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sábado, marzo 18, 2006

O tu hijo morirá

Mi opinión es que la Historia se repite continuamente, ya que el género humano, que es el protagonista, actúa movido por los sentimientos y estos – amor, odio, envidia, celos, ambición…. – se manifiestan de la misma manera en todas las épocas, lo que lleva a situaciones similares aunque entre ellas existan varios siglos de diferencia. Para mi el mundo es como una especie de teatro en el que cambian los decorados y los actores, pero no la trama.

El ejemplo que traigo hoy tiene como protagonistas a dos hombres, los dos responsables de la defensa de una plaza en tiempos de guerra, los dos teniendo que tomar una dura decisión, los dos luchando entre su sentido del deber y el amor a su hijo y a pesar de los más de seis siglos de diferencia entre ambos, la decisión que tomaron fue la misma.

No se trata aquí de opinar sobre si lo que hicieron estuvo bien o mal, sobre quien en ambos bandos de las dos situaciones eran los buenos o los malos, ni siquiera en dar detalles extensos de las causas que hicieron que los sucesos se produjeran, lo único que pretendo es dar a conocer a unos y recordar a otros, estas dos situaciones semejantes en los hechos y lejanas en el tiempo.


Alonso Pérez de Guzmán, más conocido por Guzmán el Bueno, era un aristócrata y guerrero castellano, nacido en León en 1256. Hijo natural de Pedro Núñez de Guzmán, adelantado mayor de Andalucía.

En su juventud marchó al norte de África para servir al soberano de Fez. En 1282 recibió un inesperado mensaje de Alfonso X pidiéndole que convenciera al soberano musulmán para que le ayudara en sus luchas contra su hijo rebelde, el futuro Sancho IV. Una vez cumplida esta misión con éxito, Guzmán regresó a Sevilla con todos los honores y allí se casó con una dama de la nobleza sevillana.


Pasados los años, se puso al servicio de Sancho IV, quien le encargó la defensa de Tarifa. El infante don Juan, hermano del rey queriendo vengarse de este, marchó a Tánger y pactó con Abu Yusuf que a cambio de un ejército para enfrentarse a su hermano, le devolvería la plaza de Tarifa. Llegados a un acuerdo, en 1294 el ejército de Yusuf y el Infante don Juan pusieron cerco a la plaza, pero viendo que no había posibilidad de rendirla por las armas, tomaron como rehén al hijo de Alonso Pérez de Guzmán, amenazando a éste con matar a su hijo si no les entregaba la plaza. Entonces Guzmán, desenvainó su propio cuchillo y tirándolo a los pies del infante don Juan le dijo que podrían matar a su hijo, pero la plaza no sería rendida. Ante esta postura, los sitiadores levantaron el cerco no sin antes matar al niño.


José Moscardó Ituarte, nació en Madrid en el año 1878. Después de finalizar sus estudios y como militar de infantería, participó en las guerras coloniales de Filipinas y más tarde en Marruecos. En 1934 es nombrado Comandante Militar de Toledo y en 1936, con el grado de coronel, era director de la escuela de Educación Física de Toledo.

Al comienzo de la Guerra Civil Española, Moscardó declara el estado de guerra en la ciudad de Toledo pero ante la imposibilidad de dominarla en su totalidad, se recluye en el Alcázar el 22 de Junio con unas 1.800 personas. Las fuerzas republicanas cercan el Alcázar sometiéndolo a bombardeos, cañoneo de artillería y ataques con tanques que provocan un gran número de muertos y reducen la mayor parte del edificio a ruinas, pero no consiguen acabar con la resistencia.

Durante este periodo de sitio, las fuerzas republicanas arrestaron al hijo de Moscardó, Luis, de 24 años. Sus captores llamaron al general por teléfono para informarle de que sería fusilado si no rendía el Alcázar, e incluso, para que viera que la amenaza iba en serio, le dejaron hablar con su hijo. A pesar de ello, Moscardó se negó a rendir el Alcázar y Luis fue ejecutado.


Es muy posible y dado que el género humano no aprende nada, que transcurridos otros seis siglos vuelva a producirse el mismo hecho y un defensor de una plaza ya sea en la tierra si es que todavía existe, o en una estación espacial o en otra galaxia, algún padre vuelva a encontrarse ante el tremendo dilema de elegir entre mantener su plaza o salvar a su hijo.

38 Comments:

Blogger Turulato said...

"Leo" hay una xigencia para toda persona que trata la Historia.
Antes que la propia ideología y que nuestros propios sentimientos, están los hechos tal cual sucedieron.
Respetarlos en su integridad es el primer requisito de la verdad.
Luego, cada uno podrá analizarlos y extraer las conclusiones que considere pertinentes.
Enhorabuena y muchas gracias.

marzo 18, 2006 6:48 p. m.  
Blogger Verso said...

Holas amiga, una vez más nos presentas un post perfectamente documentado, claro y conciso.
Difícil decisión la de esos padres, me reservaré la mía, no es mi intención que alguien se sienta ofendido.
Y parece que avanzamos y seguimos igual, o peor, seguiremos cometiendo errores, se supone que debemos aprender y no olvidar la historia...
Feliz semana y besinos.

marzo 19, 2006 2:48 a. m.  
Blogger Meigo, aprendiz de Druida said...

Tienes razon, se siguen produciendo en hechos que nos llegan a diario y que parece que ni nos llaman la atención. Africa, Paises Arabes, Centroamerica, etc.. En el mundo occidental pues algo parecido. En los recientes conflictos siempre han sido hijos los que han caido, porque una madre patria en honor a no se sabe los entrego. Es el fruto de la estupidez humana.Nada justifica la muerte de otra persona. No hay muerte con honor jamas.
Gracias por recordarnos la historia, pero somos tan imbeciles que mañana no nos acordaremos.
Un beso y muchas rosas. No dejes de ser "pepito grillo" de las locuras de nuestros antepasados. Y es licito comentar, que es lo que yo hago, desde la propia ideologia. Otra cosa es mentir, o no decir la verdad.

marzo 19, 2006 11:54 a. m.  
Blogger Anazia said...

Lo que me sorprende es la elección tan pronta de lo que determinan. Ni pensárselo...

marzo 19, 2006 12:46 p. m.  
Blogger reina said...

Cuando leí la historia de Guzmán el Bueno, no la entendí, era muy pequeña y esas edades no se entienden los matices, no veia la bondad por niguna parte, podía ver otras cosas, pero no bondad en esta gesta.

Una valentía sin límites y un gran sentido del honor, supongo que en eso se distingue un gran hombre de un humilde ser humano que solo quiere proteger a sus hijos.

Lo que siempre he visto claro es que la maldad y el deshonor, venga de donde venga, es lo único que puede impulsar a poner a alguien frente a un dilema tan espantoso.

Un abrazo.

marzo 19, 2006 12:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Siempre la historia se repite, la naturaleza humana no cambia con el devenir de los tiempos ni con la tecnologia.

marzo 19, 2006 4:31 p. m.  
Blogger Miguelon said...

Yo creo que en los dos casos expuestos, la culpa de la muerte de los hijos no está en los padres, que niegan el chantaje, la culpa de toda muerte siempre la tiene quien la produce. Lo ideal, sería que en el mundo no se volviese a repetir hechos como estos, aunque me temo, (en eso no soy muy optimista) que en estas cosas no hemos avanzado excesivamente.

Besos

marzo 19, 2006 5:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me recuerdas mi infancia, sabes. Dos historias que siempre me impresionaron, por la similitud de contenido y por la distancia en el tiempo. En ambas, siempre me ha sorprendido que alguien sea capaz de ese tipo de chantajes. Me parecen inhumanos.

En fin. Que gracias por recordarme eastas historias, muchos años despues. Carentes ya de cualquier contenido ideológico, impresionan más aún por su lado humano.

marzo 19, 2006 6:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Supongo que es el dilema más espantonso que se le puede presentar a un ser humano, sacrificar aquello que más ama...
Y puesto que estoy de acuerdo con el resto de los comentarios, añado que cuando visité el Alcázar en el despacho de Moscardó, se aprecian impactos de bala y se recrea el momento que comentas en una grabación... ¡impresiona!
Un besín

marzo 19, 2006 8:52 p. m.  
Blogger Luis Caboblanco said...

Hola Leo. Todo el mundo tiene un precio, y aquellos a los que no se puede "dar la vuelta" con dinero, solo se cambiarían de bando por un padre, una esposa o un hijo. Y las guerras son el escenarios ideal para practicar el cantaje así que...

Sólo una cosa; En realidad, la historia seguramente sea apócrifa. Hay constancia de que el hijo de Moscardó murió el 23 de agosto (30 días después de la conversación) como represalia por un bombardeo nacionalista sobre el casco urbano de uuna población. La similitud de la historia con la de Guzmán el Bueno es muy sospechosa, sobre todo teniendo en cuenta el gusto del caudillo por reivindicar los héroes nacionales de todas las épocas, como el Cid o Viriato. Pero bueno, nos han vendido la historia con tal interés, que hasta hace poco yo también creía la versión más conocida...

Un abrazo

marzo 20, 2006 12:46 a. m.  
Blogger Legabal said...

De ser ciertas estas historias que anteponen el deber al amor paternal estaríamos cerca de un plan monstruoso, algo metafórico y antediluviano y al parecer habitual en las civilizaciones antiguas: Saturno devorando a sus hijos, los púnicos y otras "culturas" haciendo sacrificios de niños como remedio frente a desastres naturales. Lo dicho, algo monstruoso. Cuando supe de estas historias me pregunté por qué ese empeño en mostrar al hombre como un ser peligroso y malvado.

marzo 20, 2006 3:37 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tienesrazón..la historia se repite una y otra vez..y así..para siempre..
Besitos.

marzo 20, 2006 10:45 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Turulato – Dado que mi idea sobre la Historia es que debería de servir para aprender y no volver a caer en los mismos errores, procuro ser totalmente imparcial a la ahora de relatar unos hechos que por no haberlos presenciado en persona, sólo puedo basarlos en los distintos libros de Historia a los que tengo acceso.
No juzgo a la ligera sobre si lo que hicieron anteponiendo la plaza a la vida de su hijo estuvo bien o mal, ya que sería necesario estar allí en el lugar de estos personajes para poder opinar ya que por un lado se podría pensar que era la vida de uno o la de muchos si se rendía la plaza, o bien si después de rendirla el atacante cumpliría su palabra y respetaría la vida del hijo, u otras muchas cosas más que en estos casos hay que tener en cuenta, es muy fácil hablar en la distancia y decidir a toro pasado, lo difícil es hacerlo en el momento.

Incondicional – Cuando las opiniones se dan con respeto y sin el deseo de molestar a nadie, se pueden exponer pues siempre pueden servir para clarificar el asunto del que se trata.
En cuanto a lo de avanzar, ya dije cual es mi opinión, mientras el género humano no cambie, la historia tampoco.

Andrea Recol – No, y es una pena pues el mundo podría ser mucho mejor para todos.

Meigo y druida – Por supuesto que puedes comentar de acuerdo con tus ideas, pero lo que yo trato de comunicar es que de la Historia se debe de intentar aprender en lugar de posicionarse ya que esto impediría avanzar.

Anazia – No, la elección no es tan pronta ni fácil, aquí está expuesto de forma muy resumida y parece que “aquí te pillo, aquí te mato”, pero no es así, ninguna persona en un cargo y con responsabilidades toma las decisiones a la ligera.

Reina – No creo que estos casos se pueden juzgar ni como bondad ni como valentía, quizás como sentido del deber, y mientras se produzcan situaciones como estas, que obligan a tomar decisiones tan tremendas, podremos estar seguros que el género humano no aprendió nada ni mejoró nada.

Consumidor irritado – La tecnología si avanza, pero son los sentimientos los que se mantienen igual y por lo tanto no hay variación de comportamientos.

Miguelón – No me gusta hablar de culpas, de lo que me gustaría hablar es de buscar soluciones a los conflictos que no lleven a tener que tomar estas decisiones y que te conste y aunque te parezca tremendo, esta no creo que sea la mas dura que se haya tomado a lo largo de la Historia.

Aitor – Creo firmemente que si fuésemos capaces de desprendernos del contenido ideológico veríamos las cosas con más claridad y sabríamos resolver los problemas sin tanta crueldad, pero me temo que esto sólo es una utopía.

Dianora – En toda guerra suele aflorar lo peor de cada persona y algunas veces lo mejor porque como suele decirse: de todo hay en la viña del Señor.

Marian – Como ya dije anteriormente quizás esta no sea la peor decisión que se haya tenido que tomar en la Historia, el ser humano puede llegar a ser tremendamente cruel.

Caboblanco – Cierto, se dice que todos tenemos un precio, pero algunas personas tienen una resistencia a venderse mucho mayor que otras e incluso hay algunas, pocas me temo, que no se venden.
Como yo no vivía ni en la época de la defensa del Alcázar ni mucho menos en la de Tarifa, me tengo que limitar a lo que dicen los libros de Historia, así que no puedo asegurar ni que es cierta ni que es apócrifa. En cuanto a la muerte del hijo de Moscardó, me extraña que aunque el relato fuera hecho según el gusto de caudillo, tantos años después de su muerte nadie se haya tomado la molestia de desmentirlo en voz alta para que todos nos enteráramos. De todas formas y por lo que tú cuentas, sí lo mataron en represalia.
Y en cuanto a lo de reivindicar a los héroes nacionales Cid o Viriato, dime de un país que no reivindique a los suyos, no hay lugar en el mundo creo yo, que no tenga su héroe particular que simbolice la valentía, el honor y el orgullo de ese pueblo.
Y todo esto nos lleva al punto principal que yo exponía, miremos y analicemos sólo los hechos, sin ideologías e intentemos aprender de una vez que ya son muchos los siglos de Historia sin hayamos aprendido a comportarnos.

Legabal – No te lleves las manos a la cabeza por estos hechos, dime, estas decisiones quizás estaban tomadas no sólo por la defensa de la plaza en sí, quizás influía también que era una vida a cambio de otras muchas y nos parece monstruoso ¿qué me dices entonces de esos padres que abusan de sus hijos y los matan sin tener siquiera la “disculpa” de la defensa de una plaza? y esto no es cosa del pasado, esto es actual y los casos surgen a diario. Muchas veces nos horrorizamos por hechos del pasado que no son peores que los que suceden hoy en día y parece ser que vemos mejor los más antiguos que los cotidianos.

marzo 20, 2006 11:32 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Valentina - Tu comentario entró mientras yo estaba escribiendo el mío, así que ahora te contesto a ti sola.
Esa es la idea de mi post de hoy, de momento las cosas siguen como siempre.

marzo 20, 2006 12:03 p. m.  
Blogger Ogigia said...

Ays, Leo, no me hables del moscardó que ya sufrimos durante muchos años su "gesta" aquí...y aunque toledo, después del agunas cosas que han pasado ahora, sigue siendo "la reserva espritual de occidente", creo que también se la conoce y conocerá por otras cosas Un beso

marzo 20, 2006 12:30 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La similitud entre ambos episodios es innegable. Ahora bien, en el caso de Moscardó, si bien parece probado que existió la conversación telefónica entre el miliciano y Moscardó, parece también que se le añadieron algunos tintes dramáticos, llegándose incluso a afirmar que Moscardó escucha las ráfagas de la ejecución.

En la correspondencia entre Moscardó y su esposa, de fecha posterior a la citada conversación, se alude al hecho de que Luis está en poder de los republicanos, expresando Moscardó sus esperanzas en que siga con vida. Por último, parece también probado que Luis Moscardó fue finalmente ejecutado un mes después de la conversación telefónica.

Esto no le resta valor a la decisión de un padre que se ve obligado a optar en tan terribles circunstancias. Pero la Historia es siempre analizada en función del bando ideológico en el que se alinea el historiador. Obras hay también que niegan incluso la existencia de dicha conversación.

Aunque es lícito decantarse por la versión historiográfica que más nos satisfaga, siempre resulta interesante, para formar opinión, consultar distintas fuentes. No quiero ser prolijo, pero te ofrezco un ejemplo interesante, máxime teniendo en cuenta que eres asturiana.

Al-Maqqari, en Nafh al-tib, citado por Claudio Sánchez Albornoz, dice sobre la resistencia de Pelayo: "Dice Isa ben Ahmad Al-Razi que en tiempos de Anbasa ben Suhaim Al-Qalbi, se levantó en tierra de Galicia un asno salvaje llamado Pelayo..." Aunque finalmente concluye reconociendo que sus descendientes "... se apoderaron de lo que los musulmanes les habían tomado", es innegable que el apelativo de "asno" difiere mucho de la apreciación del bando cristiano sobre los mismos hechos.

Me he alargado en exceso, sorry. Besos.

marzo 20, 2006 1:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Afortunadamente los corrientitos, los de a pie, espero que no nos veamos en semejantes trances.
Un abrazo

marzo 20, 2006 2:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues yo conocía la historia de Gúzman el Bueno y su defensa de tarifa, pero no conocía la de Moscardó.
Dicen que la historia se repite y se repite. Así que quizás nuestros tataranietos conozcan a otro padre dispuesto a entregar la vida de su hijo por unos ideales o una plaza. Me pregunto¿ habrían hecho lo mismo sus madres? Yo ya me contesto por mi como madre que soy NO.NO y mil veces NO...

Besos mil

marzo 20, 2006 3:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola Leo, ya estoy de vuelta...esta historia es muy interesante, sobre todo por que denota la tergiversación a la que a veces, se somente a la Historia. Caboblanco lo ha dicho ya...el hijo del General Moscardó murió como represalia, sin duda...pero los hechos se forzaron para hacerla coincidir con la historia de Guzmán el bueno.

Muchos besos.
Adrià

marzo 20, 2006 3:49 p. m.  
Blogger Mayte said...

Por desgracia no aprendemos como humanos y estamos predispuestos a tropezar una y otra vez con la misma piedra...dicen que la historia es eso un recordatorio de lo que debemos evitar y no lo hacemos.

Como siempre un artículo impecable y que tiene un mensaje...siempre positivo.

Un abrazo fuerte y una buena semana para ti profe Leo ;)

Mil bikos!

marzo 20, 2006 11:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Leo has relatado los hechos tal cual.Yo recuerdo haberlos estudiado,dándole mayor importancia al general Moacardó quizás por la cercania en el tiempo a nuestra guerra fraticida. Y voy a contar una anecdota que se relaciona un poco con los temas que se estan tratando.En el 82 fuimos a Algeciras de vacaciones una amiga con sus dos hijos y yo con los mios, nos recorrimos todos los alrededore y fuimos a Tarifa, les expliqué la historia de Guzman el Bueno con puntos y comas , nos hicimos fotos con la estatua de Guzman, en las murallas, con todo lo relacionado con Guzman, pasa el tiempo y yo muy orgullosa delante de otros amigos les pregunté quien era , y me dijeron:nos ha dicho el maesto que en Tarifa se unen el mediterraneo y el atlántico , diferencia de temperatura en el agua etc bueno y que ocurrió alli que teneis una foto con el y todo que os lo explicamos 200 veces, no lo hemos dado mamá y los dos mayores habían estudiado historia. pasé la verguenza mayor de mi vida. A los dos dias sisguientes se lo sabían de memoria,preguntadselo ahora. ¿porque no lo dieron en clase? se lo pregunté al profesor y no quiero decir la contestación año 1982.Perdona Leo pero creo que venia bien decirlo , por el ocultismo político y otras muchas facetas. Un beso NIna

marzo 21, 2006 12:45 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola Leo:
Muy bien presentadas las dos historias de un paralelismo aterrador.
Nunca las he podido entender, para mí son dos reacciones incompresibles, siempre me han asustado esos "heroismos" a costa de algo tan preciado como un hijo, repito, no lo entiendo.
Pero, como bien dices, es una historia que lleva repitiendose desde Abraham y que seguira sucediendo mientras existan fanaticos dispuestos a darlo todo por una causa y sin tener en cuenta otros valores.
Besos
José

marzo 21, 2006 10:57 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Ogigia – Me temo que no entendiste lo que quise decir, hoy el tema no era ni Toledo ni siquiera específicamente Moscardó, si no la situación que se dio, similar a la de Guzmán. En realidad no es relevante para el tema si sucedió en Toledo o en otro lugar ni tampoco quién lo protagonizó, lo que trato de demostrar es que la Historia no cambia porque la gente no cambia.

Max – Si empiezas por reconocer que la similitud es semejante, entonces quiere decir que entendiste de que va el tema. Como habrás podido comprobar por el texto, ni siquiera puse la conversación entre padre e hijo, porque no era relevante para demostrar que las situaciones eran similares. Y en cuanto que cada uno cuenta la versión de cualquier acontecimiento según su punto de vista eso es cierto, pero tampoco cambia nada, yo me limité a exponer unos hechos fríamente sin apasionamiento ninguno porque creo que es la única manera de poder estudiar y analizar los hechos para poder sacar alguna enseñanza.

Julio – El problemas es que cuando hay una guerra, tarde o temprano nos toca a todos, así que creo que es nuestra misión procurar que no se produzca ninguna más.

Trini – En principio parece que una madre hubiese cedido, pero la Historia también nos demuestra que no es así.

Adrià – No estoy de acuerdo, en las similitudes expuestas ( dos hombres, los dos responsables de una plaza en tiempos de guerra, los dos teniendo que tomar una dura decisión, los dos luchando entre el sentido del deber y el amor a su hijo y la decisión de no aceptar el chantaje y no rendir la plaza) entre los dos personajes se mantiene ya que la decisión de no rendir la plaza a cambio de la vida de sus hijos es un hecho real y que uno de los hijos no muriera instantáneamente no significa que no se le hubiese utilizado para forzar la rendición y no cambia tampoco la respuesta del padre, por lo tanto no veo que se haya forzado ninguna de las similitudes expuestas. Que después se le haya querido dar un tono más dramático a este hecho eso no tiene nada que ver con lo que yo expuse que como ya dije en otro comentario, lo expuse sin ningún apasionamiento ni queriendo hacer propaganda de nadie ni contra nadie.

Melytta – Hay una cosa que está muy clara y es que la mayor parte de las personas toma partido inmediatamente cuando se produce cualquier hecho, o se habla de alguno sucedido hace tiempo y sin pararse a estudiarlo con calma, lo que provoca que rara vez se puede llegar a esclarecer el hecho y mucho menos lograr un entendimiento para que no se repita jamás.

Azul – Si, es un recordatorio que no se sabe interpretar porque nos sobra apasionamiento y nos falta capacidad de razonar.

Nina – El tema de la educación creo que ya lo toqué alguna vez, en general creo que es deprimente como se enseña a los niños, no se les inculca la afición por querer saber ni de querer investigar y en algunas materias como Historia o Geografía por ejemplo se les dan las clases de una forma tan aburrida que los niños huyen de ellas como del diablo.

José Sans – Creo que sólo aquel que llega a encontrarse en una situación similar a esta, puede comprender y saber por que se toman estas decisiones tan incomprensibles para todos nosotros. Espero que ninguno de nosotros nos veamos nunca en un trance como este.

marzo 21, 2006 12:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Llego muy tarde y ya se ha dicho casi todo en los comentarios. Como dice Aitor, gracias por recordarme esos hechos que están en mi memoria, aunque un tanto olvidados. No conocía la versión de Caboblanco, pero es muy posible que tenga razón. También le tengo que dar la razón a Nina ya que antes nos hacían estudiar con pelos y señales lo que se les antojaba y ahora les enseñan a consultar libros, que no siempre lo hacen.
Un fuerte abrazo.

marzo 21, 2006 1:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es curioso Leo. Sobre la primera historia, no conocía nada y automáticamente me vino a la cabeza el episodio de la guerra civil que describes a continuación. La explicación es porque estoy actualmente leyendo sobre el episodio de la rendición del Alcázar de Toledo como momento clave de la Guerra Civil española.
Yo cuando lo leí, no daba crédito a la decisión del general Moscardó (ahora debo añadir la de Guzmán en Bueno) pero después de la lectura del libro que estoy terminando (mañana haré la crítica) puedo entender que el concepto de honor y lealtad que existía antes, y que tan extraño nos resulta hoy, puedo llegar a entenderlo (si bien sigo sin compartirlo).
Un abrazo.

marzo 21, 2006 4:21 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La historia se repite, efectivamente, y corrobora el dicho de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra...
Bicos.

marzo 21, 2006 6:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

sin duda es cierto q es posible q se vuelva a repitir... la historia es ciclica.. no quisiera verme en esa situación debe ser durísima, en parte les entiendo.. besos

marzo 21, 2006 11:46 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Buenas.
Como siempre tus historias son fascinantes. Estar en una situación como ésa...puff, mejor no tener q verse nunca así.
La condición del ser humano.....volverá a repetirse.
Un besin
chau

marzo 22, 2006 12:07 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

No puedo evitar tratar de ponerme en el lugar de esos dos padres. Se me hace que tuvo que ser una decisión durísima, difícil y desgarradora. Y lo cierto es que no logro entenderla. Seguramente y en mi condición de mujer, mis hijos hubieran vivido, a veces me pregunto si realmente existe esa sutil o no tan sutil diferencia entre un hombre y una mujer a la hora de decidir por un hijo...
Lo que está claro es que a veces no aprendemos nada de la historia...
Un abrazo, Leo.

marzo 22, 2006 12:29 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues sí Leo, la historia se repite... Supongo que el señor Bush no tendría inconveniente en que mataran a sus hijas... Yo personalmente, elegiría siempre a mis hijos. Saludos

marzo 22, 2006 5:22 p. m.  
Blogger DesiTur said...

Claro que volverá a suceder, ¿y sabes por qué? Porque dentro de mil años seguiremos teniendo sentimientos, y seguirá habiendo "personas" (por llamarles de alguna manera) que se aprovecharán de ellos. Estoy segura de que el chantaje, la extorsión, es la forma más vieja de conseguir lo que uno quiere...

Un beso.

marzo 22, 2006 7:48 p. m.  
Blogger Raúl said...

Ay... Estas guerras... Tanto dolor... Pobres padres, pobres hijos...

Ojalá la violencia desapareciera para siempre...

Un abrazo,

marzo 22, 2006 10:15 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Unjubilado – Bueno, antes nos hacían estudiar con pelos y señales lo que se les antojaba y ahora con todos los medios de que disponen da pena comprobar lo poco que saben.

Mardolo – Honor, lealtad, sentido del deber, vete tú a saber que es lo que impulsa a cada uno para tomar decisiones muy duras, pero si, puedo decirte que sólo el que se ve en esa situación sabe y puede opinar, los que no pasamos por ello creo que ni nos lo podemos imaginar.

Muralla - :-))) Si fueran sólo dos veces las guerras ya se habrían acabado, pero el mundo seguirá viviendo estas situaciones por mucho tiempo más.

Natalia – Ni yo tampoco, debe de ser durísimo tener que decidir.

Leumas – Como le dije a Natalia, no me gustaría verme en una situación semejante.

Cris – No se lo que hubiera hecho una mujer, pero si, como tú dices no aprendemos nada y es una pena.

Diego – No se lo que haría Bush, pero no quisiera que mi vida dependiera de él.

Schere – El chantaje y la traición son dos cosas que van muy unidas al género humano.

Raúl – Tienes razón, tanto dolor, tantas muertes y todo ¿para qué? pues para que después de tanto sufrimiento, todo siga prácticamente igual.

marzo 23, 2006 4:14 p. m.  
Blogger carlitos said...

definitivamente, que tienes razón los hombres no entienden, prefieren dar a su hijo antes de rendirse creo que siempre sucederá eso, vale mas una plaza que un hijo? Como mencionaste en un post anterior hace unos meses, se corrompen por el poder.

saludos!!

marzo 24, 2006 7:25 p. m.  
Blogger Doc said...

HoLa leo, siempre he pensado que las dos histroiar, mas que hablar de la bondad o la valentia de un hombre, hablaban de la implicacion del bien comun por encima del bien individula..ademas hablaban tambien de logica pues..quien asegura la vida de alguien tras conseguir el botin. El caballero Guzman bien pudo haber entregado la plaza y comprobar con horror como su hijo era asesinado. O tal vez el general moscardo percatarse de que su hijo , y el mismo, podian serf fusilados como estorbo, si la plaza era entregada.
Tal vez antes, los miliateres valorarn el bien de su ejercito antes que el de sus hijos..pero..un plaza vale mas que una persona, vale un enclave mas que la sangre de tu sangre?. Siemprem hubo mucho honro confundido con crueldad..o mucho hombre con miedo a perder algo que tenia.posible que Guzman prefiriera matar a su hijo y evitarse un aspirante a su trono.En cuanto a kmoscrado quien sabe..tal vez lo dio ya por perdido.Un saludo, buena histroia.

marzo 25, 2006 12:43 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Carlos - En estos dos ejemplos no creo que el poder sea la causa ya que ninguno de ellos lo lograría, mas bien creo que era el sentido de responsabilidad y del deber, claro que puedo estar equivocada. En realidad lo que pretendía decir es que si el hombre no cambia, las situaciones, algunas tan duras como esta, tampoco cambiarían.

Doc - Es cierto que ninguno de los dos tenía la seguridad de que sus hijos salvarían la vida si la rendición se producía. Por otro lado no rendir una plaza significa tal vez salvar la vida a mucha gente. En realidad es todo muy complicado y espero que la gente aprenda para que esta situación no se vuelva a repertir.
En cuanto a Guzmán no era el caso que su hijo le quitara el trono porque Guzmán no era rey ni tenía posibilidad alguna de serlo.
Me alegra volver a verte por mi casa después de tanto tiempo.

marzo 26, 2006 3:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No conocía la historia del general Moscardó. Estoy de acuerdo contigo en que en ambos casos lo que prima es el sentido de la responsabilidad. ¿no dicen que la historia es cíclica y se repite? y que el hombre es el único animal que tropieza siempre en la misma piedra, pues este es un ejemplo.
Besos

marzo 26, 2006 7:42 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

White - Eso es lo que yo creo, que el género humano se encuentra siempre ante situaciones similares porque no es capaz de aprender de sus errores.

marzo 28, 2006 10:32 a. m.  

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