Mi foto
Nombre:

domingo, junio 26, 2005

Érase una vez


Al leer en el blog de Rosis que no recordaba bien un cuento que le contaba su madre y del que ponía algunas frases en busca de ayuda para recordarlo entero, se me vino a la memoria aquel tiempo en que siendo nosotras pequeñas y muy malas comedoras (la pena es que ahora no lo seamos tanto) mi madre con infinita paciencia nos relataba cuento tras cuento hasta que terminábamos la comida y de repente después de tantos años es como si la estuviera oyendo contarnos aquel cuento del sastre y el zapatero, no se el por que de este en concreto porque fueron muchos los que nos contó, pero os lo voy a relatar y quizás a alguno le suene.
Había una vez un sastre que debía dinero a todos los vecinos del pueblo y no sabía como pagarlo por lo que pensó:
- Como no puedo pagar lo que debo, lo mejor será simular que me muero y así me perdonarán la deuda.
Y así lo hizo y todos los vecinos le perdonaron la deuda menos el zapatero que dijo:
- A mí me debe un real y no se lo perdono.
Por la noche pusieron el cadáver en unas andas y lo llevaron a la iglesia como era costumbre para dejarlo allí hasta que fuera enterrado.
El zapatero que era muy cabezón se fue a la iglesia también para pedir su dinero al sastre diciendo:
- ¡Dame el real! ¡Dame el real!
Y cuando estaba en esto llegaron unos ladrones y el zapatero se escondió en el confesionario.
Los ladrones se pusieron a repartir el dinero que habían robado en aquellos días haciendo siete montones, uno para cada ladrón y el que sobraba lo ganaría el que tuviera el valor de darle una cuchillada en el vientre al muerto, pero ninguno se atrevía a pesar de ser unos ladrones y asesinos, pero eso de meterse con un muerto les imponía un poco de respeto hasta que uno de ellos, el mas ruin de todos dijo:
- Yo se la daré.
Se acercó al muerto y cuando ya estaba con el cuchillo en el aire el sastre que tal vio, levantándose de un salto dijo:
- ¡Ayudadme aquí difuntos!
Y el zapatero desde el confesionario contestó:
- ¡Allá vamos todos juntos!
Los ladrones se llevaron un susto del copón y echaron a correr atropellándose unos a otros para salir de la iglesia. Mientras tanto el zapatero seguía en sus trece y volvió a pedirle al sastre:
- Ahora dame el real.
A todo esto los ladrones dejaron de correr y el jefe dijo:
- Prece mentira que nosotros tan malos como somos hayamos tenido miedo a los difuntos, nosotros que no hacemos mas que robar y matar. Que vaya uno a la iglesia a ver que es lo que está sucediendo. El menos caguica fue para allá y cuando llegó a la puerta de la iglesia oyó decir al zapatero:
- ¡Dame el real! ¡Dame el real!
El ladrón retrocedió a toda prisa y dijo a sus compañeros:
- Vámonos que aquello está lleno de difuntos, están repartiéndose el dinero y solo tocan a real.
Y se fueron corriendo despavoridos y colorín colorado este cuento se ha acabado. ¿Lo conocíais?.

34 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No conocía este cuento, pero lo que está claro es que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.

Un beso ;)

junio 26, 2005 11:55 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Nunca lo había leído, ni me lo habían contado. Me gustan los cuentos que llevan moraleja.
Un abrazo.

junio 26, 2005 12:30 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo sí lo conocía, pero no por contado, sino por leído. Me ha gustado recordarlo.

Mi madre utilizaba la táctica del Drácula de Barrio Sésamo para hacer que comiéramos; ella se reía como el vampiro diciendo "¡quedan siete patatas fritas en el plato!", y nosotros nos las íbamos comiendo una a una hasta que ya no quedaba ninguna y ella se hacía la sorprendida cada vez. Era divertido y picábamos siempre :)

Un abrazo.

junio 26, 2005 12:47 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

jajjaj qué buenoooo!! pues no lo conocía!! jajaja
un besín

junio 26, 2005 1:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues no lo conocía y menos mal por que si de pequeña me cuentan este cuento lleno de ladrones, cuhcillos, difuntos, etc, no hubiese podido ni comer ni dormir, jajaja, es que de pequeña era muy impresionable y creo que sigo siendolo.

Un beso Leo.

junio 26, 2005 1:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tampoco yo conocía esta historia. Es curiosa.
El Angliru aún no lo subo, pero dame tiempo, q el verano que viene me voy con la familia de allí y me lo subo:)
Un besin
chau

junio 26, 2005 2:20 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo tampoco conocía esta historia.. pero me ha gustado.

Besotes

junio 26, 2005 3:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

GRACIAS. Pienso como tú, pero a veces necesito que me digan todas esas cosas. Es cierto, las noches son preciosas, son mi momento favorito del día, pero a veces te hacen pensar demasiado.

Hoy he puesto algo que tal vez te interese leer. Tiene que ver con un tema que trataste tú hace unos días :)

Un abrazo, Leo.

junio 26, 2005 5:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El anterior usuario anónimo era yo. Olvidé la firma :)

junio 26, 2005 5:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo de pequeña comía como una piraña, asi que no tuve la suerte de que me contasen cuentos mientras intentaban meterme comida en la boca. Luego, por la noche ya en la cama, me los inventaba yo.
Besotes ;)

junio 26, 2005 6:12 p. m.  
Blogger almena said...

siiiiii lo tenía olvidado. Lo he recordado al leerte ¡sí!. También creo que no me lo contaron sino que lo leí. Yo comía también que devoraba hasta los cuentos :-)

Un beso, Leodegundia!

junio 26, 2005 6:43 p. m.  
Blogger almena said...

donde dice "comía también"
debe decir "comía tan bien"
perdooooonnnn jajajaa

junio 26, 2005 6:46 p. m.  
Blogger Azusa said...

La verdad es que no...pero me ha gustado.
Hablando de cuentos, mi profe de cuando era muy pequeña, se inventó un cuento para que nos terminasemos el vaso de leche entero. Trataba una mariposita azul que perdió su zapato en un campo. Allí pastaban unas vacas y la mariposita no pudo encontrar su zapatillo. Por eso, decía que tenías que terminarte toda la leche, para ver si el zapato estaba en el fondo del vaso.

junio 26, 2005 8:15 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Realmente para tener en cuenta,muy hermoso.
con respecto a lo que dejaste escrito en mi blog, primero gracias y segundo, tengo miedo de perder su amistad, porque si el amor no funciona la amistad no volverá, me conforma a veces su amistad...
un abrazo

junio 26, 2005 9:20 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es un relato que forma parte de la tradición oral, ya lo conocia. Es estupendo que este en la red es una manera de que perviva la memoria y los relatos de tradición oral sino los escribimos rapidamente se olvidaran para siempre.
¡Mantengamos la memoria colectiva!

junio 26, 2005 9:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Leo
Que bonto el cuento, en el buen sentido de la palabra, eres una buena cuentista, pues veo que también conocias lo de Garbancito.
En la versión catalana, cuando lo llaman sus padres el responde
"En la panxa del bou, que no neva ni plou" (En la barriga del buey, que no nieva ni llueve.
Me gusto mucho lo de las criselenfantinas.
He querido hacer otros comentarios a artículos tuyos pero el tiempo me ha ido pasando.
Felicidades por tu elocuencia y sapencia.
José Sans

junio 26, 2005 9:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No lo conocía tampoco pero me gustó. Yo recuerdo algunos cuentos, pero no me los contaban a la hora de comer, porque nunca fui malo para eso, al contrario. Un saludo!

junio 26, 2005 10:19 p. m.  
Blogger boreal said...

Yo no lo conocía, pero ha sido una suerte leerlo porque así podré contarlo... Ah, genial la imagen final... Un saludo...

junio 27, 2005 12:05 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo no lo conocía, pero es muy bonito...mi padre solía contarme cuentos, bueno mejor dicho, inventaba cuentos o me leía pasajes de libros, bonitos recuerdos.

Un biko fuerte!

junio 27, 2005 5:15 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tú lo que tienes es una mami estupenda !!!, a mi me contaba cuentos mi abuela y no conozco este. Sabía que ibas a contar un cuento, cuando vi el resumen de Garbancito en el blog de Rosis pensé: "a esta la he visto yo interesada en el tema, fijo que nos cuenta un cuento", y cuando he visto el "Erase una vez...", jajajaja, ma dau la risa tontaaaa!!!
Me ha gustado, esta noche se lo cuento a mi nene, jejejeee.
Saludis.

junio 27, 2005 11:30 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Muy buen cuento, nunca lo había leído.
Besos

junio 27, 2005 12:03 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No, no lo conocia... y es muy divertido jejeje... Un saludo.

junio 27, 2005 12:29 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues no, no lo conocía. Es un cuento de pícaros, lleno de ingenuidad y que deja buen sabor de boca y una sonrisa.

Gracias por compartirlo.

junio 27, 2005 5:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Holasss SuperLeoo!
Este cuento no lo conocía yo... Es muy bonito y lo cuentas muy muy bien...
Gracias por aclararme lo de Garbancito, que seguro que es español y el Pulgarcito es la versión en guiri... ¡Cómo pude confundirlo!
Muchas gracias!

Un beso!

junio 27, 2005 5:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No lo conocia pero por un momento me he trasladado a la infancia, con un plato de comida enfrente y mi paciente abuela al lado....
Gracias por el viaje
Besos de la familia

junio 27, 2005 6:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Nope,no lo conocia.Y por lo que veo hay mucha gente que no lo conocia. Si esque hasta en los cuentos tradicionales nos estamos volviendo un mundo global...

hasta pronto

Ivich

junio 27, 2005 11:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Orales, que interesante cuento, me gusto, no nunca lo había oído, aunque no te conozco mucho, me agrada tu blog es bueno leer algo nuevo todos los días, saludos!! El cuento pareciera que fuera como fabula, aunque esta no lo es

junio 28, 2005 1:36 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Volver a leer este cuento me ha supuesto retroceder 32 años atrás...Qué equivocados aquellos que piensan que no es posible viajar en el tiempo. Me lo contaron una noche durante unas colonias de verano, la verdad es que apenas recordaba nada, salvo la coletilla "Dame mi real , quiero mi real". Sencillamente esplendido.
Adrià Urpí.
P.D. No he olvidado lo que te debo, pero estos dos días he andado algo atareado.

junio 28, 2005 3:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Tú también me caes estupéndamente!!! han sido muchos los gatitos que he recogido (es superior a mis fuerzas), aunque luego los he "colocado" a los familiares y amigos, vivo en un piso y no me los puedo quedar todos.
Un día me fijé que rondaba por mi casa un gato y le bajé comida, al día siguiente volvió y le di de comer otra vez. Al final venía todos los días. Estuvo así mucho tiempo hasta que desapareció, y me da una pena........porque seguro le pasó algo, era un gato ya muy mayor para que nadie lo recogiese ni yo encontré quien se lo quedara, en fin, me acuerdo un montón de él.
Aquí para dejar a un animal en la perrera tienes que pagar, por lo visto en más sitios también, dicen que es la única forma de financiarse que tienen ya que el ayuntamiento apenas les destina dinero, por eso que la gente los deja en la puerta y sale pitando, pero joder, con cuidado de no atropellar a los cachorritos........ No lo veo bien, encima que haces su trabajo y recoges al animal, tienes que pagar porque se hagan cargo de él???, no sé quien es más animal...... luego normal que la gente los deje por ahí tirados. En fin, no sigo que este tema me enferma.
Saludis.

junio 28, 2005 7:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Muy bonito, no lo había leido, el papel del zapatero cabezon lo podía haber hecho perfectamente Paco Martínez Soria. Jejejeje

Besos

junio 28, 2005 11:34 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

QUe gracioso al final! No lo conocía, y es divertido. Hasta la fecha, verdaderamente, todo lo que has contado es nuevo para mi, así que fíjate si me instruyo contigo, jajajaja.
¿Esos cuentos tan chulis te contaban de pequeña? ¡QUe suerte!
Yo crecí entre tebeos, desde bien pequeño, pero mi madre me los contaba todos los fines de semana que estaba conmigo... El que más me contaba era el de Pulgarcito.
Muacks para tí, leodegudis!!!

junio 30, 2005 12:34 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

jajajaaj, muy muy bueno el cuento. Yo adoro los cuentos, todos y leo muchísimos todavía, a pesar de q algunos piensan q soy mayor, pero creo q es bonito no perder la ilusión por los cuentos.
Besos y gracias por enseñarme este cuento q no conocía.

julio 09, 2005 11:54 p. m.  
Blogger Senior Citizen said...

Yo no recuerdo que me contaran cuentos o quizá es que era muy pequeña y no me alcanza la memoria. También puede ser que leí muy pronto y los leía yo, pero los que más recuerdo de entonces son los clásicos: Caperucita, La Cenicienta, Hansel y Gretel....

agosto 18, 2013 9:55 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Senior Citizen - Yo si recuerdo que nos contaban cuentos y mi padre nos leía poesía también y aunque siempre me gustó leer, los cuentos contados me parece que tenían un algo especial que los hacía únicos.

agosto 18, 2013 10:43 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home