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domingo, agosto 22, 2010

Excursión al Cabo Peñas (1ª parte)

El día no lucía despejado, incluso durante el trayecto llovió un poco, pero la temperatura era agradable y nos decidimos a realizar la excursión para disfrutar de uno de los muchos lugares bellos que hay en Asturias, el Cabo Peñas.

Lo primero que nos encontramos al llegar fue con el edificio del Faro de Cabo Peñas en cuya planta baja está el Centro del Medio Marino de Peñas que alberga una exposición permanente y para impresionar un poco, la entrada está vigilada por la figura de un temible tiburón.



Este es un espacio museográfico que sólo tiene cinco salas pero que no carece de interés:
La Sala 1 está dedicada a los faros, en ella se pueden contemplar fotografías de los faros más famosos de todas las épocas.
La Sala 2 a los naufragios y tormentas, para mi fue la más interesante pues con sus efectos especiales (luces, viento, ruido e imágenes) pudimos comprobar lo terroríficas que son las galernas, esas que hicieron que tantos marineros perecieran frente a estas costas.
La Sala3 al mar de Cabo Peñas, por medio de las fotografías allí expuestas se pueden conocer los acantilados, islas y riscos que conforman esta costa con su mar tranquilo a veces y a veces embravecido.
La Sala 4 al Medio Marino de Peñas, nos muestra la riqueza de su fauna marina: sargo, lubina, dorada, langosta, bogavante, centollo, percebes y erizos de mar que aquí se conocen como oricios.
Y la Sala 5 titulada Ventana de Gozón, dado que el Cabo Peñas está situado en el concejo de Gozón, en esta sala por medio de grandes fotografías nos muestra la gastronomía, el folklore, las fiestas populares y la artesanía.

Hacer fotos no resulta fácil por culpa de la iluminación, pero os pongo alguna para que os hagáis una idea, empezando por las del suelo que era de cristal y bajo él se podían ver distintos motivos relacionados con el mar y con los productos típicos de esta tierra.




Y estas otras de una sala y unos paneles




Terminada la visita nos dirigimos ya a contemplar el mar y los acantilados, las nubes no abandonaban el cielo pero la temperatura era muy agradable para pasear. No quería alejarme de allí sin fotografiar la torre del faro



Y al fin el mar y los acantilados






Hay una senda que transcurre paralela al mar, es un camino agradable abierto entre los brezos que lo cubren todo formando una bella alfombra.







Continuaremos el paseo la próxima semana.

19 Comments:

Blogger Senior Citizen said...

Es un sitio precioso y un privilegio tener sitios así a tan poca distancia.A mí siempre me han fascinado los faros y cuando en los veranos iba a una playa de nuestra costa, la luz del faro Sacratif me iluminaba intermitentemente el dormitorio, haciéndome recordar todas las historias fantásticas de faros que hemos leído.

agosto 22, 2010 9:30 a. m.  
Anonymous Trini said...

Por aquí disfrutando de este paseo que tan amablemente nos traes para que también, aunque sea virtualmente, estemos cerquita del mar.

Los acantilados son impresionastes y el brezo es una maravillosa alfombra natural. Lástima que no se trasmitan por aquí los aromas.

Me alegro de que hayas echo esta visita y sé lo que lo habrás disfrutado.

Besos

agosto 22, 2010 1:36 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Senior Citizen – En Asturias se puede decir que todo está cerca, tanto para visitar la costa como la montaña, es una comunidad pequeña.
Los faros son lugares llenos de encanto y supongo que todos tendrán sus leyendas que sería bonito conocer, quizás debería de investigar un poco sobre ello.

Trini – Efectivamente, disfruté mucho, es un paseo agradable, fácil de hacer ya que no requiere esfuerzo ni mucho tiempo y la brisa del mar y la belleza del lugar es muy gratificante.

agosto 22, 2010 4:25 p. m.  
Blogger Ligia said...

Un paseo precioso, con muchas cosas que ver y que disfrutar y con unas fotos de los acantilados impresionantes. Abrazos

agosto 22, 2010 7:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Nunca había visto un faro por dentro y ahora gracias a ti lo tengo en vivo y directo. Los he visto de lejos pero no en mi tierra que escasean, qiuzá por no ser nuestra costa tan escarpada como la vuestra.

De nuevo gracias por despertar el interés de algo que había olvidado. Un abrazo Guille.

agosto 22, 2010 11:04 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Ligia – Tanto que no descarto el volver otro día, quizás en invierno para poder ver el mar embravecido, tiene que ser impresionante.

Guille – Lo que es el faro en si sólo lo vi por fuera, no creo que dejen entrar a nadie aunque sería muy interesante que nos explicaran su funcionamiento y cualquier historia que seguro las hay.

agosto 23, 2010 8:15 a. m.  
Blogger Azusa said...

me recuerda un poquito al Aquarium Finisterrae de Coruña, que tiene algunas salas con productos del mar, peces... en plan museo y luego ya entras a ver lo típico del acuario

agosto 23, 2010 10:20 a. m.  
Blogger GUILLE said...

Creo que puse demasiado énfasis en el el faro y olvidé el resto de tu andariego y esforzado post. Me fui directa a lo que me transporta a otros mundos.Dió la casualidad que por la tarde había escuchado "La tabernera del Puerto" de Pablo Sorozabal, y estalló la bomba de la imaginación. Asi que te pido disculpas por mi despiste del resto del post.

Un abrazo y mil perdones Guille

agosto 23, 2010 5:45 p. m.  
Blogger fonsado said...

Los faros están siempre rodeados de una belleza natural espectacular. Tomamos nota de ese extraordinario (y cercano) lugar y paisaje que rodea el cabo Peñas, para acercarnos un día.
Así todo, esperamos esa segunda parte.
Un abrazo.

agosto 23, 2010 8:05 p. m.  
Blogger Chela said...

¡Un paseo estupendo por el emblemático Cabo Peñas!
Tengo predilección por los faros pues suelen estar en zonas de un paisaje precioso,con acantilados impresionantes...

Has puesto todo con mucho detalle y así es fácil hacerse la idea de haber estado ahí contigo. Yo tengo muchas fotos de los faros de nuestra costa pendientes de dedicarles un post pero cada vez hago más fotos y escribo menos.

Quedo emplazada para continuar el paseo contigo.

Un cariñoso abrazo.

agosto 23, 2010 9:35 p. m.  
Anonymous Marian said...

Hace un par de veranos, repetí la visita. Merece la pena, la panorámica desde los acantilados es para vivirla con ese punto de sobrecogimiento que produce el mar abierto. Todas las salas en el interior del faro aportan documentos gráficos o sonoros muy interesantes; pero lo que más me impresionó fue la que reproducía las sensaciones que se experimentan durante la tan temida galerna. Seguro que con la segunda entrega, me refrescas la memoria y redescubro cosas que se pasaron por alto.
Un abrazo

agosto 24, 2010 8:36 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo nací junto al mar y ahora vivo a 400 km del mar y tu paseo me ha despertado muchas sensaciones, entre otras una sana envidia.

agosto 24, 2010 9:05 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Azusa – Bueno, más o menos todos tienen cosas parecidas, lo importante es que muestren cosas interesantes.

Alejandro Kreiner – Así es, a veces pacífico a veces bravío.

Guillermina – Nada de pedir disculpas, cada uno puede comentar lo que quiera siempre dentro del respeto y las buenas maneras y tu no faltaste a eso.

Fonsado - :-) Creo que no estás muy lejos así que intenta darte una vueltina por aquí que estoy segura que te gustará.

Chela – Cuanto tiempo sin verte por mi casa, me alegra tu vuelta.
Espero que te decidas a hacer ese artículo sobre los faros, seguro que es interesantísimo. Anímate.

Marian – A mi me pasó lo mismo, por un momento sientes el miedo ¿o será terror? de encontrarte en medio de una galerna mientras el barco es zarandeado de un lado a otro pensando que vas a terminar en el fondo del mar.

Salamandra – :-) Bueno, pues en cuanto puedas echa una carrerina hasta la costa, la que te quede mas cerca pues todas son hermosas.

agosto 25, 2010 8:18 a. m.  
Blogger fgiucich said...

Qué hermoso paseo!!! Abrazos.

agosto 25, 2010 12:48 p. m.  
Blogger RosaMaría said...

Qué buena explicación. Me perdí ese paseo pero lo disfruté con tus fotos y relato. Francamente un paisaje precioso en una hermosa ciudad.Gracias por mostrarlo. Beso

agosto 26, 2010 12:51 a. m.  
Anonymous unjubilado said...

Bonita excursión, ya no tengo que visitar Asturias para conocerla.
Los faros siempre me han gustado y hubiera querido visitar uno por dentro para ver las instalaciones, pero nunca lo he conseguido.
Como siempre me haces "estudiar". El cabo Peñas, está compuesto por roca cuarcita armoricana con una marcada resistencia a la abrasión y desde 1852 es luz y guía de marinos...
Saludos

agosto 27, 2010 7:58 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Fgiucich – Hermoso de veras y que te deja con ganas de volver.

Rosa María – Me alegra que te haya gustado y espero que disfrutes con la segunda parte.

Unjubilado – De eso nada, las fotos no reflejan toda la belleza que es verlo al natural, así que algún día tienes que acercarte por aquí si eres capaz de abandonar el Pirineo. A mi también me hubiera gustado ver el faro por dentro pero me quedé con las ganas.

agosto 27, 2010 6:37 p. m.  
Blogger Tawaki said...

¡Qué bonitos los brezos! Esas fotos bien podrían estar expuestas en el centro marino para mostrar cómo son los alrededores del cabo.

Me entran ganas de volver por allí.

Un abrazo.

agosto 29, 2010 8:13 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Tawaki – Ya se que suena un poco pesado, pero las fotos no reflejan el verdadero color de los brezos, al natural los colores eran más vivos y a mi me llamó muchísimo la atención, quizás porque no esperaba que hubiera tantos y tan hermosos.

septiembre 03, 2010 5:42 p. m.  

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