Tomar el té
Ya lo comenté de pasada en otro de mis escritos que para mi tomar el té era uno de los mejores momentos del día por que eso de "vamos a tomar el té" incluye algo mas que echar garganta abajo una infusión, esa invitación conlleva la charla, los canapés y las pastas que todo hay que decirlo y suele desenvolverse en un ambiente relajado y agradable.
Mi afición por este brebaje nació en Egipto, si, parece que quiero presumir de mis exóticos viajes pero no es así y enseguida lo comprenderéis. Los egipcios no destacan precisamente por su amor a la limpieza, cualquiera de los que hayan estado allí lo sabe bien y yo que soy un poco tiquismiquis nada mas llegar ya vi que podría aprovechar para hacer un poco de régimen, idea que se afianzó después de ver lo que relato a continuación. El hotel en donde estábamos era de tres estrellas pero supongo que se las habían dado por darles algo pues por poner un ejemplo el camarero que servía las mesas llevaba una chilaba que parecía de lunares, pero no, si te fijabas un poco veías que eran manchas y no era de extrañar pues entre otras cosas antes de ponerte los cubiertos en la mesa, los limpiaba frotándolos en la pechera, a saber que habría "limpiado" antes, lo que hacía que inmediatamente redordaras que ese día te tocaba ayuno y no digamos cuando estando esperando el autobús para alguna de las excursiones llegaba el carrito con la mantequilla, blandita ella porque le pegaba el sol y adornada con las maravillosas moscas egipcias, así que ibas reduciendo lo que te apetecía comer hasta que te quedaste en tres productos básicos, agua (mineral envasada en Suiza), mermelada también suiza en tarrinas individuales y pan.
¡Oh Señor! En la primera excursión que hicimos, para mi desgracia nos llevaron a comer a un restaurante en el que como parte de la diversión y disfrute te mostraban como hacían el pan de forma artesanal, relato: una señora toda vestida de negro estaba arrodillada frente al horno de piedra, cogía porciones de masa y las aplastaba entre las manos, plaf, plaf, plaf, y las metía al horno, luego soplándose las manos las sacaba cuando ya estaban doradas y las iba apilando en el suelo a su lado de donde las recogía otra mujer también vestida de negro que sin cortarse un pelo por las atentas miradas de los excursionistas, se las ponía debajo del brazo a la altura del sobaco y las llebaba a la mesa para que pudiéramos disfrutar de ese goloso manjar, pero la pobre mujer no sabía que estábamos a régimen también de pan; de la comida ya ni hablamos. Al continuar el viaje pudimos disfrutar de una buena vista del Nilo, eje y vida de ese país en donde todos tienen derecho a disfrutar a su manera como por ejemplo la mujer que estaba fregando sus cacharros en sus "límpidas aguas" mientras a su lado unos niños chapoteaban jugando con una cabra que disfrutaba en el agua mas que los niños, debía de ser una cabra acuática; pasamos luego por un mercado al aire libre (menos mal porque olía fatal) que se celebraba en terreno de nadie y que abastecía a varios poblados de los alrededores y el guía quiso que entráramos y lo que más me impactó fueron los tenderetes de la carne, nada de separar la carne por categorías, se colgaba al animal y como si fuera un jamón se cortaban pedazos, lo que no se es si las moscas que estaban posadas en la carne iban en el precio o te las cobraban aparte; al llegar al oasis que era el destino de nuestra excursión el guía quiso enseñarnos un bosquecillo lleno de árboles my variados que en lugar de zona verde era mas bien amarronada debido al polvo que todo lo cubría, envió a una viejuca a buscar unas esteras pues quería invitarnos a tomar el té hecho allí mismo en plena naturaleza, cuando llegaron las esteras para cubrir el suelo, fue echarles un vistazo y automáticamente todos decidimos que tomar el té sin sentarse era como más apetecible, por lo que el guía, observador el, volvió a dirigirse a la señorina y esta echando pestes regresó con otras esterillas pelín mas presentables, como ya era demasiado seguir negándose a sentarse después de que la abueluca dio tantos paseos, nos acomodamos como pudimos y nos dispusimos a tomar el maravilloso té del oasis, pusieron el agua a hervir (lo que lo salvaba de una nueva negativa a ser ingerido), echaron el té y a la pregunta del guía de si lo queríamos con limón, todos contestamos que si, tal vez pensamos que el limón serviría un poco para desinfectarnos el gargüelo, el guía se levantó, se acercó a un árbol, arrancó un puñado de hojas y sin más las echó en el fervidillo, a renglón seguido y como todos teníamos la boca abierta por la impresión, aprovechó para servirnos el té que sin rechistar tragamos pasando del asombro al placer pues puedo aseguraros que fue el mejor té que tomé en mi vida.
A partir de entonces y teniendo en cuenta que además de hervir el agua estaba realmente bueno, lo añadimos a la menguada lista de nuestros alimentos durante nuestra estancia en ese país. Cuando regresamos a casa el té empezó a formar parte de nuestras vidas y aunque no teníamos hojas polvorientas que echarle, nos conformamos con un chorrito de limón recién exprimido.
24 Comments:
Jajaja, mira que me he reido con tus historias, la señora que hacía tortitas me ha recordado cuando estuve en Turquía y fuimos a un restaurante, creo que por tus explicaciones era la misma mujer, jajaja, por que hizo lo mismo.
Creo que cuando salimos de viaje tenemos que cambiar un poco el chip que llevamos y adaptarnos a todo, quizá eso sea lo divertido y enriquecedor de viajar.
Muchos besos.
Elen tiene razón, tenemos que adaptarnos al país en el que estamos y sus costumbres, pero claro, nadie está dispuesto a sufrir una infección estomacal y pasar descompuesto el resto del viaje, es que parece que los nativos son inmunes a esas guarradas, jajajaa, se quedan sorprendidos mirándonos como bichos raros, igual que nosotros a ellos. Conclusión: mola viajar y mola el té. Saludis.
YO también soy muy "tiquismiquis" a la hora de comer, así que me habría pasado algo parecido. Pero no sabía nada de todo esto. Tú siempre me descubres algo nuevo, y es que yo he visto tan poco mundo, jajajaja.
Me ha encantado mi viaje al egipto virtual... Conductora: Leodegundia.
jajajajajaja Por favor, sigue deleitándonos con tus historias, tienes una forma de contarlas que tranquiliza, aparte de que también divierte :)
Primero gracias por visitarme. Me da gusto encontrar alguien que tiene la misma "afición" al té que yo, aunque por razones diferentes. Me reí mucho con la historia que narraste, saludos!
Imagino que a estos paises no se va precisamente "a disfrutar de su comida"... lo que esta bien si quieres perder unos kilitos... porque aqui, en vacaciones se suelen coger de más... Un saludo.
jajajaja.Si es q desde q conozco el blog leo cada cosa..jajaja.
Uno de mis propuestas para elproximo año era viajar egipto.Digo viajar xq yo tb soi un poco especial en eso de la higiene personal,y aun mas de los alimentos.
Gracias x tu comnetario,me siento muy muy bien recibida en estos mundos.
pd:me encanta la forma en la q escribes,es para partirse.
besotes
Si es q no soy capaz de escribirte nada.Se me borran todos los comentarios¡¡
Si este llega,prometo reescribir todo lo que pensaba decirte¡
Te devuelvo la visita a mi blog! ;) Me ha hecho mucha gracia tu post asi que seguro que vuelvo por aqui...jeje.
La verdad es que es toda una experiencia la de Egipto, si voy alguna vez, ya voy curada de espanto...! :)
Kisitos
Ay Leo como me he reido con tu post!. Yo he estado en algunas fabricas y la verdad, esas cosas mejor no verlas porque sino no comeriamos. Puaj!!!!
Besissss
Lo de viajar siempre me encantó, lo que pasa es que no tengo mucho tiempo, pero creo que el día que ya no exista se me habrán quedado muchos sitios sin ver. Espero que para entonces haya podido ir a Egipto que siempre me ha fascinado, aunque ahora las cosas estén pelin chungas.
Eso sí, he aprendido de tu historia que será mejor que me lleve algo pa poder picar de vez en cuando :)
Un besin
YO no podría hacer un viaje a Egipto ni a ningún otro país con tantas deficiencias en la calidad de la alimentación. ¿Cuántos kilos adelgazaste?
Un abrazo.
Pues ya me iría bien un viajecito de estos que describes para liberarme de algunas de las arrobas que me sobran, aparte de conocer Egipto, que me encantaría, pero no se yo si esto de la mugre y las moscas le quitaría algo de encanto, porque de escrupolosilla soy un rato.
Sobre lo de las "tradiciones" de torturar a animales, sin comentarios, bueno si, uno, solo hay animal en el mundo que sea capaz de cometer semejantes atrocidades por pura diversión, empezando por H...
Esa tertulia y charlas tranquilas que cuentas alrededor del té, en Asturias la hacemos alrededor de una botellina de sidra.
Donde en el resto de España cada uno está con su vaso de vino, etc. en Asturias, la costumbre de compartir vaso y botella, hace que surja la charla y se cree un ambiente que no he visto en ningun otro sitio, excepto, como cuentas, las reuniones que se hacen alrededor del té
Hola Leo, es la primera vez que leo tu pagina..y me he reido mucho con el guento de la Güetia, y lo del te..mucho. Los viajes a paises en desarrollo(como Egipto) están llenos de contratiempos para los europeos, los nativos del lugar suelen estar acostumbrados(si, a la malnutrición y a las enfermedades intestinales, que son una importante causa de muerte en su país..inmunes no hay nadie)..así que, aplaudo tu decisión de comer pan, mermelada y yte..aunque tu apetito no lo aprobaría..je,je1saludo
Lo bueno de tomar té es que lo puedes hacer hasta en el sitio más cochambroso, ya que los gérmenes no aguantan la ebullición.
El mejor té he he probado en mi vida fue en un restaurante árabe en Londres (mmmmmm).
Agradezco a todos vuestra visita y vuestros comentarios pues así formáis parte de las charlas del Rincón de Leodegundia y quiero aclarar que mi viaje a Egipto a pesar de lo que conté no fue negativo, en realidad al que le gusten la historia y "las piedras antiguas" allí puede disfrutar muchísimo. Y Willy, soy asturiana y conozco las reuniones alrededor de la sidra, pero por desgracia yo no puedo tomarla.
Un abrazo a todos
Aiss ais esto es mejor que la clínica esa de Marbella la Buchinguer o como se llame para adelgazar. Ya te imagino una semana bebiendo té y dejando la comida en el plato jajaja. Por lo demas tiene q ser precioso.
Besos
Jjajjaa, que gracioso. A mí me pasa igual con casi todos los paíse árabes. Pero la verdad es q como soy muy comilona, termino comiendo. jjajaja.
Muchos besos
Curioso. Por lo que veo siempre te has podido lavar..
Pero piensa un momento. ¿Todo lo que crees imprescindible es necesario?.
Sí tus costumbres son las debidas para vivir, ellos.., y yo, estaríamos muertos.
Marrakech - Siempre siento un poco de envidia de la gente que come de todo en cualquier sitio al que va, yo soy bastante tiquismiquis si tengo que comer fuera de casa, pero eso si, soy tan "agradecida" que aunque pase unos días a dieta, ni se me nota, así que no me envidies nada.
Besin
No he estado en Egipto, pero con tu relato se me quitan las ganas de ir, por mucha pirámide y mucha Historia que haya. Y, encima, con calor, que bastante lo "disfruto" ya en mi propia tierra.
Senior Citizen - Pues yo disfruté porque hay mucha Historia encerrada en ese país, pero sinceramente no es un lugar en donde me gustaría vivir.
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