El misterio de la casulla
En el año 607, nace en Toledo Ildefonso, el que con el paso de los años llegaría a ser santo. Fue educado en la escuela isidoriana de Sevilla, manifestándose muy pronto su vocación monástica, pero sus padres que pertenecían a la nobleza, se opusieron desde un principio a su vocación, motivo por el cual huyó del hogar buscando refugio en el monasterio de Agali en donde vistió el hábito de San Benito. Muy pronto destaca por su entrega al estudio, su ansia de saber y sus escritos profundos y razonados entre los que destaca el “Libro de la Virginidad de María”. Llega a ser abad del monasterio y su fama de sabio, su prudencia y su clarividencia le llevan a ser el elegido para sustituir al fallecido arzobispo de Toledo, ceremonia que se celebra el 26 de noviembre del año 657.
Una noche de diciembre, acompañado de algunos clérigos, se dirigió a la iglesia para la celebración de un oficio y al llegar se encontraron con un resplandor que la iluminaba por completo, su luz era tan intensa, que todos huyeron asustados menos Ildefonso que con gran serenidad se dirigió hacia el altar y allí descubrió a la Virgen María rodeada de ángeles, vírgenes y santos que entonaban cantos celestiales. La Virgen le hace seña de que se acerque y sonriéndole al tiempo que le agradece la defensa que de ella hace, le entrega una casulla traída de los cielos, dándole instrucciones para que la use solamente en los días dedicados en su honor. Desaparecida la visión, queda en sus manos la vestidura celestial.
De la importancia que tuvo esta historia dan fe la cantidad de artistas famosos que plasmaron en sus cuadros la escena de la entrega de la casulla a San Ildefonso, como por ejemplo: Juan Valdés Leal, Diego de Velázquez, Murillo, Juan de las Roelas y Andrés de Islas.
En la literatura también se ve reflejado, véase si no en el libro “Los milagros de Nuestra Señora” de Gonzalo de Berceo cuando escribe:
Una noche de diciembre, acompañado de algunos clérigos, se dirigió a la iglesia para la celebración de un oficio y al llegar se encontraron con un resplandor que la iluminaba por completo, su luz era tan intensa, que todos huyeron asustados menos Ildefonso que con gran serenidad se dirigió hacia el altar y allí descubrió a la Virgen María rodeada de ángeles, vírgenes y santos que entonaban cantos celestiales. La Virgen le hace seña de que se acerque y sonriéndole al tiempo que le agradece la defensa que de ella hace, le entrega una casulla traída de los cielos, dándole instrucciones para que la use solamente en los días dedicados en su honor. Desaparecida la visión, queda en sus manos la vestidura celestial.
De la importancia que tuvo esta historia dan fe la cantidad de artistas famosos que plasmaron en sus cuadros la escena de la entrega de la casulla a San Ildefonso, como por ejemplo: Juan Valdés Leal, Diego de Velázquez, Murillo, Juan de las Roelas y Andrés de Islas.
En la literatura también se ve reflejado, véase si no en el libro “Los milagros de Nuestra Señora” de Gonzalo de Berceo cuando escribe:
Fízoli otra graçia qual nunca fue oida,
Dioli una casulla sin aguida cosida,
Obra era angelica, non de omme texida,
Fabloli poccos vierbos, razon buena complida
Amigo, dissol, sepas que so de ti pagada,
Asme buscada onrra, non simple, ca doblada:
Feçist de mi buen libro, asme bien alabada,
Feçistme nueva festa que non era usada.
Nos remontaremos ahora a unos años atrás cuando los persas mandados por Cosrroes II en el 614 invaden Tierra Santa y conquistan Jerusalén. El obispo de esta ciudad y sus sacerdotes, escondieron el Arca de las Reliquias (que se guardaba ya desde los tiempos de los apóstoles) y que fue acrecentándose con nuevas reliquias desde entonces. Con la entrada de Cosrroes en Jerusalén, el obispo pasó a África llevándose el Arca de las reliquias, allí estuvo algún tiempo pero como no era sitio seguro, decide traerlas a España donde, después de un largo viaje, se dispuso enviársela al obispo de Sevilla. Mas tarde, San Isidoro consiguió llevar el Arca consigo cuado fue nombrado obispo de Toledo. Dado que la invasión musulmana continuaba su avance, se decidió intentar ponerla a salvo llevándola al norte, concretamente a Asturias, primero escondida en una cueva en el Monsacro y luego por orden de Alfonso II el Casto se trasladaron a la Capilla del palacio dedicada a San Miguel. Hay que decir que cuando traen las reliquias, se incluye en ellas la casulla y se transporta también el cuerpo del santo, que por alguna razón que desconozco, dejan en Zamora. Que la casulla venía en el Arca, da cuenta el Obispo Don Pelayo en una relación que hace de las reliquias que se guardan en la misma. Un poco más tarde, también lo hace el Obispo Don Gutierre de Toledo, pero luego desaparece de los catálogos y solo queda en el recuerdo. El Arcediano de Tineo, Marañón de Espinosa, Primer Rector de la Universidad y cronista de la catedral, dice a principios del siglo XVII con relación a la casulla: “Sólo sabemos que quedó dentro del arca, cuando se verificó el reconocimiento oficial de ésta en tiempos de Alfonso VI, la preciosa vestidura que Nuestra Señora trajo del cielo a su capellán San Ildefonso, que no sabemos si fue alba o casulla porque la cédula no decía sino vestimento sin declarar más”.
La iglesia de Toledo escribe el 13 de junio de 1575 al Cabildo de Oviedo, encareciendo la gran devoción que allí tienen a esta iglesia de Oviedo “por estar aquí la casulla de San Ildefonso”. Y el 10 de abril de 1587 se lee una carta del Arcediano de Babia desde Madrid, que dice entre otras cosas: “tengan cuenta con el recado de la Cámara Santa porque tratan de pedir la casulla de San Ildefonso”.
Existe también una carta escrita por el Padre Sebastián Sarmiento de la Compañía de Jesús al Padre Francisco Portocarrero de la misma Compañía sobre el reconocimiento de la casulla de San Ildefonso por cuatro señores Obispos a finales del siglo XVI, que se conserva en el Archivo de la Santa Iglesia de Toledo. Reproduzco la carta porque creo que tiene interés:
Huélgome que V.R. me mande, aunque sea de tarde en tarde cosas de su servicio, y más en honra de la Virgen Santísima, de cuya casulla diré lo que me acuerdo.
Es verdad que yo estaba en Oviedo al tiempo que se abrió aquella Arca grande que está en medio de la Cámara Santa. La ocasión de abrirse fue la Consagración del Señor Obispo Don Pedro Junco de Posada, natural de Llanes, hijo de Juan de Posada y María Alfonso Díez de Noriega, que por ser junto de Oviedo quiso consagrarse de mano de su Obispo Don Pedro de Quiñones. (Creo que el nombre correcto era Diego y no Pedro)
A la Consagración vino Don Juan Alonso de Moscoso, Obispo de León y el de Galípoli D.N. Quinteros que era a la sazón Abad de Santander.
Teniéndolos juntos un día Don Pedro de Quiñones dijo a los dichos Prelados que pues se hallaban cuatro, cosa que no sucedería quizás otra vez hasta el día del Juicio, que probasen con toda la reverencia posible, abrir ellos solos y el que tenía las llaves de la Cámara Santa, aquella Arca para saber el magnífico tesoro. Al fin los convenció a que si y, prevenidos con ayunos y oraciones, después de Consagrado el de Salamanca, con todo el secreto posible, se juntaron los obispos y Canónigos que tenía las llaves y después de haber abierto la primer arca que es grande, hallaron otra menor y otra y otras menores hasta que dieron con un cofrecito muy pequeño, como de un palmo muy largo el cual tenía un rótulo que decía: LA CASULLA QUE NUESTRA SEÑORA DIO A SAN ILDEFONSO. Mucho les espantó, por parecerles casi imposible que allí cupiese una casulla. Abrieron el cofrecillo con muy gran dificultad, tanto que casi estuvieron desahuciados de poderlo abrir y dentro hallaron un cendal de color de cielo en forma de un capuz portugués, tan grande que pudiera cubrir al hombre más alto que hay en España, sin textura ni costura como una tela de cebolla, tan delicado y sutil que con solo el aliento que respiraban se hinchaba como una vela cuando le da recio el viento. Y volviéndola a doblar como estaba, la recogieron en su cofrecito, juramentándose todos que no habían de decir nada a nadie, si no era habiendo salido veinte leguas de Oviedo, y así lo cumplieron.
El Abad de Santander en habiendo salido de las veinte leguas se volvió a dos Canónigos de Santander que le acompañaban y con espanto les dijo: ¿”Es posible que he podido guardar el secreto en el pecho, lo que he visto en Oviedo”?. Y se lo contó; también se lo refirió a los de mi Colegio de Santander muy a la larga. Y el Obispo de Salamanca Don Pedro Junco de Posada contó después lo mismo al Padre Ferrer. Esto es acerca de lo que vuestra reverencia me pregunta.
Sebastián Sarmiento
Volviendo a la casulla, se creyó que estaba escondida aquí en la catedral por temor a que la Iglesia de Toledo la reclamara algún día y surgió la leyenda. Se dijo que estaba en la bola grande de la torre de la catedral, pero se comprobó que no; se dijo entonces que estaba debajo del Arca Santa, pero tampoco; se pensó luego que estaría detrás del retablo de la capilla de San Ildefonso (capilla que desapareció en la voladura de la revolución de 1934), pero allí tampoco estaba y por más que se buscó nunca apareció.¿qué fue de ella entonces?, pues hay muchas posibilidades, a saber:
Que a pesar de “haberla visto” tanta gente, nunca haya existido
Que nunca hubiera sido incluida entre las reliquias que vinieron a Oviedo
Que cualquier persona de las que tuvieron acceso a ella, tanto durante el traslado como en Oviedo, la haya cogido, a saber con que intención.
Que los de Toledo se hayan hecho con ella de alguna manera y la tengan a buen recaudo.
Que cualquiera de las personas que estuvieron presentes al abrir el Arca, en un momento de descuido, se la hayan llevado.
Y podríamos seguir así con un montón de hipótesis más, pero me temo que no llegaríamos a ningún sitio, pero si me gustaría aclarar algo y esto es sólo mi forma de pensar: Si las reliquias fueron traídas a Oviedo para ponerlas a salvo, ¿por qué una vez pasado el peligro no se devolvieron?, yo creo que hubiera sido lo justo. Ya se que en aquellos tiempos cualquier catedral, iglesia o monasterio adquirían fama y por lo tanto atraían a mucha gente dependiendo de lo famosas que fueran sus reliquias, de ahí que el mercado y falsificación de las mismas estuviera a la orden del día (sería un buen tema para otra ocasión). Pero insisto, si alguien te confía algo para que se lo guardes, no te puedes quedar con ello, tienes que devolverlo. En cuanto a la casulla, me temo que pasará a engrosar la lista de misterios sin resolver.
La iglesia de Toledo escribe el 13 de junio de 1575 al Cabildo de Oviedo, encareciendo la gran devoción que allí tienen a esta iglesia de Oviedo “por estar aquí la casulla de San Ildefonso”. Y el 10 de abril de 1587 se lee una carta del Arcediano de Babia desde Madrid, que dice entre otras cosas: “tengan cuenta con el recado de la Cámara Santa porque tratan de pedir la casulla de San Ildefonso”.
Existe también una carta escrita por el Padre Sebastián Sarmiento de la Compañía de Jesús al Padre Francisco Portocarrero de la misma Compañía sobre el reconocimiento de la casulla de San Ildefonso por cuatro señores Obispos a finales del siglo XVI, que se conserva en el Archivo de la Santa Iglesia de Toledo. Reproduzco la carta porque creo que tiene interés:
Huélgome que V.R. me mande, aunque sea de tarde en tarde cosas de su servicio, y más en honra de la Virgen Santísima, de cuya casulla diré lo que me acuerdo.
Es verdad que yo estaba en Oviedo al tiempo que se abrió aquella Arca grande que está en medio de la Cámara Santa. La ocasión de abrirse fue la Consagración del Señor Obispo Don Pedro Junco de Posada, natural de Llanes, hijo de Juan de Posada y María Alfonso Díez de Noriega, que por ser junto de Oviedo quiso consagrarse de mano de su Obispo Don Pedro de Quiñones. (Creo que el nombre correcto era Diego y no Pedro)
A la Consagración vino Don Juan Alonso de Moscoso, Obispo de León y el de Galípoli D.N. Quinteros que era a la sazón Abad de Santander.
Teniéndolos juntos un día Don Pedro de Quiñones dijo a los dichos Prelados que pues se hallaban cuatro, cosa que no sucedería quizás otra vez hasta el día del Juicio, que probasen con toda la reverencia posible, abrir ellos solos y el que tenía las llaves de la Cámara Santa, aquella Arca para saber el magnífico tesoro. Al fin los convenció a que si y, prevenidos con ayunos y oraciones, después de Consagrado el de Salamanca, con todo el secreto posible, se juntaron los obispos y Canónigos que tenía las llaves y después de haber abierto la primer arca que es grande, hallaron otra menor y otra y otras menores hasta que dieron con un cofrecito muy pequeño, como de un palmo muy largo el cual tenía un rótulo que decía: LA CASULLA QUE NUESTRA SEÑORA DIO A SAN ILDEFONSO. Mucho les espantó, por parecerles casi imposible que allí cupiese una casulla. Abrieron el cofrecillo con muy gran dificultad, tanto que casi estuvieron desahuciados de poderlo abrir y dentro hallaron un cendal de color de cielo en forma de un capuz portugués, tan grande que pudiera cubrir al hombre más alto que hay en España, sin textura ni costura como una tela de cebolla, tan delicado y sutil que con solo el aliento que respiraban se hinchaba como una vela cuando le da recio el viento. Y volviéndola a doblar como estaba, la recogieron en su cofrecito, juramentándose todos que no habían de decir nada a nadie, si no era habiendo salido veinte leguas de Oviedo, y así lo cumplieron.
El Abad de Santander en habiendo salido de las veinte leguas se volvió a dos Canónigos de Santander que le acompañaban y con espanto les dijo: ¿”Es posible que he podido guardar el secreto en el pecho, lo que he visto en Oviedo”?. Y se lo contó; también se lo refirió a los de mi Colegio de Santander muy a la larga. Y el Obispo de Salamanca Don Pedro Junco de Posada contó después lo mismo al Padre Ferrer. Esto es acerca de lo que vuestra reverencia me pregunta.
Sebastián Sarmiento
Volviendo a la casulla, se creyó que estaba escondida aquí en la catedral por temor a que la Iglesia de Toledo la reclamara algún día y surgió la leyenda. Se dijo que estaba en la bola grande de la torre de la catedral, pero se comprobó que no; se dijo entonces que estaba debajo del Arca Santa, pero tampoco; se pensó luego que estaría detrás del retablo de la capilla de San Ildefonso (capilla que desapareció en la voladura de la revolución de 1934), pero allí tampoco estaba y por más que se buscó nunca apareció.¿qué fue de ella entonces?, pues hay muchas posibilidades, a saber:
Que a pesar de “haberla visto” tanta gente, nunca haya existido
Que nunca hubiera sido incluida entre las reliquias que vinieron a Oviedo
Que cualquier persona de las que tuvieron acceso a ella, tanto durante el traslado como en Oviedo, la haya cogido, a saber con que intención.
Que los de Toledo se hayan hecho con ella de alguna manera y la tengan a buen recaudo.
Que cualquiera de las personas que estuvieron presentes al abrir el Arca, en un momento de descuido, se la hayan llevado.
Y podríamos seguir así con un montón de hipótesis más, pero me temo que no llegaríamos a ningún sitio, pero si me gustaría aclarar algo y esto es sólo mi forma de pensar: Si las reliquias fueron traídas a Oviedo para ponerlas a salvo, ¿por qué una vez pasado el peligro no se devolvieron?, yo creo que hubiera sido lo justo. Ya se que en aquellos tiempos cualquier catedral, iglesia o monasterio adquirían fama y por lo tanto atraían a mucha gente dependiendo de lo famosas que fueran sus reliquias, de ahí que el mercado y falsificación de las mismas estuviera a la orden del día (sería un buen tema para otra ocasión). Pero insisto, si alguien te confía algo para que se lo guardes, no te puedes quedar con ello, tienes que devolverlo. En cuanto a la casulla, me temo que pasará a engrosar la lista de misterios sin resolver.
42 Comments:
Leo me ha gustado toda la historia, el misterio y lo ameno con que nos cuentas estos pasajes, pero lo que más me ha gustado es lo último, "si te confian algo, siempre hay que devolverlo"....no solo lo material...
Un biko bien fuerte y muy buen fin de semana!! :D
p.d. jejeje soy la primer! (como dice mi sobrino:P)
Leo, pues antes que nada, me vino a la mente el museo del Colegio del San Ildefonso, donde hace varios años tuve la oportunidad de ver a uno de mis tíos presentar su libro, no tiene nada que ver, pero pues me acordé del lugar y su importancia, jajaja.
No cabe duda que la historia es buena, y efectivamente da lugar a muchas interpretaciones, aunque la más curiosa sería que a pesar de “haberla visto” tanta gente, nunca haya existido...
Que tengas un muy buen fin de semana, un beso!
Es la primera vez que alguien me explica con tando detalle la historia de alguna de las "reliquias" que existen o han existido en este país nuestro. Es de agradecer, porque la rumorología y el boca a boca siempre te hacen tergiversar y estar mal informado.
Muy interesante, Leo, como siempre es un placer leerte.
Un beso.
Interesante, pero ultimamente es que no creo en milagros ni reliquias ni cosas por el estilo.
Besos
Intresante historia,además es un tema de moda ahora en las novelas...la busqueda de reliquias..
Quién sabe si algun dia ...pueda aparecer..
Besitos.
Azul - Gracias, buen fin de semana para ti también. Este relato es medio historia medio leyenda y tiene que ver con la catedral de mi ciudad, por eso me llamó la atención.
Diego - Y tú también disfruta del tiempo libre. Posiblemente nunca haya existido, pero ¿quién sabe?.
Cris - El tema de las reliquias es muy interesante por todo lo que sucede y sucedió a su alrededor y para comprenderlo hay que meterse de lleno en las épocas en las que su importancia era muy grande.
White - El elegir este tema, no tiene nada que ver con creer o no, hoy relaté una historia/leyenda que está ahí y que forma parte de los acomtecimientos que tienen como protagonista a la catedral de Oviedo. Como le dije a Cris, para comprender, que no creer, el tema de las reliquias, hay que conocer la época en la que todo esto tenía un significado que aunque te pueda parecer raro fue tracendente para el desarrollo de la historia.
Valentina - O tal vez algún escritor lo utilice como tema principal de su novela, te advierto que el tema bien llevado daría para un libro más que entretenido.
Me ha fascinado la historia. Creo que nunca aparecerá la casulla... lo extraño es que durante 10 siglos estuviera localizada, y después haya desaparecido... Me recuerda a esas historias de griales, sábanas santas y demás, que una vez existieron y ahora todo es un misterio...
Un abrazo.
Me encanta este relato, Leo, no sólo porque lo haces sencillo de interpretar y cuidas al extremo la documentación, sino porque me has hecho recordar una leyenda relacionada con la casulla.Según la cuál, el abad que la custodiaba tuvo la tentación de ponersela y falleció porque aquel tejido amplio y sin costuras comenzó a adheriese a su cuerpo hasta producirle la axfisia...Es curioso como las reliquias dan lugar a oscuras y misteriosas leyendas en las que se mezclan intereses y misterios solapados.!Quién tuviera el fervor de Gonzalo de Berceo y la candidez con la que relata el milagro!
Un beso, que disfrutes del fin de semana.
Me apasionan estos temas envueltos en ese halo de misterio. Pueden o no ser reales, pero algo hay cuando la leyenda sobrevive al tiempo, sirve de inspiración a artistas. Me ocurre también con la leyenda del Santo Grial o la Sábana Santa..
Un besito, Leo
Hola Leo:
Ya de vuelta empiezo "el paseillo" por tu diario y me encuentro esa hermosa leyenda.
Yo más bien creo, como tu comentas, que es bastante posible que no existiera la casulla famosa, pues en esto de los milagros y reliquias hay más de leyenda que de realidad.
Una vez un estudioso dijo que si se reuniesen todos los trozos de la Santa Cruz que hay por el mundo habría madera para más de una. Igual que las espinas de la corona y otras reliquias.
Besos y buen fin de semana largo para algunos.
José
Concuerdo con eso de que siempre hay que devolver lo que te ha sido confiado para resguardar, aunque lamentablemente hay quien no lo entiende.
Muy interesante esta historia para mí, conocía muy poco de san ildefonso. Saludos!
No conocía la historia, y me gustaría que nunca se suipiera donde está la casulla, y así mantener el misterio.
Besos
Gracias Leo, leerte es un placer, haces ameno cualquier tema, desde que te encontré, mis horizontes se han ampliado, asistir a tus clases se ha convertido en algo muy agradable, eres mi "blogprofesora", favorita, caray, que "palabro" me ha salido.
Besín astur ;-)
Los misterios sin resolver que adornan la historia de la humanidad. Llega un punto en que la existencia de la prenda es irrelevante. La sola historia que gira al rededor de ella, es sí mismo un tesoro.
Un tesoro que no conoceríamos de no ser por ti...
Un fuerte abrazo,
Leodegundia, me ha encantado. Desde el título hasta tu "moraleja" final.
Es verdad. Entonces, las reliquias y los hechos prodigiosos atraían a los fieles y... bueno... era fuente de ingresos...
Sí. En Zamora está. En una Iglesia dedicada a él. La Iglesia de San Ildefonso. La próxima vez que vaya sacaré una foto de ella para ti.
Bueno, parece que, "a mediados del siglo VIII, para salvar el venerable cuerpo de la persecución de Abderrahmán I, los fieles lo trasladaron a Zamora". Así es como nos lo cuentan.
Y como aspecto curioso, te contaré que existe una Orden de Caballeros (no recuerdo el nombre, lo buscaré) de San Ildefonso en Zamora. Y existe otra en Toledo bajo la misma advocación. Pues bien, parece que existía una (al menos teórica) enemistad por esta causa. Y hace unos cuatro meses, leí en La Opinión (periódico Zamorano) que se había celebrado un acto solemne de ambas Ordenes de Caballeros, por la que se reconciliaban y cancelaban así su enemistad.
Un abrazo fuerte
El "asunto" está de actualidad; sobre todo hasta hace no mucho.
Resulta que una comisión elegida entre lo más granado y florido de la localidad, se presentó ante el Ilustrísimo y Reverendísimo señor Obispo para solicitar que se hiciesen misas y rogativas a fin de que llegase la lluvía.
El obispo, que era hombre de fé y tenía claras las ideas, les contestó, acercándose a la ventana para elevar sus ojos al cielo, que le parecía muy bien pero que él no veía que estuviese "de llover"..
¿Por qué hemos necesitado siempre tener cerca los milagros?.
Brisaenlanoche - Posiblemente no aparezca porque posiblemente nunca haya existido. Alrededor de las catedrales siempre hay unos cuantos misterios que nunca serán resueltos.
Marian - No conocía esa leyenda, pero si una que decía que si alguien abría el arca una luz muy potente le dejaría ciego, no la incluí pues la leí hace tiempo y no pude comprobarla. Esto hace pensar, que tal vez al asustar con estas historias lo que se pretendía era que no se abriera el Arca Santa y así que nadie se diera cuenta de que no estaba allí.
Kuan - Puede que todas las leyendas tengan un algo de verdad, lo que sucede es que luego se van adornando y cuanto más tiempo pasa más se desvirtúa esa verdad.
José Sans - El tema de las reliquias como ya dije es muy extenso, tanto como la cantidad de ellas falsas que firugan en todos los lugares.
¿No tienes fin de semana largo? yo tampoco, así que nos tendremos que contentar con quedarnos en casa.
Matías - Mi idea siempre fue esa, si alguien te presta algo, o te lo deja en custodia, llegado el momento hay que devolverlo, creo que es lo justo.
Miguelón - Pues vas a quedar muy feliz, porque si a estas alturas no apareció, el misterio seguirá por los siglos de los siglos.
Incondicional - Jaja, tienes suerte que esta "blogprofesora" ni pasa lista ni hace exámenes, ¡qué buena soy! ¿verdad?. Gracias por el besín astur.
Raúl - Tienes toda la razón, lo realmente interesante es cada movimiento de las personas que se supone estaban alrededor de la casulla; si no existió ¿por qué la inventaron?, si existió ¿qién y por qué la cogió? etc. es una buena historia de intriga.
Almena - Jaja, pues ya iba siendo hora de que se reconciliaran, no sabía nada de estas Ordenes de Caballeros. El género humano siempre encuentra motivo para pelearse entre si.
Gracias anticipadas por la foto prometida.
Turulato - El ser humano siempre necesitó tener cerca los milagros por su incapacidad, por un lado de resolver sus problemas y esperar que alguien lo haga por él y por el otro lado para dominar a una gran parte de la gente, sin dejar de lado que los milagros se necesitaban para poder comprender algunos fenómenos inexplicables.
Tú que sabes tanto de historia, conoces muy bien como se puede arrastar a la "masa" para que haga lo que uno quiere. Los milagros, reliquias y demás fueron durante siglos el medio usado por la Iglesia (en connivencia con los gobernantes)para dominar a la gente que no tenía ninguna cultura (toma esta vez cultura como conjunto de conocimientos) y no nos vamos a engañar, que aún hoy en día lo sobrenatural se sigue empleando en algunos paises y en otros, se cambió lo sobrenatural por otras cosas que también sirven para arrastrar a la gente.
Saludos desde Toledo... que la casulla la tengo yo¡¡¡¡
Interesante y mística historia. Uff las "usurpaciones" de reliquias y obras de arte..parece que todos quieren algo del pasado para sacar réditos. Besitos
Pues sí eso mismo creo yo que nunca jamás sabremos que pasó con esa casulla...Sí es que existió.
Que interesante lo que esribes, Leo.
Como sevillana tenia conocimiento, vago eso sí, de San Idelfonso, pero ni palabra de la Casulla.
Un abrazo
Meka - Jaja, si la tienes déjanosla ver y así quedará resuelto el misterio.
Andrea - No te puedes ni imaginar la cantidad de historias y leyendas que giran alrededor de las reliquias y los milagros.
Trini - Que yo sepa no es una historia muy conocida, yo tuve conocimiento de ella un día en que decidí recorrer la catedral con una guia escrita por D. José Cuesta que fue Dean de esta catedral.
Esta ciudad tiene tantas leyendas como calles... os recomiendo los libros de Toledo insólito y si me permites www.leyendasdetoledo.com, página con la cual no tengo ningún lazo pero me divierte cuando preparo algún paseo por mi ciudad. Saludos a todos
Hola amiguina, vengo a deseate un guapu finde.Besinos. :-)
Para variar, siempre tan interesante...
Parece otra versión del santo grial.
Es curioso como el cristianismo prohíbe los fetiches y su leyenda está llena de casullas, túnicas, caliz, y reliquias de todo tipo.
No sé qué parte es la que no entiendo yo o qué parte es la que no ven los demás. Esto que digo no va contra la fe católica sino contra el culto a los simbolos y los rituales.
Un sacrílego saludo.
Un buen post e interesante como siempre. Yo tb creo q deberían haberla devuelto pero como en todo en la vida, y por desgracia en lo religioso tb, el poder y el dinero corrompen.. Y eso sería lo q paso, seguro q alguien sabe del misterio, pr nunca lo sabremos..
besos
Buen lugar para aprender gozando, este blog se convirtió en parte de mi itirenario
Interesante historia Leo, si las reliquias siempre hay miles de hipotesis y ninguna será comprobada, quizá alguién se la robo y se quemó, quien sabe es tan solo un vestigio que le dan demasiado valor divino, la pintura es muy detallada, es como el santo sepulcro y la manta en la que envoliveron a Jesús, o como el de la Virgen de Guadalupe que también ah tenido tantas pruebas para ver si realmente es original.
Hay tanto oculto en todas las historias que siempre habrá un hueco por el que filtre algo que cambie la historia, pero sin duda es una historia interesante de este Santo.
un beso y que tengas un agradable fin de semana
Meka - Toledo es una de mis ciudades preferidas, gracias por la dirección, la visitaré.
Incondicional - Gracias guapa, que tú también disfrutes de este largo fin de semana.
Malytta - Me alegra que te haya entretenido, esto es lo bueno de los blogs, se encuentra de todo.
Anazia - ¿Qué tal los exámenes? espero que todo marche bien.
José - El misterio y lo sobrenatural siempre atraen a la gente y ten en cuenta que en aquella época donde la gente inculta era mayoría, era normal que se apegaran a estas leyendas.
En cuanto al culto a los símbolos y rituales, la cosa no cambió tanto, si te fijas hoy en día se rinde culto a otros símbolos y se realizan otros rituales, como ya dije más veces, cambian los decorados pero no los actores.
Natalia - Como siempre, el dinero y el poder está detrás de todos los acontecimientos.
Jose Alonso - Me alegra que así lo creas, aquí siempre tendrás un asiento reservado para que reposes un rato en tu itinerario.
Carlos - Sabes, en realidad es bueno que existan estos enigmas, así se construyen buenas leyendas que sirven entre otras cosas como entretenimiento en una tertulia como esta donde es grato recibir a tantos amigos.
Maura - Bienvenida y muchas gracias, vuelve cuando quieras.
Un misterio más sin resolver
como donde y quien será poseedor
del Grial.
¿Y si tal vez no encontraron la persona adecuada para devolverla?, nunca se sabe a quien se le puede entregar.
Un besito Leo.
Te habla un toledano que nunca habia escuchado esta historia. Nunca dejas de sorprendernos.
Por cierto San ildefonso, es el patrón de la ciudad imperial..
Un besin
chau
Darilea - Cuando me refiero a devolver el Arca Santa, pienso en que la catedral de Oviedo se la tenía que haber devuelto a la de Toledo de donde procedía; luego sería la de Toledo la que tendría que decidir si la devolvía a su lugar de origen.
Usuario anónimo - Gracias toledano, si tienes tiempo y ganas, investiga un poco en la catedral de Toledo y tal vez puedas ampliar más la información que yo tengo, sería muy interesante.
Muralla - Yo también lo espero pues todas estas leyendas con su halo de misterio son entrañables.
Me encantó la historia. Y tienes mucha razón, la gente tiene la mala costumbre de no devolver el patrimonio de los otros.
Un abrazo!
¿Por qué todas las reliquias esconden ese aire de misteriosa leyenda? La Síndone, el Santo Grial, La Casulla...
Lo cierto es que si se trasladan para salvaguardarlas, lo suyo es que se devuelvan a su lugar original pero dado "el misterio" de la procedencia de la Casulla, es bastante probable que desapareciera así, sin más. Quizá alguien pensó que tuviera propiedades protectoras o mágicas.
Son de esas cosas que nunca sabremos pero que recuperamos en fragmentos de la Historia como el que hoy tú has recuperado.
Muy interesante Leo.
Un abrazo.
me ha gstado mucho la historia y la forma de contarla
besos
Tastavins - Me alegra que te gustara la historia, estas leyendas son muy entretenidas.
Mardolo - Ese es uno de los grandes atractivos de las reliquias, el misterio que las envuelve.
Lanamberguan - Aquí historias encontrarás unas cuantas, soy muy aficionada a ellas.
Hola Leo. No conocía demasiado tu historia pero me has iluminado... como siempre. Lo único que puedo aportar es que, en la apertura del Arca de las reliquias estuvo presente, además de Alfonso VI, estaba presente el Cid campeador.
En cuanto a lo de que porqué no volvieron las reliquias, será sin duda por un tema económico. En la Edad Media, una reliquia significa venta de indulgencias, peregrinación, limosnas... DINERO
Tenemos pendiente un tema Leo. Mañana empiezo en una nueva empresa y estoy focalizado al rabajo pero no te he olvidado , ni mucho menos.
Caboblanco -Gracias por tu aportación, lo de que estaba presente el Cid no lo sabía, esto de compartir información, es estupendo.
Ya se que es cuestión de dinero y de prestigio, pero como soy muy cabezona sigo diciendo que no está bien quedarse con algo que no es tuyo y las reliquias no era de aquí.
Suerte en la nueva empresa y tranquilo, hay tiempo para todo.
Marrakech - Somos tan poca cosa que siempre necesitamos de algo en lo que creer, sea lo que sea.
Lo de devolver no sólo me refiero a la casulla, no era eso sólo lo que se trajo, el Arca Santa existe y otras reliquias que venían dentro también, están en la Cámara Santa de la catedral de Oviedo. ¿A quién devolverlas? pues los de Oviedo a Toledo que de allí vinieron y a partir de ahí ya no es cosa nuestra.
Jajaja, claro que si me oye, mejor lee, el Sr. Arzobispo se carcajearía en mis narices.
Llego a esta entrada tan interesante con cinco años de retraso para aportar mi granito de arena a la información que algunos habéis contribuido a completar.
En Granada hay una iglesia maravillosa del siglo XVI dedicada a San Ildefonso que tiene en su portada y en el retablo de la capilla mayor la representación del "Descenso de la Virgen para imponerle la casulla" a S.Ildefonso.
¿Estará aquí la perdida casulla? Si es así pregunten a los miembros del Opus, que son los dueños de ese templo en este momento.
Senior Citizen - No importa el retraso, eres bienvenida igualmente y además se te agradece la información que aportas.
En cuanto a la casulla vete tú a saber en donde está o incluso a saber si existió de verdad, pero lo que si parece que es real es que en nuestra catedral la buscaron por todos lados y nunca apareció.
:-) Y al Opus como para preguntarle que nos va a contestar.
Creo que, de existir realmente (y por lo que se ve, la Historia hace inclinar más la balanza en sentido afirmativo), esta casulla es una reliquia de un nivel más elevado que cualquier otra que exista, solo comparable con la Santa Ámpula de San Remigio. Me explico: toda otra reliquia, incluso aquellas tan santas y venerables como los fragmentos de la Cruz, los instrumentos de la Pasión o el Santo Cáliz, están hechas de materia de origen terrenal. Lo que las hace santas es el contacto que tuvieron con Cristo o con algún santo. Pero esta casulla y el ámpula, según sus respectivas leyendas, vinieron directamente del Cielo. Es decir, estamos hablando de objetos cuya materia en sí es no terrenal, sino celestial. Eso es algo completamente diferente a todo lo demás en lo que a reliquias se refiere. Una lástima que una esté perdida, y la otra la hayan destrozado los revolucionarios franceses (parece que el arzobispado de Reims guarda en una bóveda un frasco lacrado con lo que se cree que son los fragmentos y restos de óleo de la Santa Ámpula que se pudieron recuperar del caos revolucionario. Incluso dichos restos de óleo habrían servido para ungir a Carlos X en el siglo XIX, último rey francés en ser coronado).
Gustavo
Publicar un comentario
<< Home