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miércoles, mayo 18, 2005

Relato

Hoy el día está oscuro y tristón, hasta mis gatas normalmente tan juguetonas están amodorradas, por lo que mas que a charlar parece que el día invita a narrar algún cuento o leyenda así que voy a escribir un relato breve que espero os guste.
El Cristo
Todos los días al atardecer encaminaba sus pasos hacia la vieja iglesia y en aquella penumbra y silencio buscaba un poco de paz y sosiego. Se arrodillaba a los pies de aquel pálido Cristo iluminado por la débil luz de las velas que dejaban al resto de la capilla sumida en una completa oscuridad.
Muchas veces se preguntó a sí misma el motivo de aquellas visitas ya que en ningún momento se dirigió al Cristo como hacen otras personas para comunicarle sus quejas o sus preocupaciones, sus ruegos o sus súplicas; simplemente dejaba pasar el tiempo, ese poco tiempo de que disponía para si misma, sumiéndose en la nada.
Miró al Cristo con atención en busca de la causa de sus reiteradas visitas, recorrió con la mirada aquel cuerpo delgado, con la sangre seca y descolorida y fue al llegar a sus ojos cuando creyó comprender que aquel amigo en el silencio tenía vida, sus brillantes ojos alzados al cielo hablaban de comprensión, de paciencia infinita y sobre todo de una gran tristeza.
Continuó mirándole cada vez con mas intensidad y vio como él giraba lentamente su cabeza hasta posar sus hermosos ojos en ella y en el preciso instante en que sus miradas se encontraron, todo sufrió un súbito cambio, su cuerpo perdió gravidez y quedó flotando en el espacio que ya no estaba delimitado por la pequeña iglesia, sino que se había extendido partiendo de un punto luminoso que abarcaba las dos figuras y que iba perdiendo intensidad al alejarse hacia el infinito sumergido en las sombras.
-¿Encuentras la paz que buscas?
-Solo en parte
-¿Por qué nunca me diriges la palabra?
-Los que lo hacen dicen que no respondes
-¿Como saben ellos que no lo hago?
-Dicen que te piden, te suplican y tu callas
Dibujóse una triste sonrisa en su rostro y después de un breve silencio dijo:
-Ellos piden, suplican, ordenan, pero no esperan mi respuesta, solo quieren que obedezca sus deseos, nunca se quedan a escuchar lo que tengo que decir.
-Quizás no saben, quizás nunca les dijeron....
-Tu ahora si sabes
-Señor, no soy feliz
-Lo se
-Me siento sola
-Lo se
-Nadie me comprende
-¿Comprendes tu?
-¿Qué tengo que comprender? todo lo hago por ellos, trabajo todo el día para ellos, mi vida está totalmente dedicada a ellos ¿qué más puedo hacer?
-Escuchar
-¿Es que no les escucho? les aconsejo, les digo lo que es mejor para ellos y nadie me lo agradece
-Es muy loable tu esfuerzo y trabajo, pero ¿es eso lo que ellos necesitan de ti?, ¿no sería mejor que trabajaras menos y escucharas más?, intenta comprender sus razones, a veces se juzga mal aunque con buena intención. Escucha, escucha, escucha.
Cerró los ojos y un cansancio enorme invadió su cuerpo, su alma se sintió oprimida al ver con claridad que su razón quizás no era tal razón, que su posesión de la verdad tal vez no fuera tan firme como ella creía y la oscuridad comenzó a envolverla hasta que dejó incluso de sentir.
Cuando volvió a abrir los ojos había un gran revuelo a su alrededor.
-Aire, dazle un poco de aire
-Tómale el pulso
-Ya vuelve, ya vuelve, no la mováis todavía
-Tranquila hija, tranquila, solo fue un desmayo, trabaja demasiado, todo el mundo lo dice. Tienes que cuidarte mas, vamos, te acompañaremos a tu casa.
Ella levantó los ojos y miró al Cristo, aquel pálido Cristo de cuerpo delgado y sangre reseca iluminado por la luz de las velas, con su brillante mirada dirigida al cielo y al que le adivinó, más que vio, una ligera sonrisa y ya no se sintió triste; el camino era difícil pero había respuesta y ya no estaba sola.

18 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pasé y leí.
Me gusta tu rincón.
¿Los cuentos?
No sé. No coinciden demasiado con mi forma de ver las cosas.
Pero has conseguido crear un ambiente cálido y llenarlo con palabras. Eso siempre es grato

mayo 18, 2005 5:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sí, deberíamos ir todos buscando eso, un camino donde no vayamos solos.

mayo 18, 2005 6:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El relato, realmente reflexivo, me encanto...
Besos, mil

mayo 18, 2005 11:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me parece que conozco a la protagonista :)

mayo 18, 2005 11:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo escribiste tu o lo has leido?

Yo antes escribia dialogos para responderme a mi misma. Me impuse la regla de no re-leerlos, asi que tampoco los puedo publicar :)

I liked yours

Ivich

mayo 18, 2005 11:18 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Que bonito, es verdad que pocas veces (o nunca) escuchamos.. sólo pedimos y ordenamos.
Me ha gustado mucho
Besitos!!

mayo 19, 2005 8:16 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola!, por fin he conseguido ponerte un comentario!.
Vaya relato, me ha encantado enhorabuena. un besico!!

mayo 19, 2005 10:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me gusta, aunque tengo mi propia visión particular de la religión, que choca a menudo con las imposiciones del clero.
Creo que la religión es algo personal e íntimo, de cada uno, y nadie debe ni puede obligarte.

mayo 19, 2005 10:39 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

ME ha encantado, me ha parecido que estaba viéndolo mientras lo leía.
Todos deberíamos escuchar más a quienes nos rodean, hay mucho egocentrismo.
Un abrazo.

mayo 19, 2005 11:39 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me gustó mucho, aunque no soy creyente. Debemos ser más humildes y no andar exigiendo ni a la vida ni a nadie. Saludis.

mayo 19, 2005 6:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

vengo a devolverte la visita, me ha gustado lo que he leido.

mayo 19, 2005 7:33 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Enhorabuena por tu relato. De haber pensado yo en una conversación con Dios, es posible que me hubiese acercado a algo así.
Todos somos excesivamente egoístas en la vida, y resulta difícil sacarse esa espina cuando tal vez podría ser bien fácil. Siempre lo he dicho.
Ladina dice bien, deberíamos empezar por ser más humildes, y no andar exigiendo. Creo que en todo eso has acertado.
Yo no creo en la Iglesia, pero si en Jesucristo. Y créeme, aunque no fuera real y sólo un invento del hombre, casi diría que Jesuscristo sería lo mejor que hemos creado en este mundo, sus enseñanzas, su palabra...
De verdad, Leo, me he quedado encantado.

mayo 19, 2005 8:12 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Saber escuchar es todo un arte.

Muchas veces hablo y noto que me oyen pero no me escuchan.

Muchas veces no escucho con la atención que debería poner.

Muchas veces me canso de escuchar siempre lo mismo.

Otras veces escucho lo que quiero oir...

Bonito post.

Un beso

mayo 19, 2005 9:01 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me encantaría hablar un día de esto con más profundidad contigo... Yo nunca he escuchado lo que Dios dice de mi, nunca.
En mis famosos cursillos prematrimoniales descubrí que no tengo nada que ver con la Iglesia y fue un detonante para no casarme... Aún así el primer día un matrimonio católico me dejó alucinada xq irradiaban felicidad, hablaban con Dios, rezaban el rosario, leían todo lo que escribía o decía el Papa...

Es muy bonito tu post.
Un beso!

mayo 19, 2005 9:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola, he visitado tu página más tranquilamente, me ha encantado el cuento, es parecido al del hombre que caminaba con Dios en la Playa.
Desgraciadamente el cuento tiene reeazón y siempre pensamos en los demas y no los escuchamos, (escuchar es tan dificil), y si pedimos sólo pedimos cosas que realmente no necesitamos.
Continúa con los cuentos.

mayo 19, 2005 10:37 p. m.  
Blogger Doc said...

Hola Leo. He leido tu comentario, y te lo agradezco. La historia me ha gustado mucho. En cuanto a una opinión personal sobre la religión, me ha parecido muy sincera y cercana tal vez a los escritos de sabidu´ría de Paulo Cohelo, ¿tal vez?. No se que decir..creo en Dios..pero...aun asi me ha gustsado mucho.1 saludo

mayo 19, 2005 11:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me encanto ese cuento, lo añadí a mi colección de pequeñas joyas, muchas gracias por compartirlo con nosotros. Besos

mayo 26, 2005 12:25 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Marrakech - A veces, cuando se está en situaciones extremas, suceden y se notan cosas que no sabes muy bien si son reales o maginarias, es posible que en esos momentos se tenga una sensiblidad mayor para captar sensaciones que en otro momento pasan desapercibidas.
Menudo trecho del camino que recorriste hoy, fue muy agradable tu compañía, siéntate y acepta un cafetín y pan recién hecho, refrigerio sencillo pero agradable al final de una caminata.
Un abrazo

noviembre 05, 2005 7:29 a. m.  

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