Aquella música
Yo creo que la música es algo que siempre acompañó al género humano, quizás al principio ni siquiera se dieron cuenta de que era música cuando emitían sonidos con cierto ritmo, pero era música al fin y al cabo.
No hay duda de que la música fue evolucionando y complicándose cada vez más, sobre todo al ir surgiendo nuevos instrumentos musicales que proporcionaban un campo más amplio a la hora de componer al poder emitir sonidos nuevos. Pero así y todo, en el mundo musical hay cosas que no variaron mucho y no me refiero a la música que esa si es diferente, si no al entorno. Tomemos por ejemplo dos épocas bien diferenciadas, la actual y la de la Edad Media, concretamente en los siglos XII y XIII.
En la actualidad existen los compositores y los intérpretes, y en la Edad Media también, dándoles el nombre de trovadores a los compositores y de juglares a los intérpretes. Ahora se trabaja por dinero y renombre y entonces también. En la actualidad muchos hombres y mujeres procuran arrimarse a los ídolos para conseguir fama y entonces también como explicaré más adelante. Todos sabemos que alrededor de los músicos se forman muchos enredos amorosos que corren de boca en boca sirviendo de cotilleo para diversión del pueblo y entonces también, con la diferencia de que ahora las noticias vuelan y entonces tardaban un poquitín más. Ahora la música se almacena en disquetes, discos, CD y en otros medios y entonces y gracias a unas personas interesadas porque no se perdiera esa música, también se recopiló en cancioneros.
Como lo que sucede ahora no es ningún secreto para todos los que vivimos en esta época, voy a pasar a hacer un repaso de lo que pasaba entonces.
Los trovadores no sólo escribían la letra de las canciones, si no también la música lo que indica que esos poetas eran personas preparadas aunque el estrato social al que pertenecían era muy variado, lo mismo podía ser un caballero que un burgués, un barón o un mercader, pero eso si, con un buen conocimiento de la gramática, la retórica y la versificación. Vivian de las ganancias que les proporcionaba su trabajo ya fuera para las cortes que frecuentaban de forma regular o de las que eran, digamos, empleados fijos para dar realce al rey o señor del castillo.
El dinero es necesario para vivir, tanto ahora como antes, así que los trovadores necesitaban que alguien les proporcionara la manutención, la ropa, las joyas, el dinero y cualquier otra cosa que hiciera sus vidas más agradables y el medio para conseguirlo era que el rey lo acogiera en la corte o que algún gran señor lo invitara a su castillo y al parecer la mejor manera de conseguir tal cosa era por medio de las mujeres. Si el trovador escribía sobre la belleza, la bondad y el prestigio de la dama y hacía llegar la noticia cuanto más lejos mejor para que todo el mundo se enterara y las otras damas rabiaran un montón, ella a cambio lo tomaba bajo su protección y al bueno del trovador no le faltaba de nada.
Claro que muchas veces las cosas se complicaban cuando el amor se metía por el medio ya que las damas debían de aburrirse un montón y a los trovadores empapados de tanta poesía se les inflamaba el corazón y se enamoraban con gran rapidez y facilidad y se montaban unos tinglados que no tienen nada que envidiar a los de ahora y tal como ahora también sucede con algunas, llamémoslas damas, rivalizaban unas con otras por conseguir el amor del trovador y cuanta más fama tenía ese trovador más se empeñaban ellas en conquistarlo yo diría que más por salir vencedoras ante las otras que por conseguirlo a él.
Como ejemplo de estos líos podemos destacar lo que le pasó a uno de los trovadores más famosos, Raimón de Miraval. Este trovador fue un pobre caballero con muy pocos bienes, pero tenía una riqueza especial muy valiosa para ganarse la vida en esa época, sus trovas eran muy buenas, sabía mucho de amor y galantería y un don de gentes que hacía que fuera apreciado tanto por hombres como por mujeres, ellos le regalaban caballos, armas y ropa y ellas le pretendían para alcanzar la fama haciendo todo lo que podían para que se enamorara de ellas dando así envidia a las demás. Raimón se enamoró de muchas damas de las que escribió buenas canciones pero que al final por todas ellas fue engañado.
Una de estas damas que le tomó miserablemente el pelo fue Ermengarda de Castras que según cuentan era “hermosa, cortés, amable, instruida y de gentil hablar”. El la amó mucho, le escribió bellas canciones, hizo que su prestigio subiera como la espuma y que su fama llegara a todos lados. La requirió de amores pero ella le dijo que no quería ser su amante pero que si dejaba a su esposa ella le tomaría como marido.
Y el tontín picó, se fue a su residencia y le dijo a su esposa Caudairenga, que también sabía trovar, que no convenía que hubiera dos trovadores en una misma casa así que regresara a casa de sus padres dando por terminado su matrimonio. Pero lo que él no sabía es que la tal Caudairenga tenía un amante al que mandó llamar y con él se marchó la mar de contenta y con el que terminó por casarse. Y cuando él volvió todo ufano a reclamar los amores de Ermengarda, esta había decidido casarse con el barón Olivier de Saissac que de tanto escuchar las bondades, belleza cortesía y todo lo demás que se cantaba de ella se enamoró y la pidió en matrimonio.
No creo que os suenen raras todas estas idas y venidas entre el famoseo ya que ahora también sucede que algunos cambian de pareja con tanta rapidez que es difícil seguirles la pista.
Volviendo a las canciones diremos que tenían una vida más bien corta ya que se cantaban en directo y no todos los que las escuchaban podían luego recordarlas y su expansión geográfica tampoco era muy amplia ya que dependía del recorrido que hiciera el juglar que no debía de ser mucho. Los juglares eran los que cantaban las canciones compuestas por los trovadores que se las entregaban escritas en unos cuadernillos para que se las fueran aprendiendo y gracias a estos cuadernillos pudieron recopilarse las composiciones en lo que se conoce como cancioneros, manuscritos en pergamino en los que se escribía el texto y algunas veces también la música. Para hacer más completos estos cancioneros, algunos compiladores decidieron agregar unos textos en prosa que dividieron en dos partes, una titulada Vidas, en la que se relataban las biografías de los trovadores, de ahí que se puedan conocer las andanzas de los más famosos y otra llamada Razós que son comentarios a sus poemas indicando los motivos por los que los escribieron y a quien iban dirigidos.
Veamos ahora una muestra de la letra de aquellas canciones:
Esta es de Guillén de Cabestany
“La dulce cuita que a menudo me da Amor me hace decir de vos, señora, muchos versos agradables. Pensando contemplo vuestro cuerpo querido y gentil, al que deseo más de lo que doy a entender. Y aunque por causa vuestra me desencamino, no reniego de vos, pues siempre os suplico con afecto leal. Señora, a quien engalana la hermosura, muchas veces me olvido de mi mismo cuando os alabo y suplico”.
Y esta otra de Raimbaut de Vaqueiras
“Ni la calenda de Mayo ni la hoja del haya ni el canto del pájaro ni la flor del gladiolo creo que me agraden, noble dama alegre, hasta que me llegue un veloz mensajero de vuestra hermosa persona que me cuente el nuevo placer para que el amor me atraiga [hacia vos], para que os tenga y me dirijo hacia vos, dama veraz, y caiga el celoso herido antes de que yo renuncie a ello”.
Y la última es de Raimbaut D’Aurenga
“Amigo Ruiseñor, aunque tienes gran pena, alégrate por mi amor con una ligera cancioncilla que llevarás, al amanecer, como regalo a la excelente condesa, allá en Urgel”.
No se que música las acompañaría pero seguro que estaba muy alejada de la que se compone ahora y aunque a nosotros nos puedan sonar tanto letra como música un tanto extrañas no por eso tienen menor calidad que algunas de las canciones que circulan en nuestros tiempos, daros cuenta que la estamos juzgando desde la distancia de unos ocho siglos más tarde y ¿qué creéis que pensarán otos ocho siglos después de letras como esta?
Nunca hemos sido los guapos del barrio
siempre hemos sido una cosa normal
ni mucho, ni poco, ni para comerse el coco
pues yo ya te digo una cosa normal.
Y ahora vamos a la discoteca
si no tienes cuidado te muerden las piernas
bebes un poco
te haces el loco
ves a una niña disimular.
Has sido tú, que crees que no te he visto
Has sido tú, chica cocodrilo
Has sido tú, la que me dio el mordisco
Has sido tú, has sido tú
Has sido tú que crees que no te he visto
Has sido tú, has sido tú
Has sido tú la que me dio el mordisco
Has sido tú, has sido tuuuu…yeah….
Canción de Hombres G
¡No quiero ni pensarlo!
Nota: La letra de las canciones medievales y los datos para la elaboración del artículo fueron tomados del libro “Vidas y amores de los trovadores y sus damas” de Martín de Riquer.
19 Comments:
O sea, que con ligeras o graves variantes, nada nuevo bajo el sol.
Si pedantes ( me parecen) las canciones de los trovadores, no encuentro palabras para definir adecuadamente a algunas canciones (torturas)de hoy.
Esta vez te has superado.
Besos
Interesante entrada con muchos datos que no conocía. Por aquí abajo no tuvimos medievo al transcurrir esa época bajo dominación musulmana, de unas características completamente distintas, por lo que nuestras tradiciones son también distintas.
Sin embargo, algunos historiadores opinan que los trovadores tienen su raíz en la poesía andalusí, lo mismo que encuentran el origen de las notas musicales en la solmización árabe.
Lo de los trovadores y sus damas es muy gracioso. Sobre las canciones de hoy tenemos pocas letras donde escoger, por lo menos que me digan algo, que cuenten una historia. Hay de todo. Abrazos
A los buenos días trovadores, que quiere decir buenos días amorosos medievos, pues normalmente se cantaban canciones amorosas de castillo en castillo. Era una diversión medieval,chismorrear cantando.
El pobre señor Raimundo Miraval, poeta provenzal, por tu descripción lo pasó fatal, no ganaba ni para pipas, su principal mecenas fue Raimundo VI de Toulouse,que le puso el nombre de Audiart en los poemas que escribia.
Muy interesante y entretenido tu post, que si de por si el tema es ameno, tu nos lo haces mucho más. He disfrutado como una señorita medieval...¡y los nombrecitos!
Un abrazo del S XII Nina y feliz fin de semana
TriniReina – Por supuesto Trini, yo opino que no hay nada nuevo bajo el sol, el mundo es como un gran teatro en el que cambian los decorados y los actores, pero la trama es siempre la misma.
Senior Citizen – Por lo que yo se aunque el nombre de trovador se le da de forma generalizada a todos los poetas medievales, en realidad habría que situarlo en una zona muy pequeña que comprendía el sur de Francia, Cataluña y el norte de Italia y durante los siglos XII y XIII y además a los que componían en provenzal, o sea, en la lengua de oc, a los que componían en latín se les llamaba poetas. No se si en esa época y en esa zona pudiera existir una influencia árabe.
Ligia – Ahora existen canciones con letras muy bonitas y música muy agradable, pero una gran mayoría, a mi entender, tiene unas letras que no valen nada y una música que yo llamo de chispún chispún, o lo que es lo mismo, repetitiva sin importar a que letra acompañe. Como supuse que la letra de las canciones medievales nos parecería un tanto sin sentido al juzgarla después de tantos siglos, puse como ejemplo la de Hombres G para demostrar que los que juzguen nuestra música si se topan con ella quizás piensen de nuestra música lo mismo.
Guillermina – Por lo que se sabe, chismorrear y cantar era algo corriente como pasa ahora, como le dije a Trini, no hay nada nuevo bajo el sol. :-) En cuanto a Raimundo lo pasó fatal porque tonto si era, creo que la cabecina se le había reblandecido con tanta canción amorosa. De los nombres no me digas nada, raros nos suenan aunque el mío (Leodegundia) no es tan feo siendo también medieval ¿no?.
Jaja, gracias por un abrazo tan añejo.
Ciertamente poco a cambiado la vida amatoria,sólo en nombres cortedaz de vocablos y ritmos pero la enjundia del amatorio es la misma con TV por medio,muy Bueno Leo.
Un abrazo de A.Dulac
Me voy a tomar la libertad de solo mencionar un escritor andaluz nacido en el Puerto de Santa María, apostol de la risa buena: D. Pedro Muñoz Seca, autor de La venganza de D. Mendo, obra en la que un día de tranquilidad y sin lios no se concibe, ni sin trovas, ni cuernos, (perdón), ni muertes...
Es que mencionarme los trovadores es acordarme de D. Mendo.
Si no te parece oportuno bórralo.
Un abrazo Guille.
A.Dulac – Si, ahora los chismes amorosos viajan a través de la TV y de las revistas del corazón de forma rápida, antes los chismes también viajaban aunque de forma más lenta pero no por eso con menos aceptación. El ser humano es cotilla por naturaleza.
Guillermina - :-) Fuiste a elegir una obra con el mayor número de enredos que se pueda uno imaginar, Don Mendo, Azofaifa, Don Nuño y demás personajes nos entretienen durante un buen rato con sus idas y venidas y situaciones equívocas.
Cada época, como bien dices, hay que observarla en su contexto. Malos tiempos para la lírica, como dice la canción, ha debido haberlos siempre…pero en este nuestro, marcadamente decadente, resulta imposible definir lo que es el arte. El amor cortés, es una invención de aquellos poetas trovadores y refleja la misma estructura del vasallaje medieval. La dama idealizada ha de ser una mujer casada, por lo que el amor cortés se convierte en un amor adúltero. Ahora bien, si tenemos en cuenta que en la Edad Media el matrimonio no se contempla como la libre elección de dos personas que se aman, sino como un pacto social, el amor cortés pasa a ser el amor verdadero, el fruto auténtico del amor propiamente dicho. Convenciones sociales a parte, esa respuesta a mordiscos de la niña cocodrilo da que pensar …a lo mejor, lo cortés no quita lo …caníbal :o)
Un besín
En esta ocasión me coges desprevenido, así que husmeando en la red he conseguido esta trova.
Bella señora, admiro vuestra persona y vuestros escritos, estoy suspirando hasta que el mensajero me los trae y os puedo asegurar que de todos es conocida la fama que os precede, cuando paseáis por los alrededores de vuestro palacio, todos los animalitos del bosque, están pendientes de vos, vuestras canciones son el alma que mueve estos blogs.
- Jubi, de quien es esta simpleza?
Calla... que me ha parecido que estaba firmado por E.G.
Marian – Por supuesto que juzgar cualquier hecho o cualquier costumbre en la distancia del tiempo puede dar lugar a errores, por eso hay que intentar al menos ponerse un poco en la situación que se juzga, pero si te fijas, si cambias el nombre de amor cortés por otro nombre cualquiera, las situaciones son las mismas y aunque ahora la elección de parejas, al menos en el mundo occidental sea elección de dos personas, eso no impide el adulterio y todos los líos que conlleva. :-) ¡Si el género humano no cambia!
Unjubilado - :-) Raro sería que tú no encontraras alguna trova con la que amenizar esta reunión, curiosa trova además que utilizando lenguaje y musicalidad “cuasi medieval” tiene un aire modernista en algunas de sus palabras quizás debido a los muchos viajes realizados por el autor, autor que me parece reconocer como de la zona aragonesa y como no quisiera equivocarme tendré que consultar en los cancioneros en el apartado de “Vidas”, seguro que allí lo encuentro.
Mucho muy buena esta entrada. Nos das historia y conocimiento en ella. Me gustó. Te felicito.
Un placer leerte.
Cuando escucho hablar sobre el tema de los trovadores siempre me parece ver un pobre enamorado cantando sus penas y desvarios sobre un amor no correspondido, jeje, menos mal que tú lo has aclarado bien y de todo había por esos mundos.
Un besito querida Leo.
Hasta ahora siempre había pensado que fueron siempre los juglares y trovadores los que controlaban la situación afectiva, y enamoraban a las campesinas, damas o princesas que encontraban en su nómada y errante camino musical.
Cuesta creer que algunos de aquellos importantes trovadores, se viera envuelto y atrapado por sus propias letras de amor. Pero veo que así ha sido.
Un abrazo Leo.
Fgiucich – Vuelve cuando quieras, la puerta siempre está abierta.
Salvadorpliego – Bienvenido a mi casa.
Me alegra que te haya gustado este artículo.
Darilea – Bueno, piensa que “esos pobres enamorados” la mayor parte de las veces trabajaban por dinero, el amor al que aludían era inventado, lo que no quiere decir que en alguna ocasión se vieran pillados y se enamoraran de verdad.
Fonsado - :-) Supongo que habría de todo, pero de lo que si estoy segura es que el amor tan cantado no siempre era real, se fingía mucho ya que tanto antes como ahora la fama y la gloria no sale gratis.
Me he pasado un rato muy agradable leyendo tu post sobre la música y la historia de los juglares, los trovadores, las damas.
Es interesante este paralelismo que estableces con la fama de las personas de aquellos tiempos y la de nuestra actualidad, ambas llevadas por las mismas debilidades humanas, ambición, aspiración a sobresalir entre los otros, etc. etc., los tiempos pasan pero la naturaleza humana no cambia mucho, seguimos arrastrando los mismos defectos que antaño.
La última, la de Hombres G, es una pasada. Gracias Abedugu, un beso.
Hola niña...
Creo que no podría vivir sin música, me acompaña por donde quiera que voy..
Estelar la entrada y las letras de las canciones...
Besotes de buen fin de semana y dulces sueños
Clariana – Así es Clariana, la humanidad no fue capaz de cambiar con el paso de los siglos, las virtudes y los defectos siguen siendo los mismos y me temo que seguirán por mucho tiempo más.
Balovega – Creo que la música es una de las mejores creaciones del hombre, :-) salvo algunos casos a los que pomposamente llaman música y sólo es ruido.
Ya lo comentamos algunas veces, lo que más me gusta de las canciones son las letras, así que puedes imaginar lo que pienso cuando leo esas bobadas, al menos los trovadores eran poéticos y para nada groseros como las letras de algunas mal llamadas canciones.
Abrazos.
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