Aprender a envejecer
Vamos a ver, ya se que nadie quiere envejecer por todo lo que ello conlleva: enfermedad, perdida de facultades, achaques varios en la parte física y desilusión, cansancio moral, falta de motivación en la parte psíquica, pero algo está claro, sólo hay dos opciones, o envejeces o mueres.
No vamos a meternos en la muerte pues aquí de lo que se trata es de hablar del envejecimiento y yo digo, si tenemos que envejecer ¿no sería mejor aprender a hacerlo?. Seguro que si leéis esto os reiréis pensando que Leodegundia empieza a chochear pues para envejecer sólo es necesario no morirse y con el paso de los años ya se consigue la meta. Pues no, queridinos, Leodegundia no chochea todavía, sabe que si bien es verdad que se consigue la meta y se vuelve uno viejo, no se hace de forma que no sea traumática. Saber envejecer es ir aceptando los cambios físicos que en todo cuerpo se van produciendo y aceptando también que el entorno va cambiando mucho más de prisa de lo que los mayores pueden hacerlo, cuantos más años se viven, mas parece que corre todo y más cuesta alcanzarlo.
¿Qué hacer entonces?, pues como con cualquier asignatura de la vida, aprender y el aprendizaje empieza primero por aceptar por ejemplo que tu piel ya no es tan tersa, que tu pelo empieza a blanquear y quizás a caer, que tus piernas ya no te llevan a donde quieres en el mismo tiempo que antes, que tu vista ya no te deja ver las cosas con la misma claridad, que hay alimentos que tu estómago, vesícula o hígado ya no los admite, que la visita al dentista se vuelve irremediable, que tu oído ya no es tan fino, que sin causa aparente hay días en que te duelen las rodillas o los codos o las manos……., bien, todo esto entra dentro de lo normal y por lo tanto una vez que se acepta como normal, hay que empezar a buscarle soluciones, pero sin obsesionarse, porque nos volveríamos unos histéricos y si alguno de los achaques que nos afectan no tiene solución, pues sencillamente aceptar su compañía y no darle más vueltas y no obsesionarse con ello, por ejemplo: que si antes ir de tu casa al cine lo hacías en diez minutos y ahora no puedes porque además de no llegar en ese tiempo lo haces sin resuello y cuando te sientas a ver la película ya ni la disfrutas por la fatiga, pues la solución está clara, sales de casa quince o veinte minutos antes, llegas sonriente y la disfrutas a tope si es que la misma merecía la pena.
Lo que no se puede hacer es querer estar a los noventa años como a los quince y mucho menos llorar porque eso no sea posible porque nos llevaría a una depresión y una pérdida de interés por vivir y a cualquier edad la vida puede ser bella si se sabe disfrutar, si se tiene un carácter positivo, si en lugar de poner pegas a todo se intenta buscar soluciones. Ya se que las ilusiones en la vida no pueden ser igual cuando se es joven y todavía no se recibieron unos cuantos palos y unas cuantas decepciones que cuando se es mayor y ya se probó de ambas cosas, pero aún así, hay que mantener esas ganas de vivir, de no rendirse, de hacer muchas cosas que quizás no se pudieron hacer de joven y que cuando se llega a mayor se puede permitir el lujo de hacerlas, porque ahora se tiene tiempo, o mejor posición económica o porque se alcanzó una libertad que en algún momento pudo faltar ¡y cuantas cosas se pueden hacer!, sólo hace falta tener iniciativa y pensar que la vida sólo se acaba cuando estiras la pata, ni un minuto antes.
Por otro lado, no es justo que las personas que no aceptan el envejecer como algo natural, amarguen la vida a los que les rodean quejándose a todas horas de sus achaques, de su desilusión, de que ya no ven sentido a la vida (pero eso si, de morirse no dicen nada), de ver siempre la botella medio vacía en lugar de medio llena, ¿no se dan cuenta de que las personas que las acompañan también tienen sus propios problemas y también tienen que aceptar el paso del tiempo pues este corre para todos igual?.
Quizás os preguntéis a que viene este tema hoy y os lo voy a decir, a que en mi entorno hay personas de edad que tienen ese problema, no saben envejecer y eso les impide disfrutar de una vida que pudiendo ser muy placentera se les convierte en algo penoso con lo que a mi modo de ver, están malgastando y despilfarrando lo que quizás sean sus últimos años en este mundo.
Por eso os lo intenté explicar en la reunión de hoy, para haceros pensar un poco sobre ello y que luego libremente toméis la decisión de si merece la pena aprender a envejecer o no, aunque sólo sea pensando en vuestro propio bien y para deciros que aunque envejezca el cuerpo, el espíritu se tiene que mantener joven.
No vamos a meternos en la muerte pues aquí de lo que se trata es de hablar del envejecimiento y yo digo, si tenemos que envejecer ¿no sería mejor aprender a hacerlo?. Seguro que si leéis esto os reiréis pensando que Leodegundia empieza a chochear pues para envejecer sólo es necesario no morirse y con el paso de los años ya se consigue la meta. Pues no, queridinos, Leodegundia no chochea todavía, sabe que si bien es verdad que se consigue la meta y se vuelve uno viejo, no se hace de forma que no sea traumática. Saber envejecer es ir aceptando los cambios físicos que en todo cuerpo se van produciendo y aceptando también que el entorno va cambiando mucho más de prisa de lo que los mayores pueden hacerlo, cuantos más años se viven, mas parece que corre todo y más cuesta alcanzarlo.
¿Qué hacer entonces?, pues como con cualquier asignatura de la vida, aprender y el aprendizaje empieza primero por aceptar por ejemplo que tu piel ya no es tan tersa, que tu pelo empieza a blanquear y quizás a caer, que tus piernas ya no te llevan a donde quieres en el mismo tiempo que antes, que tu vista ya no te deja ver las cosas con la misma claridad, que hay alimentos que tu estómago, vesícula o hígado ya no los admite, que la visita al dentista se vuelve irremediable, que tu oído ya no es tan fino, que sin causa aparente hay días en que te duelen las rodillas o los codos o las manos……., bien, todo esto entra dentro de lo normal y por lo tanto una vez que se acepta como normal, hay que empezar a buscarle soluciones, pero sin obsesionarse, porque nos volveríamos unos histéricos y si alguno de los achaques que nos afectan no tiene solución, pues sencillamente aceptar su compañía y no darle más vueltas y no obsesionarse con ello, por ejemplo: que si antes ir de tu casa al cine lo hacías en diez minutos y ahora no puedes porque además de no llegar en ese tiempo lo haces sin resuello y cuando te sientas a ver la película ya ni la disfrutas por la fatiga, pues la solución está clara, sales de casa quince o veinte minutos antes, llegas sonriente y la disfrutas a tope si es que la misma merecía la pena.
Lo que no se puede hacer es querer estar a los noventa años como a los quince y mucho menos llorar porque eso no sea posible porque nos llevaría a una depresión y una pérdida de interés por vivir y a cualquier edad la vida puede ser bella si se sabe disfrutar, si se tiene un carácter positivo, si en lugar de poner pegas a todo se intenta buscar soluciones. Ya se que las ilusiones en la vida no pueden ser igual cuando se es joven y todavía no se recibieron unos cuantos palos y unas cuantas decepciones que cuando se es mayor y ya se probó de ambas cosas, pero aún así, hay que mantener esas ganas de vivir, de no rendirse, de hacer muchas cosas que quizás no se pudieron hacer de joven y que cuando se llega a mayor se puede permitir el lujo de hacerlas, porque ahora se tiene tiempo, o mejor posición económica o porque se alcanzó una libertad que en algún momento pudo faltar ¡y cuantas cosas se pueden hacer!, sólo hace falta tener iniciativa y pensar que la vida sólo se acaba cuando estiras la pata, ni un minuto antes.
Por otro lado, no es justo que las personas que no aceptan el envejecer como algo natural, amarguen la vida a los que les rodean quejándose a todas horas de sus achaques, de su desilusión, de que ya no ven sentido a la vida (pero eso si, de morirse no dicen nada), de ver siempre la botella medio vacía en lugar de medio llena, ¿no se dan cuenta de que las personas que las acompañan también tienen sus propios problemas y también tienen que aceptar el paso del tiempo pues este corre para todos igual?.
Quizás os preguntéis a que viene este tema hoy y os lo voy a decir, a que en mi entorno hay personas de edad que tienen ese problema, no saben envejecer y eso les impide disfrutar de una vida que pudiendo ser muy placentera se les convierte en algo penoso con lo que a mi modo de ver, están malgastando y despilfarrando lo que quizás sean sus últimos años en este mundo.
Por eso os lo intenté explicar en la reunión de hoy, para haceros pensar un poco sobre ello y que luego libremente toméis la decisión de si merece la pena aprender a envejecer o no, aunque sólo sea pensando en vuestro propio bien y para deciros que aunque envejezca el cuerpo, el espíritu se tiene que mantener joven.
39 Comments:
aprendera envejecer... es algom uy interesante que nunca me habia planteado
un beso
Vaya, Leo, creo que le estoy cogiendo afición a ponerme en los pupitres de delante.
Es cierto, no sabemos envejecer porque no queremos asumir las perdidas.Supongo que con el tiempo, nos hacemos egoistas (mi abuelo decía "dos veces niños").También te digo que hay muy pocos ancianos dichosos, sólo resignados.El secreto debe ser afrontar la inexperiencia con la que llegamos a viejos.
Un besín
Leo, en verdad que eres extraordinaria. Con textos sencillos enseñas cosas que uno ni se imagina. ¿Aceptar las cosas como vienen? o ¿Disfrutar las cosas que la vida ofrece? (Así no sean fáciles de entender)
Un fuerte abrazo,
La mejor forma de envejecer es exprimir cada día, robarle experiencias al tiempo, vivir cada día.
Hay quienes no envejecerán nunca porque sus días no suman, pasan vacíos delante de ellos. Consumen su vida pero mueren virgenes de emociones, jovenes de sabiduría.
Cuando un día se te haga largo propónte recuperarlo al día siguiente.
No soporto que me duelan las piernas de los lugares que no he recorrido, los brazos de los abrazos que no dí y la cabeza por los problemas que nunca tuve.
Aprendo cada día y ésta es un buena pizarra para hacerlo.
Un abrazo, éste que no se pierda.
¡"Seño, seño"!..
¿Qué quieres Turulatiño?.
Yo sólo soy un "guaje" pero creo que no se envejece de viejo; se envejece de joven.
¿Y cómo?.
Pues porque cuando la gente está en plenitud, cuando son jóvenes, "me da" que no saben gozar y en lugar de atesorar vida, gastan sus días sin percatarse de que es lo que, en verdad, ansían vivir.
¿Y luego?
Pues que cuando "no pueden con los calzones"..; entonces sí que saben lo que querían, con quien querían, como querían... Y les invade la sensación de que cuando eran jóvenes dilapidaron la vida. ¡Y se les pone una "leche"..!.
¿Y tú?
Pues mire "seño".., como "soy más listo que el hambre", me voy a tomar las cosas con calma. En lugar de aprovechar la primera ocasión de.., me entregaré a aquello que me entusiasme. Sabré esperar y sabré dejar actuar a la vida; quiero que ella me conquiste, antes que yo la arrolle..
¿Y para qué?
Para que cuando sea un carcamal "tenga los deberes hechos" -eso, por lo menos, dice usted "seño"- y pueda vivir tranquilo y conforme con lo que hice. Así no echaré a faltar lo que ya viví..
¿Y donde lo aprendiste?
Mirando. Los viejos en lugar de vivir su vida, añoran lo que no vivieron. ¡Qué poca gente gozada de vivir hay!.
Palabrería Turulatiño..
Creo q tienes demasiada razón.. nunca disfurtamos de nuestro tiempo.. siempre queremos ser mayores (cuando somos jóvenes) y luego queremos ser jovenes (cuando somos mayores)) .. Yo a veces me siento tan vieja.. y soy joven.. es cuestión de espiritu, como tú dices.. garaicas.. y besos
Muy complicado es lo que propones Leodegundia.
Yo tengo muchos sentimientos y muy contradictorios acerca de ir envejeciendo. Ahora empiezo a entender eso de "no importan los años mientras el espiritu sea joven". Aunque no sé muy bien hasta dónde es verdad, ¿de qué me sirve tener un estpíritu joven si luego no puedo hacer nada de lo que mi espíritu me dicta? ¿Si hay montones de cosas que no se pueden hacer porque no se tiene edad?
Es indiscutible que nos vamos deteriorando, que nosotros lo vamos viendo y que los demás se van dando cuenta y es indiscutible que cuánto más nos aceptemos seamos más o menos viejos mejor vida tendremos, pero si yo pudiera elegir no me gustaría estar por estos mundos demasiado tiempo.
Como elegir no voy a poder intentaré seguir tu consejo y empezaré no quejándome del lumbago :))).
Yo creo que es importante aprender a envejecer, que no es lo mismo los tres mosquerteros que veinte años después, siempre es bueno vivir a la par de nuestras capacidades y siendo conscientes de ello...se logra como tu dices una vida plena y satisfactoria, con alegrias o incluso pasiones como si tuvieramos quince.
Un biko fuerte !!
Lanamberguan – No suele plantearse porque nadie quiere pensar en la vejez, por eso cuando llega no se está preparado.
Marian – Es cierto y por supuesto normal, cuando se está enfermo y se tienen dolores no están los ánimos para bromas, pero si todo eso se enfrenta con un buen ánimo es mas llevadero que si pasas el día quejándote pues el problema se ve cada vez más grande y uno mismo se acogota.
Dianora – Eso es lo bueno, supongo que tendrá sus achaques como todos, pero no se deja vencer por sus limitaciones, eso es saber vivir a cualquier edad.
Raúl – Eres muy joven y es normal que no pensaras en ello. Hay que aceptar las cosas y ponerles remedio si se puede y si no se puede intentar vivir con ellas sin que nos amarguen, aprovechando para disfrutar de lo que la vida nos ofrece que a veces son más cosas de las que solemos ver.
José – Es cierto, pero mucha gente no sabe exprimir lo que se le ofrece y no sólo de mayor, de joven tampoco aunque en esa época sea más fácil. En el tema de hoy se trata de que cuando se llegue a mayor se siga teniendo ese deseo de seguir disfrutando de las cosas, con limitaciones, es cierto, pero disfrutando. Hay que tener en cuenta que las diversiones no tienen que ser iguales a todas las edades, sólo hay que saber cambiar y no aferrarse a querer seguir haciendo cosas que hacías de joven y de mayor no puedes.
Turulato – Buen diálogo Turulatiño, pero no basta con llegar a mayor con los deberes hechos, el quid de la cuestión es que nos demos cuenta de que los deberes no se terminan hasta que se estira la patuca, que hay que seguir “viviendo” con toda la plenitud que se pueda hasta el último suspiro. Se que muchos jóvenes no disfrutan por estar todo el día quejándose y si eso hacen de jóvenes ¿qué harán cuando el reuma y otras lindezas se les caigan encima?, esos son los que estarán todo el día amargados y amargarán a todo aquél que esté en su entorno. No se puede llegar a viejo añorando lo que ya no se puede hacer, hay que encontrar cosas que si se puedan hacer en lugar de quedarse sentados y aburridos.
Natalia – Ese es uno de los problemas, que la gente no se centra en la edad que tiene y si se quiere ser mayor y no se es, no se disfruta de las cosas que se te ofrecen en la juventud y si se quiere ser joven y no se es tampoco se disfruta de la vejez. Hay que aprender a vivir a tenor de la edad que tienes, que la vida nos ofrece muchas más cosas de las que solemos apreciar.
Una maruja en internet – Bienvenida a mi casa, es la primera vez que vienes pero entras con una buena disposición para la tertulia. Vamos por partes, tener un espíritu joven vale para no perder el deseo de luchar, eso ya es importantísimo, en cuanto a lo de que hay montones de cosas que no se puede hacer porque no se tiene edad, es ahí en donde radica la mayor parte del problema, veamos como lo explico, quizás con un ejemplo: si te gusta el monte y a los ochenta años no puedes hacer grandes caminatas montaña arriba porque tus rodillas no te lo permiten, siempre podrás disfrutar del monte haciendo senderismo que es más tranquilo pero igual de gratificante. El caso es saber ir cambiando los objetivos del disfrute de forma que siempre tengas una meta agradable a donde dirigirte en lugar de tener enfrente un vacío.
Jajaja, en cuanto a quejarse es inevitable cuando te duele algo, pero no es lo mismo decir ¡Ay! maldita rodilla o lo que sea que te duela y seguir haciendo cosas, que ¡ay ay ay ay ay! durante todo el día; mi opinión es que sólo hay que quejarse lo justo y cuanto menos mejor porque quejarse crea adición.
Azul – Eso es, sólo es cuestión de ir cambiando para vivir de acorde con tus posibilidades físicas y eso es cuestión de mente, lo importante es no perder ni la ilusión ni el deseo de vivir. Se que muchas veces es difícil, pero al menos hay que intentarlo.
mmm controvertido el tema de hoy, Leodegundia. Porque si bien es cierto que no es nada fácil llevar a la práctica la teoría sobre las bondades del saber envejecer, también lo es que tenemos ejemplos de viejitos que disfrutan felices de cada momento y no se han basado en enseñanza alguna de cómo hacerlo. Supongo que se trata de una "disposición" que se tiene o no, la de asimilar las propias limitaciones y saber sacar lo mejor de la nueva situación.
Estupendo tema, Leodegundia. Porque es seguro que a todos, antes o después, nos atañe.
Muchos besos
Muy acertado tu Post de hoy, Leo. Yo también conozco gente así que estan desperdiciando unos años de preciosa vida. Claro que ésta gente siempre ha sido así, antes se quejaban por jovenes y ahora por viejos, la cuestión es quejarse.
En saber envejecer está la clave, en disfrutar del día que, mañana ya se verá. Sí te digo la verdad y hablando personalemnte, no cambiaría mis 46 con sus achaques por mis 20 en plenitud. Prefiero estar joven de mente y espirítu que de piel y cuerpo.
Un abrazo
Tengo 35 años. Nunca he tenido miedo a hacerme mayor y no veo la edad como una amenaza. La mayoría de mis amigos han ido teniendo pequeñas o grandes crisis cada vez que cumplían años. No era mi caso. Siempre he pensado que los años son un regalo de vida, y que las arrugas, las señales de la edad en el cuerpo, son mucho más que señales físicas. Son la señal inequívoca de que hemos vivido, de que hemos reído, llorado, tenido experiencias que nos han marcado...
He visto envejecer a mis mayores, mis seres queridos... y me sentiré feliz de poder seguir sus pasos. Tan solo me gustaría poder llegar a ser un día como ellos han sido, personas magníficas en toda la extensión de la palabra. Con un poquito me conformaría.
Un besito!
Querida Leo:
Interesante tema planteas. Yo creo que a veces la vida no te deja mucha opción. Es cierto que a medida que vas envejeciendo van apareciendo achaques y, a veces, creo yo no es fácil convivir con esos achaques porque hasta te impiden pensar. Mis padres se están volviendo mayores y lo veo. Mi padre es muy luchador y optimista, pero no se libra de los achaques y eso le cambia el humor. Creo que hay una interrelación muy estrecha entre el cuerpo y la mente y cuando el cuerpo no va bien, la mente también sufre las consecuencias de ese deterioro. Cuando no te duele nada es fácil ver todo positivo, pero cuando la enfermedad arrecia hay que estar en el pellejo de la persona para comprender por qué reacciona de un modo u otros. Miles de besos. PD. Veo que no tienes mail tu tampoco. Puedes escribirme, si lo deseas, a andrearecolarrobaxasamailpuntocom. Muchas gracias por la corrección.
Últimamente oigo muchas quejas de los achaques de las "abuelillas" que comparten horario conmigo en la piscina, dolores, movimientos lentos, pesares... pero no fallan ni un día, se quejan, porque están regular, pero no les para ni un tren. A pesar de las quejas me gustaría envejecer así.
Besitos
Leo:
Una de las cosas que más nos cuesta a los humanos es envejecer, aceptar que tienes limitaciones y que no puedes hacer cosas que antes hacías, pero eso es la vida: ir aceptando esos cambios y tratar de disfrutarlos.
Reconozco que a veces es difícil para aquellas personas mayores que tienen problemas graves de salud, pero hay que seguir siempre hacía adelante, no podemos volver atras.
Besos
José
PD: Me alegro que te gustará el cambio.
Almena – Por supuesto que el aprendizaje tiene que ver con la disposición de la persona hacia lo positivo, se que es difícil aceptar el perder facultades, pero teniendo en cuenta que no queda otro remedio, lo mejor es tomarlo por el lado bueno y no hacer de ello una tragedia.
Trini – Lo peor de la vejez es cuando hay enfermedades graves, pero los achaques creo que se pueden llevar mejor de lo que mucha gente los lleva, se pasan el día hablando de ellos en lugar de hablar de otras cosas que les harían olvidarlos.
Cris – Hay personas que no se dejan abatir y aun teniendo dolores normales en esas edades, no por ello dejan de participar en un montón de actividades que les hacen sentirse vivos y con ilusión y a mi entender eso es lo que hay que hacer y no pasar el día quejándose y añorando tiempos pasados.
Andrea Recol – Se que cuando te duele algo el humor no es el mismo que cuando te sientes bien, pero precisamente la mente es la que te tiene que obligar a que no te atrincheres en un sillón y te dejes quedar sin luchar por seguir adelante; no es una labor fácil pero al menos hay que intentarlo, vale que decaigas en momentos malos, pero en los buenos no te debes de seguir quejando igual que en los malos porque entonces tu vida pierde toda la calidad.
Glassy – Lo peor no es cuando envejece el cuerpo, si no la mente porque es la mente la que puede obligar al cuerpo a no achicarse y a enseñarle que en la vida a esa edad, todavía se puede disfrutar.
Whitte – Esas “abuelillas” son las que saben vivir, entre quejido y quejido no pierden comba y se apuntan a todos los viajes y a todas las actividades que encuentran y a eso es a lo que tenemos que aspirar.
José Sans – Cuando hay problemas graves poco importa la edad y esas personas tienen todas las disculpas del mundo para quejarse cuanto quieran, son las que sólo tienen achaques las que tienen que cambiar y no quejarse tanto como si lo que tuvieran fuera grave y de estas últimas hay demasiadas.
Me gusta lo que dices porque creo que tienes razón
¡La vejez! Un gran tema Leo.
La vejez aunque suene topico esta en el alma.Solo se envejece cuando se pierde la ilusión,las ganas de vivir, el asombro ante lo nuevo. Mientras la ilusión este viva, poco importan los achaques, hay que crecerse ante la adversidad, ante los tropiezos y las caidas, nacer cada día.
Insisto la vejez esta en el alma no en el cuerpo, aunque este hay que aceptarlo y si no puedes correr, intenta andar, si no puedes andar , corre con la imaginación, pero nunca, nunca se debe perder la ilusión...
Buen tema!
No es fácil envejecer, los achaques propios de hacerse mayor lo hacen peor..pero será cuestíon de aplicarnos y envejecer con las mismas ganas de vivir, sin perder la ilusión ni la sonrisa.
Toda una lección, un beso maestra ;)
Sé que voy a decir un tópico, pero pienso que no sólo envejeces, también sabes algo más de la vida... tal vez por los desengaños, pero también por todas aquellas cosas buenas que te han pasado.
Yo digo, como Estopa pero en con otro sentido, 'que soy como el vino añejo', cuanto más vieja, mejor calidad... jejeje. Cada cual se toma la vida como quiere. Todavía queda gente que me pregunta si pienso que a estas alturas puedo cambiar mi trabajo, mi vida... pues sí!
Me encanta.
Un abrazo
No sé que ha pasado que ayer hice un comentario pero no apareció. Te decía pues Leo, que me parece que aprender a envejecer es vital, porque todos envejecemos cada día, hasta los más pequeños lo hacen -aunque ellos no deberían hacerlo-. Me gusta lo que dices de aprender a disfrutar cada etapa, y acostumbrarse a lo que se puede y se tiene y ni añorar el pasado para evitar sufrir en vano. El pasado no regresa... Cuanta razón Leo. Un abrazo.
Hoy en día, se ha formado un modo de pensar en general (no buscaré culpables...) en el que parece que todo lo viejo ya no sirve y hay que desahacerse de ello. El concepto de nuevo parece imprescindible y esto conlleva que no sólo lo atribuyamos a los objetos sino incluso a las personas. Si tienes arrugas, ponte botox, opérate, con 50 años debe parecer que tienes 25...Se llega a un punto, a mi ver, bastante ridículo. Envejecer es bueno, como tú dices, la vida sólo acaba con la muerte (verdad tan simple que la mayoría de las veces es ignorada)
Como se dice en la sabiduría popular, o por lo menos lo dicen muchos ancianitos de mi zona(otra de esas verdades simples): Qué malo es llegar a viejo, pero peor es no llegar...
Un besote
Madre como corren tus blogadictos dejandote comentarios¡¡¡¡¡
y yo siempre llegando tarde¡¡¡¡
a ver .... recapitulemos.....hummmmmm
la tersura de la piel ya la empiezo a notar a demás de el efecto de la gravedad sobre los pectorales.... si esa manzana no se hubiera caído¡¡¡¡¡¡¡
lo del cabello color gris pos nose¡¡¡¡¡ con tanto tinte de pelo¡¡¡¡
la vista ufffff cada vez peor..... y me paso el dia diciendo... que???? será que estoy envejeciendo???????
Joes Leo... ya me estas haciendo pensar en lo peor¡¡¡¡¡
Bromas aparte, yo me veo de viejecita tan gruñona como ahora, más achacosa... eso de subir a la faja de Pelaez por ejemplo me da que no¡¡¡¡ pero un pisssnic, con su cestita correspondiente a la inglesa eh¡¡¡¡
Eso si¡¡ me niego a colgar los tejanos definitivamente, yo seré una abuelita que fume en pipa y con tejanos¡¡¡¡¡
besos
Nairoa
Ogigia – Yo también creo que tengo razón, el caso es, cuándo nos llegue la vez ¿habremos aprendido?, espero que si porque mira que si después de tanto despotricar yo no aprendo…..
Consumidor irritado – Me encantó lo que dices: si no puedes correr, intenta andar, si no puedes andar , corre con la imaginación, pero nunca, nunca se debe perder la ilusión...
Grial – Si hija, el caso es no perder la ilusión y no permitir que tu vida gire sólo alrededor de los achaques.
Marcarlop – Yo creo que lo que hay que procurar es que dentro de los achaques que se puedan tener, disfrutar de una cierta calidad de vida y para eso hace falta una buena disposición.
Diego – Así es, aprender a disfrutar cada etapa procurando hacer la vida lo más agradable posible.
Azusa – Que razón tienes cuando dices: en el que parece que todo lo viejo ya no sirve y hay que deshacerse de ello, lo malo es cuando las personas mayores opinan lo mismo en lugar se sentirse satisfechas de haber logrado llegar a la vejez.
Nairoa –Llegas a tiempo, no te preocupes. Jaja, yo creo que también seré un poco gruñona, pero en fin, para el caso que me van a hacer no creo que importe. Me parece estupendo que llegues a ser una abuelita que fuma en pipa y use tejanos.
Yo veo a gente muy cercana a mi, que esta envejeciendo y precisamente no se quejan de éso, del fisico ni nada, pero SE que estan tristes porque se estan quedando solos. A la juventud ya no nos importan los mayores. Yo me incluyo. Somos unos cabrones
Y ésa gente son la vida, el saber, y los estamos ninguneando.
No es enfermedades, ni estado físico. Es la cabezota Leodegundia...
Sigue asi :). Besos.
Yo sé que seré una viejita feliz :P
Besitos Leo
Lo que más temo de envejecer es la soledad. Pero supongo que me iré acostumbrando a ello. Seré una viejecita pintora y me iré al Louvre a copiar a los grandes, ¿te vendrás conmigo Leo?
Besos.
Leo tengo personas muy cercanas a mi que no admiten que los años no pasan en balde, y que no se puede tener la misma agilidad de los 20 años.
UN besito.
Hola, muchas gracias por tu visita a mi blogs y por darme animos. No vine antes porque ando perdida un poco con este tema, y porque aunque sí te leí en un par de ocasiones, quise ponerme mas al día con tus escritos. Bueno los mios te aviso no tendrán ni una tercera parte de la calidad que tienen los tuyos, ya no solo por su estética, si no por la historia que algunos encierran, (vease el de las reinas), ect. Por supuesto serás un asiduo mas diario en mi recorrido de blogs. Y si no te importa, pido tu permiso para agregarte al mio y así venir con mas facilidad.
Un saludo y te seguire leyendo
Holas Leo, bordas tus post, admiten pocas alegaciones. Yo creo que se envejece como se vive. Perdí a mis padres pero unos tios que son mis padrinos, son maravillosos, una vez les pregunté que había que hacer para llegar a su edad con la energía y las ganas de vivir que tienen, me respondieron...REIR, así como lo lees, son encantadores, siempre están rodeados de gente y no creas que no tienen problemas, (ambos padecen el terrible mal de moda), lo llevan con unas ganas de vivir, hacen gimnasia, bailan, nadan, etc, son un ejemplo para mí.
Un beso.
Dios, entonces creo que tengo la patología de Peter Pan, me cuesta mucho trabajo la idea de ser más viejo cada día, y no es que lo sea, pero pensar que un día dejaré de hacer lo que hago ahora me pone triste, pero creo que cuando llegue ese momento no será tan trágico, pero sí, tengo que aprender a estar conciente de todo eso que bien dices Leo... Que estés bien, un beso!
Hola Leo, tienes toda la razón, pero yo matizaría, no solo hay que aprender a envejecer, hay que aprender a vivir, aunque una cosa lleva a la otra.
Besos.
PD. He estado liado y no he podido visitarte como de costumbre.
Vergonzoso – La soledad es otra de las cosas que influye para que la vejez no sea agradable y tienes razón, cada vez se les deja más solos.
Chupituni – Me alegro de que pienses así, por lo menos ya llevas la mitad de la labor hecha.
Elen – Estupendo, te ayudaré a llevar el material.
Darilea – Eso es lo peor y si se empieza por no admitir eso ¿cómo podrán comprender todo lo demás?
Luna35 – Bienvenida, cada blog tiene su estilo y el tuyo seguro que nos ofrecerá muchas cosas interesantes, vuelve cuando quieras.
Incondicional - ¡Qué suerte! Creo que tienes al lado la mejor escuela que se puede tener, sigue sus pasos y ayúdales todo lo que puedas en sus momentos malejos, se lo merecen.
Matías – Con tu carácter seguro que cuando llegues serás un viejito simpático que encontrará motivos para seguir riendo y haciendo reír a los demás.
Miguelón – Tienes razón, lo mejor sería aprender a vivir pues eso implicaría que ya no sería necesario aprender a envejecer.
Tranquilo, vengas cuando vengas siempre encontrarás la puerta abierta.
aprender a envejecer, mas bien hay que aprender a vivir primero y tomar las cosas como vienen pues algunas no tienen remedio ni mucho menos vuelta de hoja, las personas que se quejan del envejecimiento puedo pensar que son banidosas en ciertos puntos. Si algún día ya no podré montar en bicicleta igualque cuando tenía 17 años, pero en tanto disfruto el momento para cuando sea un anciano no sea un anciano amargado sino un aciando que atesore aquellos años creo que en ese punto aprenderemos a valorar las cosas.
Un beso Leo!!
Carlos - Así me gusta, si sigues pensando así, serás un viejito encantador, jaja, si no puedes correr en bicicleta, lo harás en una silla de ruedas, pero disfrutarás de la carrera.
Si señor hay que saber envejecer y no se aprende se lleva dentro,¿como? mirando a tu alrededor y mirando tu interior y el deseo que tengas de vivir, de hacer cosas, porque es la época en que lo puedes hacer todo , pero todo, sin ningún tipo de coacción. Puedes jugar , cualquier juego es bueno ,yo disfruto jugando a las casicas, a los indios con mis nietos, no hay quien te diga no pedes salir con tal o cual chico o ven a tal hora , puedes sorprender y sorpenderte tu mismo de la decisión tomada con pequeñas cosa, escaparte al cine como cuando eras joven ,una comida sola o acompañada en un restaurante, vivir el día a día sin anclarte en el pasado recordando los momentos felices sin falsearlos y que se pueden repetir, si no los mismos otros similares. Tines la libertad absoluta,pero sin olvidar que el cuerpo se deteriora y hay que adaptarse a ese deterio.Con mi edad y jubilada hago muchas más cosas con ilusión que cuando estás sujeta a lo que te rodeaba y a pesar de las limitaciones vivo feliz. Cuando me acuesto siempre digo: mañana será mejor que hoy y al levantarme el día es magmífico No merece la pena quejarse a la corta te haces daño tu y a los que te rodean . Adelante con la ilusión de envejecer, porque has vivido un día más y siempre aprendes algo nuevo, se me olvidaba también tienes derecho a enamorarte como una jovenzuela.Nina Gracias Leo
Nina - Bienvenida a mi casa, es la primera vez que veo un comentario tuyo.
Por lo que veo tú si que sabes envejecer, por lo tanto entendiste bien lo que quise expresar en mi escrito.
Como ha dicho alguien más arriba, lo peor de la vejez es la soledad. Si no te mueres, inevitablemente te vas quedando sola, vas viendo partir una detrás de otra a las personas que quieres y que forman tu entorno, primero las de la generación anterior y luego la tuya. Y para eso no hay aprendizaje posible, en eso disiento contigo, Leodegundia. En lo demás, de acuerdo completamente.
Senior Citizen - Me temo que la soledad es mala en cualquier época de la vida, pero es cierto que cuando no se estuvo solo y empiezan a faltar las personas de alrededor la soledad se acentúa y con ella llega el miedo también.
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