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domingo, abril 11, 2010

El segundo jinete

"Apocalipsis" cuadro de Víktor Vasnetsov (1848-1926)

En el capítulo 6 del Apocalipsis podemos leer la apertura de los siete sellos en la que se descubren los misterios de la justicia divina. Abierto el primero de los sellos: Vio y oyó a uno de los cuatro vivientes que le decía: “Ven. Miré y vi un caballo blanco, y el que montaba sobre él tenía un arco y le fue dada una corona, y salió vencedor y para vencer aún”.

Cuando se abrió el segundo sello, dijo el segundo viviente: “Ven. Salió otro caballo, bermejo, y al que cabalgaba sobre él le fue concedido desterrar la paz de la tierra y que se degollasen unos a otros, y le fue dada una gran espada”.

A estos le siguieron un caballo negro, el que lo montaba llevaba una balanza en la mano que representa el hambre y a este le seguía un caballo bayo y el que lo montaba se llamaba Mortandad. Les fue dado poder sobre la cuarta parte de la tierra para matar por la espada, y con el hambre, y con la peste, y con las fieras de la tierra.

Me voy a referir solamente al segundo jinete, el de la guerra, que podemos asegurar que lleva instalado en la tierra desde entonces y sin ninguna intención de querer marcharse.

En las guerras toman parte muchos personajes, desde los políticos que son los que las propician hasta los soldados que son los que luchan y los civiles que son los que al final las sufren.

Cuando se declara una guerra por supuesto que es con intención de ganarla y para ello es necesario prepararse lo mejor posible porque ¿quién gana las guerras? ¿el que tiene mejores armas? no, si sus soldados no están bien entrenados ¿el que tiene más soldados? tampoco, si la estrategia no es la adecuada ¿el más fuerte?, no, porque la fuerza bruta si no se acompaña con inteligencia y con el conocimiento del enemigo será fuerza desperdiciada. Sin menospreciar las armas, el número de soldados y la fuerza, que todos son importantes, creo que hay algo realmente más importante para ganar una guerra y es la información sobre el enemigo y para eso hay que contar con unas personas que hacen su trabajo en las fechas anteriores a la guerra, trabajo difícil y callado y estas personas son los espías. Muchos de ellos, la mayoría, suelen perder la vida y muchas veces de forma violenta y cruel cuando son descubiertos por el enemigo y otros muchos mueren lejos de su patria y quedan prácticamente olvidados y sus tumbas pasan desapercibidas para casi todo el mundo. Unas misiones tienen éxito y otras no y de ello depende que las operaciones llevadas a cabo con posterioridad consigan lo planeado o sean un total fracaso.

Este es el caso de los que componían la “Operación Aquatint” cuya misión era espiar a los alemanes antes del desembarco que se llevaría a cabo durante la Segunda Guerra Mundial en las costas de Normandía. Este comando británico estaba compuesto por el mayor March-Phillips y diez hombres más. No todos eran ingleses, entre ellos había un francés, un holandés, otro polaco e incluso un alemán y su misión terminó en fracaso y ellos casi todos muertos quizás porque no eran profesionales bien entrenados.

Salen de la isla de Wight la noche del 12 de septiembre de 1942 logrando llegar a las playas normandas amparados por la niebla que les ocultaba del enemigo pero que también les impedía saber por donde iban hasta que llegaron cerca de los acantilados de Saint Laurent. Las órdenes eran que escalaran el acantilado, bordearan el pueblo y obtuvieran toda la información posible sobre el terreno y de las defensas alemanas y para rematar la misión, que capturaran prisioneros para poder interrogarlos a su vuelta a Inglaterra.

La torpedera que los llevó hasta allí se situó a 400 metros de la costa pero dada la niebla les era difícil localizar los acantilados por lo que decidieron que el comando se dirigirse a la playa en una embarcación ligera y desde allí intentar localizar la zona. Pero los alemanes no estaban durmiendo y comenzó la fiesta, disparos de fusil y explosiones llenaron de sonido la noche. Para poder verles mejor, los alemanes lanzaron bengalas y para por si acaso hubiera barcos cercanos, empezaron a funcionar las baterías costeras acribillando el mar. Visto como iban las cosas, a la torpedera le llegó la orden de retirarse ya que los hombres en tierra no podían hacerlo pues estaban rodeados.

La torpedera intentó regresar a por los hombres, pero al final tuvo que retirarse pues aparecieron las torpederas alemanas. Salvando la zona llena de minas logró llegar a Portsmouth por la mañana pero sin el comando.

Alemanes y lugareños no dejaron de hablar del tema y es por ellos que se sabe que el comando decidió internarse en la zona, pero estaba plagada de alemanes y de nuevo cambiaron los planes replegándose hacia la playa con la intención de llegar al barco. Por el camino se encontraron con una patrulla alemana a la que atacaron pero cuando estaban registrándoles llegó otra que los vio y dio la señal de alarma. Bueno, dicen que en realidad los descubrió el perro de la patrulla que resultó herido en la refriega que se montó pero al que condecoraron luego.

Empezaron a aparecer soldados alemanes por todas partes y la lucha fue a muerte, los del comando se defendían como gato panza arriba pero de nada les sirvió. Los que no murieron en este momento, fueron apresados. Aquella noche sólo escapó un capitán que fue ayudado por la gente del pueblo y después de muchos avatares logró llegar a España pero fue apresado y entregado a los alemanes y al final fue fusilado y enterrado en una fosa común de Ivry-sur-Seine. Al final sólo quedaron dos supervivientes, uno de los cuales, el francés que había huido a Inglaterra, volvió luego a Francia como agente.

La guerra siguió su curso después de este fracaso y por falta de esa información tan importante que este comando tenía como misión conseguir, el ataque llevado a cabo dos años después sólo consiguió la muerte de 2.500 soldados y más de 1.000 heridos.

De aquel comando sólo quedan tres tumbas en el cementerio junto a la iglesia de Saint Laurent-sur-Mer. Allí están enterrados el mayor March-Phillips, el sargento Williams y el soldado Leonard.

Se puede decir que el segundo jinete cumplió y sigue cumpliendo desgraciadamente con su misión ya que logró desterrar la paz de la tierra, las guerras continúan en muchos lugares y no tienen visos de terminarse.

21 Comments:

Anonymous Marian said...

Poco ha cambiado, ciertamente, ese segundo jinete del apocalipsis, sigue campando por los irracionales fueros de la violencia humana.
No conocía la historia ni los personajes que relatas . Por cierto, espléndidamente, porque mientras leía me invadía el vértigo de los desafortunados protagonistas en constante persecución tratando de huir. Siempre, en ese “juego” hay peones que acaban sacrificados por las circunstancias, los elementos o la desigual fortuna, que parece que también rodeó a esta misión.
Feliz domingo!

abril 11, 2010 10:02 a. m.  
Blogger Merchi said...

Me apasiona leerte, no sé si te lo dije alguna vez, pero eso es lo que hay. Coincido con Marian cuando te comenta que lo haces espléndidamente.
Tampoco conocía la historia así que aún menos sus personajes, así que te agradezco toda esta información. Ahora ya sé algo más ygracias a ti.

Un besito y feliz domingo.

abril 11, 2010 1:30 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Marian – Si, los espían no son más que unos peones más en el juego de la guerra y creo que hay que tener valor para llevar a cabo esas misiones para las que muchas veces no se está lo suficientemente preparado lo que significa una muerte segura para el espía.
No creo que a ese segundo jinete nos los quitemos de encima nunca pues las guerras son muy interesantes y productivas para algunas personas y no precisamente para las que las sufren.

Merchi – Hace tiempo que leí sobre este comando y me impresionó mucho supongo por la tensión que vivieron aquellos hombres y el miedo también, todo hay que decirlo y no se por que razón me acordé de ello estos días y decidí relatarlo.
:-) Yo jamás podría ser espía, a mí me descubrirían a kilómetros, les bastaría con el castañueleo de los dientes producido por la medrana que llevaría encima.

abril 11, 2010 4:24 p. m.  
Blogger Ligia said...

Muy interesante la historia que yo tampoco conocía. Las guerras son el azote del mundo. Abrazos

abril 11, 2010 7:25 p. m.  
Blogger Trini Reina said...

Creo que a este jinete, además de la espada de la guerra, también le dieron la vara de la eternidad, porque pocas esperanzas hay de que algún día sean erradicadas las guerras.

No tenía idea de la historia de este comando, casi aniquilado.

Besos

abril 11, 2010 8:30 p. m.  
Blogger Balovega said...

Hola preciosa...

Una bella historia que no conocía y contada de una manera estelar...

Un besote grandote de buena semana

abril 11, 2010 10:06 p. m.  
Blogger  Mayte said...

La historia es impresionante, y por desgracia nunca sirve de referencia al pasar el tiempo...no vemos que la guerra y éste jinete nunca han desaparecido...

Un biko grande.

abril 12, 2010 7:22 a. m.  
Blogger almena said...

Sí, creo que este segundo jinete, para nuestro mal, tiene el don de la permanencia a lo largo de la historia...
Porque nadie gana una guerra. Todos perdemos.

Un besazo

abril 12, 2010 11:26 a. m.  
Blogger Azusa said...

No tenía ni idea de esta historia, como siempre ;P

abril 12, 2010 3:54 p. m.  
Blogger Tawaki said...

Parece que ese segundo jinete tiene más vidas que un gato.

Muy buena la historia de la SGM. Justo ahora estoy leyendo un libro de Larry Collins sobre el día D.

Un abrazo.

abril 12, 2010 11:12 p. m.  
Blogger Isabel Barceló Chico said...

Cuánta razón tienes, Leo. Querría, no obstante, matizar que la guerra no las provocan los políticos (o únicamente ellos), sino los intereses económicos de unos pocos que saben cómo presionar a los poderes políticos para empujarlos a la guerra. Creo que de esto tenemos muchos ejemplos, el más reciente Iraq. Los norteamericanos no han podido disimular que era el petróleo, el arrasar el país para después reconstruirlo ellos mismos con sus empresas y toda la corruptela que ello conlleva, la razón por la que se inició esa guerra malvada. No diré que los políticos sean siempre cándidos, ni mucho menos, pero aquella frase "es la economía" sigue estando muy vigente. Igual que ha sido una concreta forma de entender "la economía" la que nos ha arrojado a esta crisis. Y a nadie se le oculta que quienes la provocaron saben también sacar un buen provecho de ella.
En resumen, creo que no es la política netamente sino la codicia la que cabalga en ese caballo apocalíptico...
Un abtrazo muy fuerte.

abril 12, 2010 11:43 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Ligia – Las guerras son malas las mires por dónde las mires ya que sacan a flote lo peor del género humano.

TriniReina – Comandos parecidos a este hay muchos, en realidad no hay guerra sin comandos de espías, algunos tienen éxito en su misión y otros fracasan estrepitosamente. Y en cuanto al jinete, ese se apegó a la tierra y no ve la hora de marcharse.

Balovega – Me gusta contar este tipo de historias en la tertulia de mi blog, son tantas las cosas que suceden en el mundo que las historias son interminables.

Mayte – No, ni desaparecerán porque el género humano no se si es que no sabe o no quiere vivir en paz.

Almena – Razón tienes, no se si alguien gana con una guerra, pero la gran mayoría pierde.

Azusa - :-) No te preocupes por si no conocías esta historia otras conoces que nos relatas en tu blog.

Tawaki – La verdad es que la SGM tiene historias para contar y no parar ya que duró bastante y fueron muchos los implicados en ella.

Isabel Romana – Cuando dije que los políticos son los que las propician es porque son ellos los que dan la noticia al pueblo de que se declara la guerra, independientemente de que sean otras personas las que en realidad, moviendo a los políticos como marionetas, los que deciden las guerras y otras muchas cosas más. En verdad son sólo unas cuantas personas las que dirigen el mundo, pero eso si, siempre en la sombra.

abril 13, 2010 5:57 p. m.  
Blogger fonsado said...

Es vital, como comentas, conocer al enemigo en todas sus facetas para conseguir la victoria.
Pero no hay que olvidarse, que para conseguir el triunfo final resulta imprescindible que el pueblo combatiente tenga el convencimiento de que defiende una causa justa.
Curioso y triste episodio el que traes, aunque no sé que podíamos a esperar de ese trágico suceso en la historia del hombre.
Saludos Leo.

abril 13, 2010 7:50 p. m.  
Blogger Charles de Batz said...

En historias como esta, estimado Leo, creo que se mezclan muchas cosas que hacen de ellas algo más que el relato de un suceso plano. Me refiero a que hay algo más profundo tras el eterno drama de la guerra y las motivaciones e inducciones que nos llevan una y otra vez como asnos estúpidos hacia ella. Se trata de las muchas experiencias individuales que se encuentran inmersas en ellas y que, entre tanta barbarie, nos muestran a las claras que -en el fondo- hay algo de luz, algo de grande en el espíritu de las muchas personas que son capaces de arriesgar sus vidas por los demás. Eso es quizá lo único positivo que se puede extraer de tan tristes hechos, aunque fuera mejor no haber tenido que llegar a descubrirlos.

Me ha encantado la entrada que haces en el texto y, como siempre, el trabajo de documentación que se vislumbra tras cada uno de tus escritos.

Salud

abril 13, 2010 9:41 p. m.  
Blogger Fran said...

La naturaleza humana es capaz de lograr lo mejor y lo peor. Cuando un grupo desata lo peor es terrible y cuesta mucho esfuerzo llegar a sujetar ese caballo desbocado. Parece que nunca se podrá bajar la guardia porque siempre existirá ese peligro por parte de los que necesitan poder y se imponen por la fuerza o manipulando la opinión. Cuando parece que en Europa estamos poniéndonos de acuerdo sobre cómo manejarnos hay que considerar que otras formas de ver las cosas en otras civilizaciones pueden traer otra vez la lucha. Yo también creo que en tiempos de paz es cuando hay que prevenir y luchar con las armas del diálogo, la diplomacia y el espionaje si hace falta. Esto es como la agricultura: a la vez que se siembra paz, arrancar la mala cizaña.
Y no se debe permitir que para conseguir fuerza se siembre la discordia y se renueve el enfrentamiento.
La humanidad parece que no aprende de errores y, como dices, parece que no hay visos de que terminen el odio y las guerras. Quizá nos tenemos que dar cuenta de que lo que hay que conseguir es poner luz sobre esos que intentar manejar desde a las sombras, cosa difícil.
Me gusta conocer casos como el que nos relatas de gente dispuesta a arriesgarse a perder la vida por defender a su pueblo. Y es verdad que lo haces muy interesante.

abril 15, 2010 10:55 a. m.  
Anonymous Fuga said...

Malditas guerras donde siempre pierden quienes menos tienen que ver en ellas, siempre digo que si quienes las declaran tuvieran que ir a primera línea no se haría una sola, pero claro, es muy fácil dar órdenes desde los despachos :-(

Fíjate que casualidad, hace pocos días yo pisaba el único puente que no destruyeron los alemanes en Francia, en Mâcon, sentí una extraña sensación.Quiero montar un vídeo con tiempo.
Besinos.

abril 15, 2010 4:41 p. m.  
Anonymous unjubilado said...

Desgraciadamente el segundo jinete, se ha encontrado desde que los primeros humanos casi homínidos empezaron a poblar la Tierra. Las luchas entre ellos con palos y piedras por conseguir una cueva o un animal eran constantes.
Desgraciadamente no hemos aprendido nada.
Como ya me conoces, he buscado mucha información sobre la “Operación Aquatint” que no conocía y he visto que tu información es totalmente real.
Un abrazo.

abril 15, 2010 7:25 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Fonsado – A los que combaten les obligan a hacerlo y ya se encargarán los que organizan la guerra de hacerles creer que es justa, mientras que el conocer al enemigo es esencial y muchos países poderosos salieron, después de guerra larga y sangrienta, sin haber dominado al enemigo por ese desconocimiento, casos hay recientes.

Charles de Batz - :-) Estimada, estimada, si no te importa.
No hay duda de que muchas personas arriesgan su propia vida por conservar las de otros y eso sucede en todas las guerras, lo triste es que las guerras, en las que suele salir lo mejor y sobre todo lo peor del género humano, sigan existiendo, a veces asusta contemplar un mapa del mundo y ver la gran cantidad de ellas que existen hoy en día, guerras que además no llevarán a ningún lado ya que no mejorarán la vida de casi nadie.

Fran – Lo triste es que hablar si se habla, dialogar si se dialoga, pero al final podemos ver con tristeza que todo eso no es más que palabrería barata que no evita las guerras quizás porque hay demasiados intereses económicos en ellas.

Fuga – Espero que nos cuentes y nos muestres lo que viste en tu reciente viaje, seguro será muy interesante.

Unjubilado – Si, las luchas son las de siempre y supongo que los motivos prácticamente también, lo que cambian son las armas, piedras, palos, machetes o armas de fuego, todas van acompañadas por el deseo de matar al enemigo.
Supongo que la información que encontraste es más minuciosa que la mía, pero yo sólo quería dar una visión del tema sin entrar en demasiados detalles que alargarían demasiado el artículo.

abril 17, 2010 5:47 p. m.  
Blogger @Intimä said...

La guerras son ganadas por la mejor estrategia, ni fuerza ni violencia ganan las guerras.
No conocia esta historia, como siempre es un placer leerte Leo.
Besitos.

abril 24, 2010 11:44 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Darilea - creo que la estrategia es una de las mejores bazas para ganar una guerra sin menospreciar el armamento, el número de combatientes y otras cosas que no hay que olvidar.

abril 25, 2010 8:48 a. m.  
Blogger JAVIER SOQUE said...

muy bien lo q dices ps si 6 d 7 an pasado ya pero aun falta el septimo sello q es la 2da venida del señor ese todavia no pasa asi q preparencen xq el señor vendra como ladron en la noche, osea nunca sabemos cuando vendra ni sikiera los mismos angeles lo saben

julio 11, 2011 12:26 a. m.  

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