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viernes, junio 17, 2005

Anécdota de las pitas


Algunas veces hacemos las cosas sin pensar y luego nos llevamos unos sustos que nos dejan sin resuello y eso es lo que le pasó a una conocida nuestra y os aseguro que esto sucedió en realidad.
Aquí en Asturias es muy corriente la elaboración casera del anís de guindas y si no hay guindas, de cerezas y después de las comidas, sobre todo si es una comida entre amigos, se sirven unas copinas de este anís que está requetebueno y aunque algunos al mismo tiempo se comen las cerezas que se quedan de un color poco apetitoso, al final en la botella suelen quedar bastantes que por regla general se acaban tirando y eso es lo que le pasó a esta chica y fue aquí cuando no pensó lo que hacía pues no se le ocurrió mejor cosa que acercarse al gallinero y tirárselas a las gallinas.
¡Buueeeno! las pitas, como aquí se las llama, se tiraron a ellas como se tiran a todo lo que se les eche de comer y picotazo va y picotazo viene se zamparon las cerezas en un pispas. Entretanto nuestra amiga se marchó para seguir con sus labores y al cabo de un rato cuando pasó de nuevo cerca del gallinero vio con estupor primero y con pánico después que las pitas estaban todas tiradas por el suelo con las patas para arriba y la que no lo estaba andaba como zombi tropezando con las demás.
¡Dios mío - dijo - mis pitas todas muertas, no puede ser!
No sabía que hacer ni que pensar, hacía un momento que estaban cacareando tan guapas y ahora todas despatarradas. Volvió a su casa toda pesarosa incapaz de tomar ninguna decisión y al final optó por llamar a su hermana por teléfono para contarle lo que estaba pasando, como la hermana no entendía como se podían morir todas las pitas de golpe decidió coger el coche y acercarse hasta allí, intentó consolarla y juntas se dirigieron al gallinero para contemplar el desaguisado pero se encontraron con que las pitas estaban felices picoteando aquí y allá como siempre y fue entonces cuando ella se dio cuenta de lo que había pasado, las cerezas se quedan como esponjas llenas de anís y las pitas no estaban muertas sino borrachas y en cuanto el efecto del anís pasó volvieron a ser las de siempre, lo que nunca nos dijo es si los huevos de esas gallinas después de este episodio tenían algún sabor especial.

27 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Muy buena anécdota, Leo, vaya fiesta se montaron las pitas, no? jaaa jaaa, menos mal que todo se quedó en un susto.

Me quedo con las ganas de probar ese anís, aunque viendo el resultado sólo comiendose las cerezas, ahora no me atrevo, jajaja.

Un beso.

junio 17, 2005 9:32 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Estas gallinas no están acostumbradas al alterne, como cogan el hábito, no va a ver quien se las saque de encima y las vais a tener que incluir en vuestras sobremesas, así no os van a sobrar cerecillas nunca. Mi padre hace a veces lo del anís con cerezas y doy fe que el colorcillo que les queda no es muy apetecible, no.
Besotes.

junio 17, 2005 11:00 a. m.  
Blogger almena said...

jajajajaaaaaaaaa qué bueno! me partía de risa imaginando a todo el gallinero con resaca jajajajaaaa
Y por cierto... ¿el gallo del corral aguantó bien? ;-)
Supongo que, desde ese día, ya quieren terminar su comida diaria con una guinda ¿no?
Está genial la anécdota, Leodegundia.
Un besazo

junio 17, 2005 11:36 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jajaja esto es nuevo, hasta las gallinas hacen botellón. Nunca me había planteado cuál sería el efecto del alcohol en un animal, pese a haber estudiado Ciencias Ambientales.

En serio, parece sacado de un cuento infantil o algo así.

Besos, de Iván de rosanegra.

junio 17, 2005 2:29 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jajajajajaja, que bueno, eso me recuerda a una reunion de amigos (hace unos añitos), unas risas despues de unos vinos, un cigarrito de marihuana y un periquito...que mala combinacion!!!!
Besos de la familia

junio 17, 2005 3:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ja, ja, ja. Me quedo perplejo. Muy bueno. Un saludo.

junio 17, 2005 3:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Vaya historia, ¿y de verdad ocurrió? jajaja, me gustaría probar ese anís, y las cerezas también, claro :)
Un abrazo.

junio 17, 2005 6:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

jaja que bueno! yo una vez le tiré 1 litro de orujo a un aguilucho pensando que era agua y menuda moña que pilló el tio.

junio 17, 2005 6:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

qué alcóholicas las gallinas.... eso si que son gallinitas ciegas :)
Muy bueno el realoto.
Un besin
chau

junio 17, 2005 6:26 p. m.  
Blogger Azusa said...

Jajaja, qué bueno, pobres gallinitas borrachas...

junio 17, 2005 6:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Que anécdota mas divertida, leodegudis!
Es magnífica.
SIento que no puedas escuchar la canción. A ver si puedo hacer algo.
Digo yo que los huevos de esas gallinas serían para probarlos, eh ;o)
Besos

junio 17, 2005 7:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Simpática anécdota. Hermoso el panorama de las gallinas ebrias. Orgía en el gallinero.

Saludos

junio 18, 2005 12:35 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

:) Qué bueno. Con lo serias que van normalmente las gallinas...

Mi padre también hace de vez en cuando ese licor, y es verdad ese color oscuro y macerado que les queda a las cerezas. En fin, para mí no hay nada comparables a comerlas tal cual, fresquitas y de dos en dos, sin licor ni gaitas.

Un saludo, Leo.

junio 18, 2005 1:26 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

El anterior usuario anónimo soy yo.

Qué despiste... son las horas, que nun pué ser :P

junio 18, 2005 1:27 a. m.  
Blogger Doc said...

Ja,ja,ja,ja con las gallinas cluecas. Los animales no saben tener medida con el alcohol y se comportan de forma muy peculiar cuando se ponen a beber.1 saludo Leo.

junio 18, 2005 11:03 a. m.  
Blogger Doc said...

Hola de nuevo. No había leido ese articulo sobre los homosexuales anterior. Llevo tiempo leyendo tu pagina e internet, y me he dado cuenta de los disclaimers y bulos que se alojan por todas las paginas, lamento que te hayan puesto ese mensaje..me parece fanático y sectario(no en cuanto refiere a homosexuales, sino el, ¡no mires estás páginas!, típico intromisión en la libertad de leer y escribir; aparte de ser falso).1 saludo leo

junio 18, 2005 11:10 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me he reido mucho. Eso de alcoholizar pitas involuntariamente....... ;)
Bueno, se irán al horno sabiendo/probando una cosa más. No todas las gallinas pasan por esa experiencia religiosa....

junio 18, 2005 4:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jajajajaja, me has hecho reir bastante con la historia de las gallinas, primero intenté "adivinar" que habría ocurrido con ellas y al leerlo no pude parar de reir. sí, muchas veces no pensamos que estamos haciendo en realidad, tu amiga queriendo aprovechar las cerezas le propinó una borrachera a esas gallinas... Ahora quiero probar el anís, o al menos las cerezas. Saludos!

junio 18, 2005 7:10 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Que historia mas divertida :)

Te reiras, pero hasta hoy no habia caido en que eras asuriana...


:)

Ivich

junio 18, 2005 7:30 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ayyss que risas!! me hiciste acordarme de mi abuelo, cuando le dice mi abuela en fechas cercanas a la cena de navidad "Alvarito, tenemos que marinar al pavo en vino, ayúdame con eso, cuando le toque. La gracia aquí es que lo dijo un día antes de que lo cocinarán (esatba vivo aún)y ...mi abuelo le dio una botella de tekila en el plato del agua! jajajaja...vamos que esa cena, ni pavo ni nada, porque al final les dio penita, comerselos con la resaca que debía tener!
Un biko.

junio 19, 2005 2:22 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Un post muy ingenioso, como todos los tuyos. Cada vez que entro en tu blog me sorprendes gratamente. Ya quisiera yo para mi tener tanta anécdota, recuerdo, opinión, que lanzar a los cuatro vientos. Hasta la próxima.
Besicos.

junio 19, 2005 3:07 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esto mismo pasa en casi todas las entradas de los pubs de Madrid.
Lleno de "pitas" espanzurradas esperando a que se les pasen los efectos espirituosos.
Buena anécdota.

Un saludo Gatuno!!

junio 19, 2005 3:44 p. m.  
Blogger Ogigia said...

hum, probé el liorcito, y comí de esas cerezas....jajaja, la anécdota está bien, muy bien

junio 19, 2005 8:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ja ja ja, pobres gallinas! Qué panorama, todas borrachas, ja ja ja. Muy divertido tu post, genial. Un saludo! sigue así!

junio 19, 2005 10:32 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cómo siempre, excelente tu post! No sólo literatura y arte, sino también humor!
Respondiendo a la pregunta que me dejaste en mi blog, te cuento que soy de Colombia... y siempre veo tu firma en el Blog de la susodicha objeto de inspiración del mío ;).
Espero volver a tenerte de visita y poder disfrutar de tus comentarios!
Silente

junio 20, 2005 1:05 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola: es la primera vez que entro a tu Blog y he elegido este Post para leer, y me he divertido mucho, pobres gallinitas.

A mí me gusta el licor de guindas; pero lo tomo como copa cuando salgo de noche, mientras otros toman wisquis o ginebra.

Encantada de leerte.
Saludos

junio 29, 2005 6:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

jajjaj, tb tienen derechos las pobres gallinitas... Te acuerdas la canción coco gua gua, de Enrique y Ana? pues con estas guindas, esa gallinita nunca hubiera estado triste... jajaja.
Besos

julio 09, 2005 11:31 p. m.  

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