Mitología
Todos los pueblos tienen sus propios mitos y la mitología no es mas que la historia fabulosa de los dioses, de los semidioses y de los héroes de la antiguedad pagana. Hay mitologías internacionalmente conocidas, como la griega por ejemplo, y otras mucho mas modestas, como de andar por casa, como la asturiana.
La mitología asturiana tiene muchos y variados personajes como la Xana, el Ventolín, el Nuberu, el Trasgu, el Diaño burlón, el Cuélebre y muchos mas, cada uno con su propia historia, esas historias cargadas de misterio que en tiempos pasados y con voz tenebrosa se contaban al amor de la lumbre en las largas noches de invierno.
Como hablar de todos ellos sería muy largo, lo haré sobre la Güestia. Mas que un ser mitológico, la Güestia es una figura fantástica asociada a la muerte, en realidad no es solo un personaje, sino una procesión de espíritus de los muertos, o lo que es lo mismo, una procesión de almas en pena que cruzan los bosques por la noche alumbrándose con velas ardientes, bueno, en realidad no son velas sino huesos humanos llameantes. Creo que de todos los personajes es la que inspira mas miedo y respeto ya que todo lo relacionado con la muerte siempre nos produce un terror del que ni las personas mas cultas y menos impresionables pueden escapar. Tampoco me cabe ninguna duda de que a costa de la Güestia mas de uno se aprovechó para asustar a algún vecino o familiar de esos que siempre nos caen gordos, o simplemente como gamberrada dirigida al primero que pasara ya que el gamberro es un especimen que pulula por la tierra desde la noche de los tiempos y este ser si que no es mitológico, sino real. De todas formas, también puede suceder que al sentir ese miedo ancestral, cualquier hecho, por cotidiano y normal que fuera, diera lugar a que se afianzara en las personas la creencia de que esos seres existían en realidad, como sucede en el caso que relato a continuación y que es un fragmento de un cuento que escribí hace tiempo.
"Bustiano estaba contento, había bajado a la aldea para vender un cerdo, negocio que le salió muy bien y le produjo buenos beneficios y antes de regresar a su casa, decidió pararse en la posada para disfrutar de una buena jarra de vino que creía bien merecida ya que era un hombre formal y trabajador y de vez en cuando uno se merece un premio.
Cuando salió de la posada se apercibió de que estaba oscureciendo y apresuró el paso porque para llegar a su casa debía de cruzar el bosque y eso era algo que inspiraba recelo a cualquiera por muy valiente que se creyera. Caminaba deprisa y cuando llegó a la altura del castañalón, ve una luz y oye una voz que le dice "ya era hora, al fin te encuentro, vine a buscarte", Busiano quedó petrificado, el haz de luz no permitía ver con claridad al personaje que se la ofrecía, pero no hacía falta, ¿quien en la oscuridad de la noche viene a buscarte y te ofrece con tanto empeño una luz? ¡LA GÚESTIAAAAAAA!, ese fue el alarido que salió de su garganta y el impulsor de sus piernas que comenzaron a moverse cada vez mas deprisa; no le importaba tropezar ni ser golpeado por las ramas, corría y corría perseguido por aquella figura que estaba empeñada en alcanzarle y entregarle la luz y que le gritaba algo que él ni podía entender pues solo se concentraba en poner tierra de por medio.
Cuando estaba a punto de faltarle el resuello avistó su casa y se puso a gritar desaforadamente "Dosindaaaaaa abre la pueeertaaa, abre la puerta rápidoooooo", Dosinda, su mujer al oir los gritos abrió la puerta con la intención de ver lo que pasaba y lo que pasó es que su marido se le echó encima empujándola y cerrando la puerta a sus espaldas quedando apoyado en ella y diciendo con voz entrecortada "la Güestia me sigue", no había terminado de pronunciar estas palabras cuando suenan unos fuertes golpes propinados en la puerta lo que hizo que Busiano cayera al suelo desmayado.
Dosinda que no se había enterado muy bien a santo de que venía todo aquel alboroto, abrió la puerta y se encontró con su hermano que le dijo "Dosinda, eres mi hermana y te quiero mucho, pero la próxima vez que tu marido se retrase, mandas a otro a buscarlo".
10 Comments:
Siempre me ha encantado la mitología, quizá porque te saca de la rutina a la que estamos acostumbrados y te permite usar la imaginación, esa que tanto le falta a muchos hoy en día.
Bss, de Iván de rosanegra
El miedo psicológico que nos producen las historias es muy malo, por eso a mi no me gustan ni las historias de miedo.
Gracias por visitarme, me ha gustado tu blog. Un abrazo.
Hola! Me ha gustado mucho tu post (y más teniendo en cuenta que soy asturiano). A mí la mitología siempre me ha gustado mucho. A saber de donde se sacaba la gente estas historias, jejeje.
Un saludo!
Deberías insertar el cuento entero, jajajaja. Está genial.
QUe ignorante soy, pues desconocía por completo la mitología asturiana. Gracias a tí, la he conocido. Me gustaría que de vez en cuando nos hablaras de esos mitos asturianos...
El mejor. De todo lo leido
Marrakech - El motivo que me llevó a escribir cuentos fueron mis sobrinos, malos comedores en donde los hubiera. Mientras duraba el suplicio de hacerles comer había que contarles cuentos y si les gustaban, al día siguiente querían que les repitieras alguno en concreto, pero como eran fabricados sobre la marcha, cuando querías contarlos de nuevo no te salían igual y los niños que no pasan una no lo admitían, así que decidí escribirlos para poder contar siempre lo mismo.
Como verás, la explicación es bien sencilla.
Besín
Excelente historia, especialmente por el final. Me gusta muchísimo leer y admiro profundamente a la gente con tu talento, el de construír y contar historias. Un afectuoso saludo desde Montevideo-Uruguay y FELICITACIONES! Sigue adelante, fantástico el blog!
Adriana Leindekar - Bienvenida a mi casa.
Me alegro que te haya gustado y que pasaras un momento entretenido con esta historia.
Muchas veces los pícaros se aprovechan de estas leyendas para su beneficio, pues cuenta el escritor Ladrón de Guevara que en el Albaicín un fulano se disfrazaba de fantasma cuando de noche iba a visitar a un amor clandestino y así se aseguraba de que nadie iba a pasearse por allí y pillarlo in fraganti.
Senir Citizen - Por supuesto, siempre hay quien se aprovecha de cualquier cosa para su propio beneficio.
Claro que ese que se disfrazaba de fantasma corría le riesgo de que algún "cazador" quisiera acabar con él, que también hay cazadores de fantasmas.
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