros temas. Las leyes están para todos, eso es cierto, pero luego la realidad es muy tozuda, y así seguimos teniendo a mujeres que cobran menos que los hombres por el mismo trabajo, mujeres que, en igualdad de condiciones, son despedidas antes que un hombre, mujeres que son despedidas por quedarse embarazadas, etc. Si partiéramos de una base de absoluta igualdad legal y social, seguramente podría coincidir con tus planteamientos. Puesto que venimos de una discriminación secular, me parece que hace falta tomar medidas activas fuertes a fin de modificar esa situación. Un besote, querida amiga.

junio 24, 2008 11:00 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Lady Zurikat – Yo no creo que el diccionario sea machista, más bien me parece que últimamente se sacan las cosas de quicio.

Chela – Exactamente Chela, si queremos que exista la igualdad, tenemos que partir de las mismas leyes, los mismos derechos y las mismas obligaciones y si se empieza por crear ministerios aparte lo que se está haciendo es aumentar esa desigualdad.
En cuanto a esta manía de querer decir las palabras utilizando el género femenino pienso que es una tontería que no lleva a ninguna parte y una pérdida de tiempo que no conseguirá arreglar los verdaderos problemas.

Trini – El problema no es tanto que la palabra no exista en el diccionario si no que demuestra que no conoce las reglas del idioma y por lo que le oí hoy sigue diciendo ciudadanos y ciudadanas cuando en el colectivo “ciudadanos” van incluidas las ciudadanas y en ello no hay ganas de faltar a las mujeres.

Ferípula – La lucha de las mujeres por la igualdad de derechos se arrastra desde hace demasiados años y lo que es increíble es que llegados al siglo XXI todavía sigan existiendo y ¿sabes por qué? pues porque la mayor parte de las veces se pierde el tiempo en estas tonterías que no solucionan nada y que sólo engañan y satisfacen a unas pocas mujeres que con ello ya se sienten satisfechas.

Unjubilado - :-) Lo de la balanza y el balanzo sería discutible, pero ¿te imaginas cuando se hable de los miembros del cuerpo humano?, las piernas serían miembras y los brazos miembros ¿no?.

Fran – Mira, lo de la paridad siempre digo que es un error porque lo que importa es lo que la persona elegida tenga en la cabeza que es donde se supone que está la inteligencia y no lo que tenga de cintura para abajo que no tiene más importancia que en trabajos muy específicos que no es precisamente el de ministro.

Mityu – Me temo que cuando se eligen los que van a ocupar estos puestos desgraciadamente no se miden por su inteligencia si no por conveniencia política para hacer creer al pueblo que el tema de las mujeres les preocupa mucho, pero si fuera así ya podían haber conseguido que no hubiera diferencia en los sueldos entre hombre y mujeres a igual trabajo y esto es sólo un ejemplo.

Anónimo . Pues si lo que creo que le escuché hoy a la ministra es verdad, lo de miembro y miembra no es nada, pero para poder referirme a ello tengo que escucharla otra vez ya que no quisiera equivocarme.

Goathemala – El problema ya no es en si el que quiera sacar palabras de género femenino donde no las hay, lo triste y preocupante es que se pierda el tiempo en estas tonterías y no se resuelvan los verdaderos problemas.

Maca – Con el diccionario que tenemos es más que suficiente si lo empleamos bien, lo que tienen que hacer es resolver los problemas de una vez por todas y eso se puede hacer desde los ministerios ya existentes sin meterse a gastar más dinero del necesario que las arcas no están para despilfarros.

Javi – Las plataformas de mujeres deberían de unirse para luchar por lo importante y no por bobadas, me da rabia tener que reconocerlo, pero creo que los peores enemigos de las mujeres son las propias mujeres que teniendo en su mano algo tan valioso como es el voto (somos mayoría) no lo ejercen para obligar al gobierno (sea del partido que sea) a modificar las leyes que están mal y nos perjudican o a hacer unas nuevas que sean justas.

Abraham López Moreno – Te doy las gracias por ese premio que recogeré gustosa.

Anónimo – Gracias, pero este artículo es sólo mi visión del tema. Tema complicado por otra parte.

Sofi – Exacto, el idioma se va modificando pero hay que hacerlo con sensatez y no de forma caprichosa haciendo creer además que eso va en beneficio de las mujeres.

Isabel romana – Sabes que en mi casa se puede no estar de acuerdo pues así se intercambian ideas que nos pueden llevar a aclarar más los temas.
Pero déjame aclararte que si las leyes son igual para todos y en la práctica no es así, lo que hay que hacer es luchar por esa igualdad, pero si somos nosotras mismas las que hacemos diferencias nunca conseguiremos esa igualdad. En el caso del trabajo, existe un ministerio para este tema que es el que tiene que obligar a su cumplimiento, en el caso de la justicia igual, entonces, ¿por qué crear otro ministerio sólo para las mujeres?, si tanto deseamos la igualdad ¿por qué hacer diferencias?, lo que tenemos que hacer las mujeres es sencillamente “exigir” esa igualdad y no conformarnos con discurso bonitos, promesas que no se van a cumplir y modificación del lenguaje. Como le dije a Javi, las mujeres tenemos en nuestra mano una baza importante que es el voto que tantos años se tardó en conseguir y con él podemos obligar a los gobiernos a modificar esta situación de desigualdad que a estas alturas no es normal.

junio 25, 2008 9:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

En tanto y en cuanto la lengua constituye uno de los vehículos más importantes en la socialización y transmisión de cultura y valores, no creo que sea nada gratuito el hecho de que también la igualdad pase por su modificación.
Por otro lado, el lenguaje es algo dinámico y vivo que cambia continuamente y no sé porque levanta tantas ampollas el cambio en las palabraas y en las normas máxime cuando de un modo u otro siempre lo está haciendo. Por ejemplo yo aprendí que oscuro se escribía obscuro. Se suprimió la "b" y nadie que yo sepa se rasgó las vestiduras. Es un hecho que nuestra lengua contiene elementos sexistas que, por otro lado, se van suprimiendo también. ¿Por qué tanta alharaca porque se proponga una nueva concepción y normativa en torno a género y a las reglas del plural? Pienso que cuanto tantas ampollas levanta el que se introduzcan nuevas palabras cómo "miembra" u otras no es tanto por el hecho de cambio de normas como por otras cosas más profundas que si tienen que ver con la igualdad y el sexismo en nuestra cultura y en nuestra lengua.
En mi opinión, las posiciones conservadoras se dan por todas partes, no sólo en política, y cuando se trata de cambiar, mucho más.
Y en este caso, estoy absolutamente de acuerdo con las posiciones de la ministra de igualdad y estoy de acuerdo también, por la importancia que ello tiene, en que se rastree el sexismo en el lenguaje y se propongan los cambios que sean oportunos. Porque la lengua no es un instrumento de socialización, comunicación y transmisión de valores neutro.
Un abrazo
Hannah

junio 26, 2008 9:45 a. m.  
Blogger Tawaki said...

Estoy de acuerdo con cada uno de tus párrafos y pienso además que has cubierto todos los puntos de vista.

Sólo me queda añadir que la verdadera igualdad la conseguiremos las personas de la calle, con nuestro esfuerzo y con nuestro interés. Y ello, a pesar de las trabas que políticos y otros retrógrados nos vayan poniendo por el camino.

Lo de la discriminación positiva me costó a el que me rebajaran la nota de mi examen de ética empresarial, pero nunca he creído que un error se corrija con otro.

Un abrazo.

junio 27, 2008 12:40 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Hannah – Es cierto que el lenguaje es dinámico y admite modificaciones, pero estas se deben de producir con mesura y con seriedad y no por capricho de unas pocas personas a las que precisamente el lenguaje les importa un rábano y lo único que pretenden con ello es complacer y hacer creer a otras de que están trabajando muchísimo por sus intereses mientras dejan de lado las soluciones a los problemas que son verdaderamente importantes.

En cuanto al ejemplo que pones de la palabra "obscuro" nada tiene que ver con el tema porque con su modificación no se intentó complacer a ningún colectivo, así que ese ejemplo no me parece válido en el tema de hoy.

Estás muy equivocada si crees que las personas a las que esos cambios fuera de lugar no nos gustan somos sexistas ni conservadoras, yo deseo la igualdad tanto o más que la puedas desear tú, pero no me ciega la pasión tanto como para no ver que la igualdad no radica en cambiar a las palabras de género, ni mucho menos en hacer discriminaciones positivas, ni en partir de leyes o ministerios diferentes a los que rigen para los hombres porque entonces las que estamos marcando las diferencias somos las propias mujeres. Si se quiere la igualdad hay que partir de las mismas bases y si no se hace así, nunca llegará esa tan ansiada igualdad.

Créeme que en mi trabajo sufrí discriminaciones y por eso se lo que es verdaderamente importante y lo que no lo es y por eso no me conformo con tonterías que no llevan a ninguna parte.

Tawaki – Es cierto que la igualdad la tendremos que conseguir los de a pie, pero para ello es necesario ser conscientes de lo que es importante y de lo que sólo es palabrería y sobre todo, como le digo a Hannah partir de las mismas bases que rigen para los hombres porque si no nunca existirá la igualdad.

junio 27, 2008 10:42 p. m.  
Blogger Antonia de Oñate said...

Hola de nuevo, Leodegundia. Creo que expresaste tu punto de vista con una claridad meridiana. Efectivamente, el asunto es espinoso. Mi comentario no se oponía a tu entrada, ni pretendía matizarlo. Sólo quería expresar mi incomodidad ante los novios tan defectuosos que le han salido al castellano, con la ministra como "deus ex machina".

Un saludo

junio 29, 2008 11:57 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Mado – La aclaración que te hice es porque a veces me da la sensación de que no me explico bien y creo que en temas un tanto complicados como este se deben de dejar las cosas claras y eso no tiene nada que ver con que la gente esté de acuerdo o no conmigo, por supuesto que se pueden tener ideas diferentes a las mías y eso no es malo porque así, escuchando las opiniones de muchos se puede ampliar mejor la visión de cualquier tema que se toque. En cuanto al maltrato que se le hace al idioma estamos de acuerdo, unos porque lo emplean mal y otros porque se empeñan en introducir un montón de palabras de otros idiomas de forma totalmente innecesaria, :-) pero ese sería otro tema a tratar.

junio 30, 2008 6:03 p. m.  
Blogger amart said...

Recalo en tu blog de manera fortuita, después de leer la última entrada de Tawaki. Sólo quiero decirte que comparto plenamente tu brillante denuncia contra el estúpido uso de determinadas parcelas del lenguaje. El buen uso de este y la pintura, son mis dos pasiones confesables.
Un saludo: me pasaré por aquí a menudo. Quedas invitado a "El pincel y la palabra"

julio 01, 2008 7:49 p. m.  

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