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domingo, noviembre 09, 2008

Trifulca en la catedral

Se podría pensar en un principio, que personas cuya misión es dar a conocer la palabra de Dios trabajarían unidos codo con codo para lograr su fin, pero no siempre es así, a veces, en lugar de codo con codo lo hacen a codazos y eso es lo que pasó hace ya tiempo en la catedral de Oviedo

Corría el año 1568 y se acercaba la Semana Santa, tiempo de recogimiento para los creyentes y tiempo también de tremendos sermones con los que se intentaba concienciar a los feligreses de que debían arrepentirse de sus pecados para poder alcanzar el cielo eterno.

Pero en la ciudad no reinaba la paz entre el obispo y la comunidad dominica de los Padres Predicadores. Sus desavenencias y roces eran tan frecuentes que eran numerosas las denuncias y pleitos, siendo la última la mas problemática pues los frailes decían tener derecho a predicar en la catedral y el obispo no estaba de acuerdo. Se recurrió a la Cancillería de Valladolid que dio la razón a los frailes, cosa que les puso la mar de contentos pero que al obispo de Oviedo le importó un rábano tal fallo y siguió en sus trece de que en la catedral no predicarían los frailes.

A todas estas, entre que si predico y que no predicas, llegó el Jueves Santo día en el que se da el primer sermón llamado del Mandato y los dominicos, envalentonados ellos por el fallo favorable de Valladolid nombran nada más y nada menos que a fray Diego de Escalante, personaje al parecer bastante insensato y exaltado, para pronunciar el sermón ese día. Para ello se presentaron muy ufanos en la catedral acompañados del escribano Gabriel de Hevia para que diera testimonio del privilegio que les había sido concedido de predicar allí. Quizás era tanta su euforia que olvidaron por un momento con quien tenían que vérselas, nada más y nada menos que con el obispo Juan de Ayora, personaje con fama merecida de duro e inflexible que no admitía que nadie le llevara la contraria en ninguna de las decisiones que él tomaba con respecto a lo que se hacía en la catedral.

La catedral estaba abarrotada, pero el silencio era total quizás sobrecogidos por el ambiente un tanto tétrico producido por las colgaduras negras que cubrían los altares y la pobre iluminación de las velas. Y allí me va el fraile lleno de arrogancia caminando por el pasillo central camino del púlpito sabedor de la expectación que producía en los fieles que llenaban el templo. Comenzó a subir la escalera repasando mentalmente las palabras con las que comenzaría el sermón que llevaba bien preparado sin pensar ni por un momento que nunca llegaría a pronunciarlas ya que el cotilla de turno, siempre hay alguien dispuesto a llevar las noticias de un lado a otro, se había dirigido al palacio del obispo para contarle lo que estaba pasando.

Enterado este de lo que se preparaba en la catedral, no perdió tiempo y haciéndose acompañar de familiares y servidores salió disparado, cruzó el claustro y entró en la catedral como un huracán que no presagia nada bueno. El escribano intentó frenarlo para leerle el derecho que asistía al fraile, pero fue apartado a un lado sin ningún miramiento mientras el obispo dio orden a sus criados de que bajasen del púlpito al fraile sin andarse con remilgos, orden que fue cumplida a toda velocidad ante el asombro de los feligreses que contenían la respiración intentando no perderse nada de lo que estaba sucediendo.

El alguacil del obispo y el paje agarraron las vestiduras del fraile y lo arrastraron escaleras abajo y como él se resistía, acabaron por rasgarse los hábitos quedando en un momento cubierto sólo de jirones de tela, y no sólo el hábito salió mal parado, el fraile recibió numerosos puñetazos y alguna que otra patada haciendo una bajada de escaleras espectacular. Cuando pasó la primera sorpresa los que habían acompañado al fraile se metieron de lleno en la pelea y el alboroto fue monumental, pero el obispo no cedió y se llevaron preso al fraile.

Entre los feligreses se produjeron variadas reacciones, unos de espanto por lo que consideraban un sacrilegio, otros tomando partido por el fraile al que creían con derecho a predicar en ese lugar, otros a favor del obispo al que consideraban dueño y señor de la catedral y otros quizás encantados con todo aquel lío porque se libraban de un sermón sobrecogedor y amenazante que les dejaría el ánimo amedrentado para todo el día por la promesa de tremendos castigos que sufrirían en el infierno si no dejaban sus pecadillos, esos que les hacían la vida tan grata a veces.

Cuando Escalante pudo huir de su encierro, escribió un memorial dando su versión de lo acontecido que más o menos decía así: «Echáronme sus criados del púlpito abajo, quitáronme el hábito, rompiéronme la cinta, rompiéronme la saya o túnica, truxiéronme delante todo el pueblo por espacio de media hora por la Iglesia Mayor, dándome muchos golpes, llamándome muchas infamias y luterano; lleváronme preso el Provisor y criados del Obispo, asido de pies y manos, como si fuera muerto; tendiéronme en un corredor; manda el Provisor cerrar las puertas; díceme allá a solas grandes injurias, manda traer unos grillos, métenme en un cerrado estrecho... cierran por defuera muy bien; consultan fuera no sé qué; quedo con temor que me pondrán la vida en peligro: era tanta la fatiga que tenía que por muy gran espacio no podía alcanzar huelgo... Con el temor que me matarían, quité los grillos, salté por una ventana sobre un tejado, sin capa y sin zapatos y sin cintas: la ventana estaba del suelo en alto, diez o doce brazas poco más o menos: vióme gente mucha sobre el tejado; concurrieron dando voces no me echase del tejado abajo: quité las tejas y techumbre e hice un agujero: bajéme a un desván, salí ansí por la puerta, vino mucha gente conmigo, acompañándome no me tornase a coger la gente del Obispo... Lloraban de compasión de ver tan mal tratamiento», etc.

No se, porque no encontré más documentación sobre el tema, en que habrá terminado este lío, pero de lo que no me cabe la menor duda es que en Oviedo nunca se vivió otro Jueves Santo con menos recogimiento y no hay duda de que esta trifulca dio para muchas jugosas conversaciones tanto en las casas, como en las plazas, como en las tabernas, llegando hasta nuestros días para que sirva de tema en esta tertulia.

26 Comments:

Anonymous Anónimo said...

- Jubi esto lo arreglamos igual que cuando Jesucristro echó a los mercaderes del templo, tu con la escopeta a la entrada, cuando llegue el obispo le pones una zancadilla y yo me subiré al púlpito y empezaré con la homilía "Queridos hermanos nos hemos reunido aquí... ¡ese que se calle, que la escopeta está cargada!. Habráse visto tal osadía?".
Un abrazo

noviembre 09, 2008 5:56 p. m.  
Blogger Julia said...

JAJAJA, estoy de acuerdo con "UN JUBILADO"!!! :D
Saludosss, que tengas muy buena semana!!!

noviembre 09, 2008 9:20 p. m.  
Blogger Ligia said...

Me imagino al fraile en paños menores rodando por las escaleras, ja, ja. Está buenísimo, Leo. Hasta en la Iglesia se viven las mejores peleas. Un abrazo

noviembre 09, 2008 10:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Normal que no esté documentada la resolución de este litigio porque en los dos años en los que fue obispo de Oviedo Juan de Ayala, tuvo con los dominicos de esta ciudad otros 99. Y si las cosas de palacio van despacio... En total, cien pleitos según he leído. Vaya usted a saber si por los disgustos, porque la apoplejía que padecía no era compatible con el orvallo asturiano o porque fue llamado en ese mismo año por el altísimo para librar su particular litigio eterno, el obispo murió y la trifulca que relatas no pasó de ser un escándalo difícil de ocultar porque el “rebaño”debió quedarse con los ojos a cuadros viendo cómo llegaban a las manos un “profesional autorizado” del púlpito y el arrendatario del mismo.
Y mira que he pasado por delante del púlpito de la discordia y no tenía ni idea. Esta tertulia tuya, es una oportunidad constante para las más variadas reflexiones y descubrimientos.
Un besín

noviembre 09, 2008 11:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jejeje, de Ayora quise decir... a ver si ahora me va a poner un pleito cualquier descendiente de Ayala.:0)

noviembre 09, 2008 11:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La iglesia siempre a estado llena de fariseos, predican la paz, la concordia, todos somos hermanos, no guardaras rencor,etc y luego ya ves que ejemplo dan.
Saludos

noviembre 10, 2008 2:32 a. m.  
Blogger Maca said...

Menudo personaje el tal obispo.
Sabe Dios lo que se cuece hoy en día de puertas adentro en estos ministerios.
Un beso

noviembre 10, 2008 12:26 p. m.  
Blogger "O zagal de Molinero l'arco" said...

jejejeje,a begadas ye mellor rise.

noviembre 10, 2008 1:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pobre fraile. Menudo genio se gastaba el obispo. Seguro que se le quitarían las ganas de predicar por un tiempo. Que cosas...

Ayer oí de refilón en la tele que en el templo Santo de Jerusalén hubo una discusión similar a esta.

Un abrazo Leo

noviembre 10, 2008 3:04 p. m.  
Blogger fonsado said...

No hace falta mirar al siglo XVI, ¿has visto la que se ha montado hoy en el Santo Sepulcro? Monjes ortodoxos armenios y griegos se han dado de palos, y todo, como en tu historia, por un lugar, un espacio y un protagonismo en el santo recinto.
Ya ves, cinco siglos y siguen lo mismo.
Saludos Leo.

noviembre 10, 2008 7:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El otro día vi una noticia de religiosos en Palestina (no estaba demasiado pendiente hasta que empezaron a zurrarse) que discutían por no sé qué historia de una procesión de unos que no permitían pasar los otros. El caso es que se dieron de lo lindo y por supuesto con las cámaras como testigos. Y es que por lo visto el paso de los años no cambia el método de reclamar los derechos, por lo menos el de algunos "religiosos".
¡Una vergüenza!

noviembre 10, 2008 7:50 p. m.  
Blogger Isabel Barceló Chico said...

Esta noticia viene al pelo cuando la leo, pues hoy viene en los periódicos la trifulca montada por y entre cristianos de distinto rito en la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalen. Y es que ni siquiera los lugares sagrados pueden contener las iras cuando éstas se desatan. Los dominicos tenían fama (si no recuerdo mal) de ser soberbios, y supongo que el Obispo tenía muy claro cuál era su jurisdicción y dónde mandaba él. Las órdenes de predicadores nunca gozaron de muchas simpatías por parte de la iglesia secular. En fin, ¿quedaría muy mal si digo que me ha gustado mucho leer de este encontronazo? Besos, querida amiga.

noviembre 10, 2008 7:55 p. m.  
Blogger BOIRA_A said...

jjajajaj Muy bueno, pero digan lo que digan El Obispo tenia la razçonj en la catedral el que manda es él por eso se llama Catedral, que equivale a sede, y sede a silla Silla, o sede desde la que el Obispo predica, por lo tanto ciñendonos a la palabra y decretos del Obispo le asistia la razón , Otra coosa es que el tal obispo era pleitoso y que no debió armar ese estrapalucio

Gracia spor tan buenos ratos que nos haces pasar con tu historias

Pero ahora con el actualo carlos Osorio tambien debe haber sus mmas y sus menos

Saludos

noviembre 10, 2008 11:02 p. m.  
Blogger almena said...

¡ay! que "con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho"

besos, bella!

noviembre 11, 2008 11:44 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Comencé a leer el post con una ligera sonrisa pues ya te comenté en varias ocasiones que relatas tan bien que me metes en situación, vamos que me imaginaba metida en escena, pero a medida que avanzaba la lectura , la sonrisa desapareció y ya al leer la explicación del fraile me sentí fatal...
Una vez más nada nuevo bajo el sol, mira que somos eh????

Gracias por cultivarme, eres una blogoencicopedia, vaya palabro ;-)

Abrazos.

noviembre 11, 2008 11:49 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Querida Leo, hace 15 días que salí del tunel es muy largo con un gran lago al final.
Y yo digo una cosa si los que no estamos tonsurados formamos las trifulcas que formamos,¿no tienen derecho los tonsurados y sobre todo los líderes dominicos, menudos dominicos, que tenían el poder en sus manos,y hoy también lo tienen,a pelearse? pues que sigan para que la lectura de tu post nos sea más grato.Te superas nena cada día.Guille

noviembre 11, 2008 4:05 p. m.  
Blogger A.M. said...

No sabía yo esta historia. Pero mira que no es gracioso. La verdad tema a parte la catedral de Oviedo es...Oviedo es en general muy muy bonita!!!:P Si es cada vez que aquí tomo una rotonda me acuerdo de las de Oviedo con sus fuentes, ufff, ... te iba a decir para cuando un post de Oviedo, pero creo que diré a ver cuando hago yo uno de ahí que mira que no tengo fotos...Bueno que paro ya de hablar de Oviedo, que es empezar y la emoción no me deja terminar.
Un abrazo muy grande linda!

noviembre 12, 2008 4:12 a. m.  
Blogger clariana said...

¡Vaya maneras! al final demuestran que son como todos. Aunque fuera por respeto a los que van a su iglesia, deberían abstenerse de estas trifulcas, pues desprestigian a todos los representantes de la religión a que pertenezcan. Saludos.

noviembre 12, 2008 12:18 p. m.  
Blogger Alyxandria Faderland said...

Librarse de un sermon en esa epoca, y encima con espectaculo de pugilato incluido, debe haber sido algo espectacular, para que la noticia llegue hasta hoy.

noviembre 13, 2008 3:09 a. m.  
Blogger Chela said...

Opino como Fonsado.

Que pasan los años y sigue habiendo "mercaderes" que quieren adueñarse del templo.¿Con que moral pretendia luego predicar el Obispo?

¡Curiosa historía!

Un cariñoso abrazo.

noviembre 13, 2008 9:10 p. m.  
Blogger Tawaki said...

Esto es lo que se llama predicar con el ejemplo, ¿no?

Un beso.

noviembre 14, 2008 1:46 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sabrosona, muy sabrosona

noviembre 14, 2008 7:10 p. m.  
Blogger @Intimä said...

Estaba pensando en el mismo incidente que te cita Trini.
Ni en las iglesias hay respeto.
Besitos.

noviembre 15, 2008 1:02 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Unjubilado – Si, así es como se tenía que haber zanjado el asunto, echándolos a todos del templo, menudo comportamiento para unos que se dicen y proclaman representantes de Dios.

Julia – Yo creo que fue un comportamiento vergonzoso, menudo ejemplo para los feligreses.

Ligia – No hay duda de que el espectáculo fue digno de ser recordado durante mucho tiempo.

Marian – Se que hay un documento en Cádiz sobre este problema pero no pude encontrarlo ni tampoco se por que se guarda allí en el otro extremo del país.

Javier – Así es, por un lado no parece que tengan la misma idea de lo que es representar a Dios y por el otro seguro que no entendieron su mensaje. Como decía una amiga mía Dios habló en arameo y nadie le entendió.

Maca – No creo que tuvieran nada que envidiarse ni el obispo ni el fraile, ambos, a mi entender, estaban equivocados.

“O zagal de molinero l’arco! – Si, por no llorar.

Trini – Si, yo también lo vi y me pareció vergonzoso, lo que no me explico es como tienen cara de decir que son gente religiosa, fanáticos es lo que son.

Fonsado – Es lo que le comento a Trini, no son gente religiosa, son simplemente fanáticos que ni saben ni les interesa lo que Dios dijo ni lo que Dios quiere, ellos van a lo suyo y lo suyo es deplorable.

White – No, el tiempo no cambia nada porque las mentalidades no lo hacen, por lo tanto los comportamientos siguen como si el tiempo no pasara.

Isabel romana – Los dominicos tenía una mala fama bien merecida pues eran fanáticos perdidos, no se si hoy lo seguirán siendo, pero en nombre de Dios cometieron verdaderas atrocidades por una religión mal entendida.

Boira a – Puede que el que tuviera que decidir en la catedral fuera el obispo, pero por lo que de él se cuenta no era persona que supiera ni tuviera ningún interés en resolver los problemas de forma pacífica.

Almena - :-) Eso es, la Iglesia es un mundo aparte con su propia “lógica”.

Fuga - :-) No te apenes por el fraile pues era una persona tan peleona e irrazonable como el obispo y ambos deberían de ser cesados como representantes de Dios.

Guille – No, Guille, no, ellos deberían de dar ejemplo de eso que predican sobre el amor al prójimo, la paz, la concordia y el saber perdonar ¿no crees?.

Iris – Pues no estaría mal que tú lo hicieras ya que eres una enamorada de esta ciudad y fotos no te faltan, así que a ver como te luces, yo estría encantada.

Clariana – No sólo por respeto a los feligreses, si no por dar ejemplo y sobre todo por respeto a Dios que es al que se supone representan.

Alyxandria Farderland - :-) No hay duda de que más de uno estaría encantado de perder el sermón y disfrutar de la trifulca.

Chela – Ni el obispo ni el predicador, creo que ninguno de los dos estaba capacitado para predicar ni sermonear a los feligreses cuando su comportamiento era tan deleznable.

Tawaki - :-) Algo así, lo que pasa es que en este caso me temo que lo que querían predicar no coincidiría con el ejemplo que daban.

Amigoplantas - :-) ¿Te refieres a la pelea?

Darilea – Si, parece que la publicación de este artículo estuviera ligada a ese altercado en Jerusalén.

noviembre 16, 2008 5:06 a. m.  
Blogger Meigo, aprendiz de Druida said...

ûes es una imagen muy fiel de como es la Iglesia por dentro. en estos días no creas tú que han cambiado muchas cosas. Eso si las formas si, pero en el fondo, muy poquito.
Besos, Leo.

noviembre 23, 2008 11:37 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me ha encantado tu forma de contar. He estado muy, muy atenta.

Gracias.

Un beso.

enero 30, 2009 2:44 p. m.  

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