Los olvidados
La Historia nos relata los hechos acaecidos en el mundo protagonizados por el ser humano la mayoría de los cuales tienen que ver con las guerras llevadas a cabo tanto como ataque e invasión como de defensa. De estos hechos surgen personajes que se convierten en protagonistas y sus nombres quedan gravados para siempre siendo ampliamente conocidos por las generaciones posteriores. Pero estos nombres pertenecen solamente a una pequeña parte de los hombres que tomaron parte de alguna manera en todas esas luchas, por supuesto destacan los jefes militares como responsables de los éxitos o fracasos y los políticos que son de alguna manera los que arman el tinglado. Pero los que verdaderamente soportan todo el peso son precisamente los miles y miles de hombres anónimos que lucharon poniendo todo su esfuerzo a veces en luchas que ni les iban ni les venía pero a las que se vieron obligados tal vez por el destino si es que el destino existe.
Miremos por ejemplo el caso de Roma. La gran expansión romana no podría haberse realizado sin sus famosas legiones que no sólo lucharon para conquistar y luego retener las tierras ocupadas si no que a través de ellos se expandieron las ideas políticas, costumbres, leyes, se mejoraron las comunicaciones y se activó el comercio, todo ello conocido como romanización. Pero para lograr todo esto era necesario contar con un excelente y gran ejército bien pertrechado y sobre todo disciplinado. Pero Roma no podía proporcionar tantos soldados como eran necesarios no sólo para sus conquistas como para mantener la paz y el orden en los territorios sometidos, así que recurrió a las tropas auxiliares reclutadas en esos lugares. Parece ser que al principio los lugareños eran obligados a servir en el ejército, se elegían a los hombres jóvenes pues así se obtenían dos ventajas, una aumentar el número de soldados y otra evitar que se produjeran levantamientos contra los romanos. Y para asegurarse que no habría problemas a estos jóvenes se les enviaba a cumplir el servicio militar a zonas muy alejadas de sus lugares de origen.
Como es preferible tener a la gente contenta, los reclutamientos dejaron de ser obligatorios para convertirse en voluntarios. En el caso de Asturias, estos soldados, al parecer famosos por su bravura, fueron repartidos entre cinco alas (cuerpos de caballería) y 10 cohortes (tropas de infantería). La permanencia en el ejército tengo entendido que duraba de 20 a 25 años, lo que me hace pensar que muy pocos volvería a sus casas.
Bien, dicho esto, vuelvo a repetir que de todos estos miles de hombres que lucharon por la grandeza del Imperio romano, sólo unos pocos, los jefes militares y los políticos figuran en los libros de Historia, los demás quedan escondidos en la niebla del tiempo sumergidos en el anonimato y totalmente olvidados. Sólo alguno de entre ellos asoma tímidamente para dejar constancia de su existencia, tal es el caso de Pintaius un astur trasmontano que sirvió en la Cohors V Asturum con destino en Alemania y que al parecer murió en las proximidades del Rhin. Se sabe de él porque cerca de Bonn se encontró una lápida que todavía se conserva hoy que nos cuenta que llegó a desempeñar el cargo de signifer (portador de los estandartes) y que falleció tras seis años de servicio. Aunque la lápida está un tanto deteriorada, se puede apreciar su uniforme del que forma parte una piel de oso cuya cabeza descansa sobre la del soldado y las garras se cruzan sobre su pecho.
Esta lápida se encuentra en el Museo de Bonn, pero en Oviedo, en el Museo Arqueológico Provincial existe una copia. Digamos que no son muchos los datos, pero sirven para sacar del olvido a uno de aquellos soldados como representación de tantos y tantos que siguen en el olvido.
17 Comments:
Muy interesante, Leo. Es bueno recordar cosas de la historia. Abrazos
Me gustaría fantasear con que desde algún lugar ese soldado está viendo como una bloguera con nombre de princesa recuerda su paso por la historia.
Interesante el post.
No conocia esa historia,me parece superinteresante
Es una pena, que casi siempre los caraduras, maquinadores, oradores maravillosos, hipócritas... son conocidos por sus hechos y encima alabados y glorificados por sus acciones.
Y démosle nombre los reyes de la historía encumbrados en lo más alto del podium, "mientras ese soldadico de plomo" ha dado todo su cariño por la patria y pasa por la vida como un espectro es "El eterno desconocido base logística de un pueblo.( Que no estoy.)Bosiños Nina eterndesconocjd
No conocía esta faceta asturiana, aunque hay algún asturiano más.
Gayo Sulpicio Ursulus, Pompeyo Faventino y por supuesto Pintaius.
Curioseando, he encontrado Tropas astures en el Imperio Romano .
Dentro de un rato y durante una semana me subo a buscar romanos en el Pirineo, romanas hay una en cada casa, pero ya no las utilizan... para pesar.
Saludos
Qué interesante, la verdad es que a veces si se me pasa por la cabeza que gente que pasó por mi vida y fue realmente importante lo es tan poco en términos históricos... y al contrario. Al igual que nosotros mismos, que la mayoría pasaremos por la vida sin pena ni gloria ;P
Ligia – Siempre es bueno recordar la Historia y si le prestáramos más atención aprenderíamos de ella.
Senior Citizen - :-) No se si desde el más allá se pueda ver algo, pero si pudiera quizás estaría contento de ver que todavía se le recuerda.
Nina – No te enfades, en la foto casi siempre salen los mismos y no son precisamente los que más se lo merecen pero si los que están mejor situados.
Unjubilado – Muy interesante el enlace que nos dejas.
Efectivamente, G. Sulpicius Ursulus que desempeñó diferentes puestos en el ejército y participó en la guerra dácica, una vez finalizado su servicio como soldado regresó a Asturias integrándose de nuevo en su comunidad, pero digamos que fue una excepción, la gran mayoría no regresaron.
:-) Espero que tengas suerte en la búsqueda de romanos en el Pirineo
Azusa – La mayoría pasaremos sin pena ni gloria, si no fuera así no cabría tanto famoso en los libros de Historia y pobres de los que tuvieran que estudiarla.
No es extraño que a los licenciados del ejército les dieran tierras y honores, sobrevivir a 25 años de servicio sin antibióticos ni vacunas del tétanos etc. debía ser muy difícil.
Hay un dato que me llama la atención… entre los legionarios había un fondo común que se empleaba para los gastos de enterramiento de sus camaradas. Estos ahorros se guardaban en cestas bajo la custodia de los Signíferos, que además de valerosos eran elegidos por su integridad y capacidad, para hacerse cargo de los depósitos y que dieran cuenta a cada uno de lo que le tocaba. Quien quiera que le sucediese en el cargo, respetó la forma en que Pintaius quiso ser representado …con esa piel de oso como trofeo que en su lejana tierra asturiana le reconocía como buen guerrero.
Ese es mi tema, Leogundia. Me fascina la historia social.
Lo mejor permanece oculto, porque son los anónimos los que tejieron hechos y procesos.
Qué lindo comentarioel de Sr. Citizen.
Saludos
Paso a saludarte y a la vez a despedirme porque voy estar descansando en principio todo el mes de agosto.
Solamente va a permanecer en activo Mis caricias del alma, para no dejar todos los blogs privados del roce de los amig@s. En el momento que alguien deje su sello, lo saludaré gratamente complacida desde la distancia.
A mi regreso volveré a reencontrarme contigo haciendo acto de presencia, para seguir cultivando la fuente que nutre nuestra amistad a través del dialogo, cambiando impresiones al calor de la tolerancia, y en buena armonía como hasta estos momentos.
Felicitaciones para todos aquellos que ya han disfrutado de sus vacaciones, como para quienes las están viviendo en estos días y han tenido la delicada atención de pasar a visitarme.
Un cálido y afectuoso abrazo acompañado de una rosa blanca para ti amig@, por cada uno de los días que me encuentre ausente, ya que te llevo presente en el interior de uno de los archivo de mi corazón.
María del Carmen
Gracias Umma1. Eres muy amable.
Y tú, descubriéndonoslo aquí, has conseguido que sea un pocomás conocido y, de alguna manera, más recordada su historía.
Besos
Muy curioso. La Historia está llena de anécdotas interesantes, y a mí me gusta que me las descubran.
Un abrazo.
Salamandra - :-) Claro que no, la cosa les salía muy barata pues no creo que fueran muchos los que aguantaran con vida tanto tiempo con la cantidad de guerras que se traían entre manos.
Marian – Eso del fondo común no lo sabía yo, es un dato muy interesante y como tú bien dices, el encargado del fondo cumplió al menos con Pintaius ya que no hay tantas lápidas como soldados muertos, :-) claro que por otra parte, si todos tuvieran una lápida ya no habría donde ponerlas.
Umma1 – :-) Casi siempre son los anónimos los que llevan a cabo los hechos históricos, en la foto solo salen tres o cuatro y no siempre los más fotogénicos.
Tienes razón, el comentario de Senior Citizen es muy bonito.
La Gata Coqueta – Tienes mucha suerte de poder marcharte de vacaciones todo el mes, espero que disfrutes mucho y a la vuelta aquí nos encontrarás.
Senior Citizen – Umma1 tenía razón, tu comentario es “lindo” como ella dice.
TriniReina – Poco se puede contar porque poco se sabe, sólo lo que se puede leer en la lápida, no es mucho pero es más que nada.
Tawaki – A mi me encantan todas estas historias por eso creo que la Historia es la mejor novela que se puede leer.
Gracias por toda esta información. Abrazos.
Fgiucich - De nada, me encanta compartir todas estas cosas.
Me fascina como se sucedieron los hechos antaño, aunque no soy muy buena en historia, me encantan los relatos de las mismas. Todo encaja y se relaciona en las distintas épocas. Un abrazo, muy buen post
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