Juzgar precipitadamente
Por regla general todos tendemos a juzgar a los demás con demasiada premura, unas veces basándonos en la creencia de que conocemos los hechos lo suficiente, otras apoyándonos en lo que vimos “con nuestros propios ojos” y otras que se hacen de forma gratuita sólo por no tener la boquina cerrada.
Hablando el otro día sobre esto de juzgar sin saber, se me vino a la memoria una conversación mantenida a la hora del café en la primera empresa en que trabajé. Había surgido este mismo tema y uno de los jefes nos dijo que él también obraba de esa manera hasta que le pasó un caso que le hizo cambiar de actitud, porque le dio mucho que pensar y lo que le sucedió fue lo siguiente:
Siempre que viajaba a Madrid se hospedaba en el mismo hotel en el que ya le trataban como de casa pues sus viajes a la capital eran frecuentes. Un día, por razones que no recuerdo, el viaje se retrasó y llegaron a medianoche, él y su esposa, cansados y hambrientos y se dirigieron a lo que ya llamaban familiarmente su hotel para encontrarse con la desagradable sorpresa de que no había habitaciones libres. El encargado de turno intentó amablemente buscarles otro alojamiento y realizó muchas llamadas, pero no encontró nada, todos los hoteles tenían el cartel de completos y la hora tardía tampoco ayudaba mucho, así que viendo la desesperación de los clientes, que ya se veían dormitando en un sillón de la recepción, el jefe del hotel les comunicó que en el último piso tenían alquiladas unas habitaciones a unas personas que vivían allí de forma permanente, no eran precisamente las mejores habitaciones pero a esas personas les salía rentable y que precisamente uno de esos inquilinos, un cura, estaba ausente, se había marchado a visitar a su familia, así que por aquella noche les dejarían utilizar esa habitación ya que al día siguiente sería más fácil encontrar donde acomodarles, eso si, tendrían que desalojar la habitación temprano para que pudieran arreglarla antes de que regresara el cura.
Mi jefe y su mujer, cansados como estaban aceptaron sin rechistar y allá subieron con la idea de poder echar una cabezadita y descansar un poco. Por la mañana, como esas habitaciones no tenía cuarto de baño, la esposa salió al pasillo con la intención de utilizar el cuarto de baño común antes de desalojar la habitación y fue entonces cuando el marido se quedó pensativo pues se dio cuenta del daño que podían hacerle al cura porque si alguno de los residentes habituales veía saliendo de aquella habitación a una rubia de muy buen ver - así describió a su señora - ataviada con una vaporosa bata, lo lógico es que pensaran que el cura se lo había pasado de miedo y lo más triste era que los vecinos del cura dirían la verdad, “la rubia de buen ver, salió de la habitación del cura”, pero sin embargo, éste era totalmente inocente.
Así que desde aquel momento, además de no volver a aceptar una solución como aquella, que en realidad fue hecha queriendo hacerles un favor como clientes habituales que eran, dijo que antes de juzgar a nadie, se lo pensaría mucho pues incluso “viendo” se podía hacer un juicio injusto.
Creo que todos podemos aprender de este caso y cuando vayamos a dictar nuestra “sapientísima sentencia”, pensemos primero si lo que “vimos” es suficiente, o lo que “oímos” no fue sólo una parte, con lo cual la información en la que nos vamos a basar no está completa y acabaremos metiendo la pata y lo que es peor, haciendo daño a alguien.
Hablando el otro día sobre esto de juzgar sin saber, se me vino a la memoria una conversación mantenida a la hora del café en la primera empresa en que trabajé. Había surgido este mismo tema y uno de los jefes nos dijo que él también obraba de esa manera hasta que le pasó un caso que le hizo cambiar de actitud, porque le dio mucho que pensar y lo que le sucedió fue lo siguiente:
Siempre que viajaba a Madrid se hospedaba en el mismo hotel en el que ya le trataban como de casa pues sus viajes a la capital eran frecuentes. Un día, por razones que no recuerdo, el viaje se retrasó y llegaron a medianoche, él y su esposa, cansados y hambrientos y se dirigieron a lo que ya llamaban familiarmente su hotel para encontrarse con la desagradable sorpresa de que no había habitaciones libres. El encargado de turno intentó amablemente buscarles otro alojamiento y realizó muchas llamadas, pero no encontró nada, todos los hoteles tenían el cartel de completos y la hora tardía tampoco ayudaba mucho, así que viendo la desesperación de los clientes, que ya se veían dormitando en un sillón de la recepción, el jefe del hotel les comunicó que en el último piso tenían alquiladas unas habitaciones a unas personas que vivían allí de forma permanente, no eran precisamente las mejores habitaciones pero a esas personas les salía rentable y que precisamente uno de esos inquilinos, un cura, estaba ausente, se había marchado a visitar a su familia, así que por aquella noche les dejarían utilizar esa habitación ya que al día siguiente sería más fácil encontrar donde acomodarles, eso si, tendrían que desalojar la habitación temprano para que pudieran arreglarla antes de que regresara el cura.
Mi jefe y su mujer, cansados como estaban aceptaron sin rechistar y allá subieron con la idea de poder echar una cabezadita y descansar un poco. Por la mañana, como esas habitaciones no tenía cuarto de baño, la esposa salió al pasillo con la intención de utilizar el cuarto de baño común antes de desalojar la habitación y fue entonces cuando el marido se quedó pensativo pues se dio cuenta del daño que podían hacerle al cura porque si alguno de los residentes habituales veía saliendo de aquella habitación a una rubia de muy buen ver - así describió a su señora - ataviada con una vaporosa bata, lo lógico es que pensaran que el cura se lo había pasado de miedo y lo más triste era que los vecinos del cura dirían la verdad, “la rubia de buen ver, salió de la habitación del cura”, pero sin embargo, éste era totalmente inocente.
Así que desde aquel momento, además de no volver a aceptar una solución como aquella, que en realidad fue hecha queriendo hacerles un favor como clientes habituales que eran, dijo que antes de juzgar a nadie, se lo pensaría mucho pues incluso “viendo” se podía hacer un juicio injusto.
Creo que todos podemos aprender de este caso y cuando vayamos a dictar nuestra “sapientísima sentencia”, pensemos primero si lo que “vimos” es suficiente, o lo que “oímos” no fue sólo una parte, con lo cual la información en la que nos vamos a basar no está completa y acabaremos metiendo la pata y lo que es peor, haciendo daño a alguien.
53 Comments:
Desgraciadamente siempre tendemos a sacar conclusiones precipitadas y al cotilleo. Una señora de mi pueblo tenía un cuadro de un pintor local conocido pero que no le gustaba y decidió venderlo. A la dueña de la galería le falto tiempo para ir diciendo que es que la señora se había arruinado. En fin, entre otras cosas hay que ser un poco crítico con lo que a uno le cuentan.
Salu2!
Leyendo tu post y los comentarios me vino a la mente una frase que suele decir mi madre; Quien mal entiende mal responde.. o algo así
Muy bueno el post Leo ;) me gusta leerte.
Que tengas un buen finde linda, un abrazo
Lo último que me has dicho me recuerda a la película de Shrek, a la escena en la cual se mete el burro con la princesa a charlar y ésta, insinuándose a ella misma dijo algo en plan: "¿Quién va a querer un monstruo verde y feo?", y aunque iba dirigida a ella misma, Shrek se lo atribuyó a él... en fin, que se montó una buena...
Yo realmente no me agrada juzgar a las personas por lo que veo de ellas, por lo que hacen, aunque reconozco que en la mayoría de los casos es casi imposible que no me afecte lo que hagan fuera de una relación (ya sea de amistad o compañerismo) conmigo.
Muy buen ejemplo Leo.
Quizás, la razón de que juzguemos con tanta "alegría" el comportamiento de los demás es que nos suele salir "gratis".
Puedes hundir a álguien sin que te "cueste" nada y eso tiene mucho atractivo.
"El que esté libre, que lance la primera piedra"...Y desde entonces !a pedradas!La mayoría de nuestros juicios sobre los demás nacen de nuestros propios prejuicios y del interés con el que nos relacionamos.Eso de "vive y deja vivir" se nos atraganta, estamos a la defensiva... ¿Qué podemos saber de los demás,con lo poco que sabemos de nosotros mismos?...
Un abrazo
Yo creo que, ni aún teniendo una evidencia puede emitirse un juicio. ¿Cómo saber qué es lo que ha impulsado a alguien a cometer un acto que objetivamente puede parecer reprobable? La rubia peligrosa podía haber sido hasta la hermana del cura...
Nos justificamos con frecuencia a nosotros mismos con cosas como: es que me encontraba sola... Es que me dolía un pié... ¿Y los demás?
Un besito, Leo
Tienes razón, tendemos a juzgar y a veces las cosas no son lo que parecen, pero cuando te presentan pruebas, es difícil no juzgarlas, estamos hechos así...
este es un pais de "bocas". Yo el primero.
Besines.
Querida Leo desde mi punto de vista es uno de los temas más polémicos que se han podido escribir y de los más profundos.Dependiendo de como digas las cosas y el énfasis que pongas, puedes derribar o levantar a una persona. Por desgracia en lavida diaria existe,en el contacto con la gente, en tu trabajo,incluso en tu hogar, y si tienes buena voluntad te la va socabando incinscietemente le constante machaqueo de la caja tonta, que deforma las mentes incipientes de nuestros hijos y pueblo llano, nos enseña a mentir , y a destrozar la imagen de la persona que criticamos al vecino Puede que la primera impresión que te produzca una persona sea la cierta, puedes equivocarte al lanzar un juicio sobre ella. Mi madre hablando de este tema nos decía que una abuela comentaba con su nieta sobre la crítica"tu habla hija habla, que de lo que digas siempre queda algo" y tenia razón, nos avisaba de las malas lenguas y nos recomendaba prudencia en los juicios.
Un proverbio árab dice."La herida causada por una lanza puede curar, pero la causada por la lengua es incurable.Un beyco Nina
La mayor mentira que se puede decir consciente o inconscientemente es una verdad a medias, en el caso que nos ocupa la persona que pudiera ver a la rubia, estaría diciendo la verdad, pero no conocía toda ella, que la rubia estaba acompañada etc... Y juraría y en este caso con razón que de la habitación había salido una mujer. Y el bulo se propagaría partiendo de una verdad a medias. Muchas veces nos iría mejor callarnos hasta conocer la historia completa.
Los juicios precipitados, nunca son buenos consejeros.
Nos dejamos llevar por una sensación, por un juicio que como bien has recalcado es precipitado, juzgar a alguien sin conocerle es espantoso y sin embargo lo hacemos conciente e inconscientemente...Yo cada vez trato de hacerlo menos, primero trato de darle la oportunidad y una vez que lo conozca ya podré juzgarle al menos con argumentos...
Eis uma lição de vida, não dicir mas do que miramos enão dicir o que non miramos, mui bien, me a gustado mucho, excelente texto.
Creo que aunque veamos, oigamos y juzguemos sin saber la "historia completa", es muy apresurado a hacerlo. Aunque parezca que a nadie le importe, pues así se empieza el escándalo de todo, pues siempre habrá algunas personas que quieran meterse en lo que no le simporta.
un beso y que tengas un buen fin de semana
Holas Leo, como siempre , tu post es una gran verdad.
No suelo juzgar a nadie por una razón que llevo a rajatabla y es "trata a los demás como te gustaría que te trataran a tí", otra costumbre que tengo es intentar meterme en la piel de la otra persona y pensar , si no es bueno para mí, tampoco lo es para otra persona.
Te invito a escuchar un bellísimo tango.Besín.
Bueno, lanzarse a la piscina es gratis y, como el deporte preferido de este país es opinar, media España ejerce de tertualiana. Luego, con poner cara de cordero degollago y entonar el "lo siento..."
Convendría recordar esta historia cuando nos creemos cargados de razón porque "lo vieron estos mis ojitos".
Y ni siquiera hablo ya de "juzgar" o de "mal pensar" de alguien.
Es una gran historia, Leodegundia.
Muchos besos
Leo, cuando pasamos por una experiencia así, pues álguien opina sobre tí o sobre tu entorno, el "mal trago" es inevitable.
Pero inmediatamente hay que "dejar de mirar" al imprudente y centrarse en esas personas silenciosas que saben de nuestra realidad y de nuestros méritos.
Un besazo
Tienes toda la razón, pero quizá el error esté en no dejar que el cura se acueste con quien le dé la gana. Un abrazo.
De acuerdísimo Leo. Yo he sido varias veces juzgado por muchas personas porque es fácil hacerlo conmigo... No sé, yo siempre trato de seguir un principo básico: "no critiques, ni juzgues, ni condenes". Siempre intento preguntar y esperar a que las cosas se aclaren antes de actuar de determinada manera... Buen tema y buen post Leo, un beso! Buen fin de semana.
Una vez, alguién comentaba la infidelidad de una señora. Yo escuchaba y al terminar de relatar la "amiga" tal engaño, me preguntó que opinada y yo contesté que no lo creería hasta que no lo vieran mis ojos y aún así no podría aseverarlo. Y añadí y sí es cierto sus motivos tendrá. Soy de las que pienso que todo se hace por un motivo y que juzguen quién se creean en posesión de la verdad porque si yo misma no sé que haré dentro de un rato, cómo voy a enjuiciar a mi vecina?
En fin líbrenos Dios del que nos acecha...
Un abrazo
PD: Si hoy la cosa va de pasión, para variar no más, ¿O será para recordar? jajajja
Besos
Coincido con Incondicional, siempre procuro no hacer lo que no me gusta que me hagan, incluyendo conclusiones precipitadas y erróneas. Muy buen ejemplo, Leo.
En mi casa se dice que de lo que oigas no te creas nada y de lo que veas, la mitad.
Besos.
Hola leo:
Todo muy cierto, desgraciadamente, a veces sin quererlo, se juzgan las personas y los hechos por indicios muy elmentales y sin saber que hay en el fondo. Así nos va.
Besos y buen fin de semana.
José
PD: Hoy ha amanecido todo el pueblo nevado.
Dianora – Nombraste otro de los grandes causantes de malentendidos, que es darle una intención a las palabras pronunciadas por los demás, lo que uno puede decir sin ninguna doble intención, otro puede contar lo que oyó poniéndole un tono que no corresponde y que cambia por completo el significado de las palabras.
Tastavins – No sólo hay que tener cuidado con lo que nos cuentan, deberíamos de poner cuidado en no meternos en la vida ajena, teniendo en cuenta que cada uno tiene suficiente con atender la suya.
Azzura – Y tu madre tiene razón, algunas veces ni somos capaces de entender ni de expresarnos tampoco.
Anazia – Pusiste un buen ejemplo de frase escuchada sólo en parte y juicio rápido y negativo de la persona que escucha sin conocer la idea completa.
Turulato – Cargado de razón en tu comentario, hundir la reputación de alguien no cuesta nada, después de ensuciar bien un nombre, “pelillos a la mar”, aquí no ha pasado nada.
Marian – Eso de “vive y deja vivir” es muy hermoso, pero desgraciadamente se suele usar como una frase bonita, en los hechos hay gente que ni vive ni mucho menos deja vivir.
Kuan – Todo esto es realmente complejo, por eso en este post sólo se habla de no dejarnos llevar por lo primero que “vemos” ni lo primero que “oímos”, pues el daño que se puede hacer es enorme.
Glassy – No estaría mal que meditáramos un poco esa frase, quizás el mundo sería menos desagradable.
Azusa – Ya lo se, por eso dije que todos juzgamos muy alegremente y cuando digo todos eso es lo que quiero decir, sin excluir a nadie, yo incluida también; lo que sucede es que en esto también hay grados y es conveniente que tengamos cuidado para no pasarnos y empecemos a hacer esos juicios en temas más graves.
Vergonzoso - :-))) Decidir quien es el primer “bocas” en este país va a ser un pelín difícil, hay muchos candidatos.
Nina – Estás cargada de razón tanto en el proverbio como en la frase de tu madre, manchar es fácil, pero quitar la mancha muy difícil pues siempre tendemos a creer más en lo malo de alguien que en lo bueno.
Y lo de la caja tonta ya es el colmo, no entiendo como se pueden decir tales barbaridades sin que pase absolutamente nada, yo apenas veo la tele porque es deprimente.
Miguelón - ¡Claro que juzgamos con demasiada alegría!, pero que poco nos gusta que nos juzguen.
Unjubilado – Tienes toda la razón, una verdad a medias es verdaderamente peligrosa y dañina.
Consumidorirritado – Los juicios precipitados no son buenos para nada.
Bohemia – Desde luego que muchas veces se hace de forma inconsciente y no por eso es menos dañino, pero cuando ya se hace sabiendo que está mal , es el colmo.
Mixtu – Si, deberíamos de ser más prudentes teniendo en cuenta el daño que se puede hacer.
Carlos – Si, pero también debemos de tener en cuenta a las personas que “prestan oídos” a los chismorreos, es una forma de colaborar en la propagación de la mentira.
Incondicional – Así es como deberíamos de actuar todos :-))), pero como humanos que somos nos dejamos llevar muchas veces por lo fácil y no se por que demonios, lo fácil, casi siempre es lo de peor calidad.
Ya pasé a escucharlo.
Caboblanco – Así es, después de machucar a alguien y que ese alguien tenga que demostrar que no es culpable, se le dice algunas veces “lo siento”, palabras que arreglan poco y que encima no siempre son sinceras.
Almena – Si, algunas veces no llegamos a dar nuestra “valiosísima opinión”, pero nos la guardamos dentro y eso tampoco es bueno.
Turulato – Tienes razón, pero si pasaste por algo así, que espero que no, ¿te diste cuenta de que el número de “tus amigos” mengua?, ¡eso si que duele!, claro que para ser justos, también aparecen otros que ni siquiera sabías que existían.
Santiago Tena – Aquí no se habla de si al cura se le deja no acostarse con quien quiera, al fin y al cabo el que se mete a cura ya conoce las reglas, lo que se quiere demostrar es que “en ese momento” el cura no era culpable de nada y por lo tanto no se debe manchar su reputación.
Matías – Es posible que con algunas personas se ensañen más que con otras y si contigo lo hicieron, tú si que sabrás apreciar lo que duele y lo difícil que es quitarte la culpa de encima. Espero que no te vuelva a pasar nunca más.
Trini – Creo que cuando más te duele es cuando una persona que considerabas “amiga” es la primera en darte la puñalada o no sale en tu defensa demostrando que cree en tu inocencia.
:-))) Yo creo que con este frío que se nos vino encima, un poco de pasión no está nada mal.
Ladina – Estoy de acuerdo, la mitad o la cuarta parte e incluso así tal vez se meta la pata.
José Sans - Tu comentario entró cuando el mío, así que te contesto ahora a tí.
Es cieto que muchas veces lo hacemos sin querer, pero ya sabes como es el dicho: "sin querer, mató un hombre a una mujer", poco importa si se quiere o no, al que le hacen daño le duele lo mismo.
Aquí hace mucho frío y cae aguanieve aunque no llega a cubrir.
Lo malo es cuando estamos tan obcecados que no vemos que podemos estar equivocados, ahí es donde reside la raíz para seguir en nuestras trece... Pensamos que sólo puede haber una explicación a las cosas y que tenemos la verdad delante, cuando muchas veces no es cierto... Hay que aprender a abrir la mente para no dar por zanjadas muchas cosas...
Un abrazo.
Muy cierto en lo que dices,de verdad que tenemos la critica muy facil para el projimo, pero creo que deberiamos empezar por nosotros mismos, asi nuestro juzgar o conclusion serian con mas tolerancia y nos volveriamos mas humanos.
Suerte que los animales no juzgan...bueno quien sabe?muchas veces tenemos la misma manera de comportarnos.
Saludos y te invito a visitarme
Brisaenlanoche – Tienes mucha razón en eso de abrir la mente, solemos tener un espacio de visión muy reducido y eso nos limita mucho.
Pawen – Bienvenido a mi casa. Supongo que los animales también tienen sus reglas de comportamiento, no lo sé, pero me gustaría que los humanos fuésemos capaces de ser más racionales de lo que se nos supone.
Con gusto te visitaría si me dejas tu dirección.
Perdona pero has mencionado dos palaabras y me han venido a la memeoria tres frases:
-Un amigo es aquel que adivina siempre cuando se tiene necesidad de él.Renard
-Los amigos verdaderos son los que vienen a compartir nuestra felicidad cuando se les ruega,y nuestra desgracia sin ser llamados.Demetrio de Falera.
-Negar la verdad es un adulterio del corazón.S.Agustín
Te gustan? Te los envio con cariño, no puedo regalártelos porque no son mios.Con cariño Nina
Yo como todo el mundo, me imagino, juzgo o pienso , a veces, mal de alguien. Pero hace ya tiempo que he comprobado que cuando actúo así, casi nunca acierto; así que procuro desterrar este hábito de mí
Un abrazo
Yo, como dije en algún post mío hace varios meses, fui víctima de un ataque por parte de dos personas que no quiero ni nombrar, aunque he perdonado. Al final no lograron hacerme daño porque la verdad, siempre sale a la luz, pero fui juzgado de una manera terrible, y de algo muy delicado. Hoy, que lo veo hacia atrás, me da risa, porque salí del problema, pero cuántos más no pueden hacerlo... Es difícil no juzgar, casi todos lo hacemos en mayor o menor medida, y a veces sin darnos cuenta. un abrazo!
Nos precipitamos en sacar conclusiones, y a mi a veces me pasa, no te creas!! pero lo que no hago es juzgar a nadie ni lanzar rumores infundados.
Eso es ser dañino.
Buen post!!
Besos Leo.
Todos hemos sido proclives en algún momento a emitir juicios acerca del otro. Sin embargo, la vida enseña que vivir es oscuro, que saber no es conocerse, que los ojos repiten lo que copian pero nunca preguntan.
No hay ciencia en la palabra que se usa para juzgar al otro. Sólo, tal vez, en la que se calla prudentemente.
Besos
Cuanta razón tienes. Cuantos daños a veces irreparables, se hacen juzgando. Además creo que somos más libres, cuando no juzgamos y creo que es lo que nos distingue de otros seres."Huele, luego hay comida".
Porque ademas de juzgar, lo peor es que condenamos.
Un beso
Las verdades a medias siempre son mas dañinas que las mentiras.
Tus post, como siempre, muy atinados
Leo, solo es un poema, una prosa. No es mi realidad es una licencia poética.
Un saludo
Sí, cierto, atinadísimo y luego...cómo lo cuentas.... Un abrazo
No juzgueis y no sereis juzgados dice la Biblia, y cuánta razón tiene...
Aprendamos de tu ex jefe...
Bicos.
Nina – Muy buenas frases, te agradezco que las pusieras. Sobre la amistad hay mucho que decir y tal vez lo haga un día.
Julio – Cuando nos vamos de la lengua, casi nunca acierta nadie, ese es el problema.
Diego – Recuero tu caso, así que tú comprendes perfectamente el tema de hoy.
Andrea Recol – O este otro: “Piensa mal y te quedarás corto” y así nos luce el pelo, porque encima, nos creemos cargados de razón.
Elen – A ti y a todo el mundo, por eso creo que deberíamos de tener un poco de cuidado.
Max – “que saber no es conocerse, que los ojos repiten lo que copian pero nunca preguntan.”, es cierto y lo tendríamos que tener en cuenta.
Meigo y druida – Si, para justificar nuestras opiniones y juicios nos acogemos a un buen número de refranes, no olvides este: “Si el río suena, agua lleva”.
Aitor – Está claro que una verdad a medias da lugar a muchas especulaciones que por regla general y sobre todo en el caso de criticar y juzgar, suele llevar a resultados erróneos.
Trini – Lo sé Trini y mi comentario fue precisamente a la licencia poética no a creer que fuera tu realidad.
Ogigia – Bueno, si por lo menos todos nos damos cuenta de que cometemos en mayor o menor grado ese error, entonces vamos por buen camino.
Maura – Bienvenida a mi casa. Me agrada que todos reconozcamos este tipo de error humano, ahora sólo falta que nos frenemos un poco cuando vayamos a opinar sobre la reputación de alguien.
Muralla – :-))) Lo malo de la Biblia es que según una amiga mía se escribió en “arameo” y cada uno hace la traducción que quiere, quizás por eso casi nadie la tiene en cuenta.
Creo que este ejemplo es bastante más clarificador de la situación.
Es muy facil juzgar y tan dificil lograr ver más alla de nuestros propios prejuicios.
Dicen que piensa mal y acertarás, pero ir desconfiando y encima hacerlo con doble intención...buscando siempre algo "malo" o "criticable" al resto del mundo es una de las cosas que me parecen tristes.
Esto nos sirve para pensar dos veces antes de sentirnos todo poderosos y emitir como bien dices juicios precitados.
Un abrazo Leo y buen inicio de semana.
Cuanta razón tienes Leo! En ocasiones por uno u otro motivo somos excesivamente ligeros en nuestros juicios, y eso sinceramente me pone los pelos de punta. Procuro evitarlo, y sé que cada vez lo controlo más, pero es cierto que uno nunca se para a pensar en las consecuencias que este tipo de actos puedan traer a terceras personas, y eso es sin duda lo más peligroso. Algo que tampoco nos sienta nada bien cuando recae sobre nosotros...
En fin, no juzgueis y no seréis juzgados, qué razón tiene...
Besos.
Esta anécdota resulta tremendamente ilustrativa. Lo malo es que la gente prefiere alimentar la imaginación que contrastar la verdad.
Yo reconozco que en ocasiones, primero disparo y luego pregunto pero a veces en el afán de intentar que nadie nos engañe o nos tome por ignorantes, preferimos avasallar a los demás.
Un post para reflexionar.
Me ha gustado mucho, Leo.
Un abrazo.
Pues sí, yo creo que ya es algo que hacemos inconscientemente. A mí me pasa mucho, tengo gente que me ha llegado a decir que al principio caía mal hasta que me conocían.
Besitos
una buena reflexión la q nos haces hoy, sin duda es una gran verdad, debemos d pensar antes de juzgar.. besos
Es más deberámos no hacer juicios...
Lección sencilla y contundente. Aprendido. De verdad que lo aplicaré en mi vida diaria. Es un compromiso con alguien que me ha enseñado muchas cosas.
Un fuerte abrazo Leo...
Hola Leo un besito por los pelos no puedo comentarte el post, ando excasa de tiempo por el trabajo.
Que razón tienes, que no se puede juzgar a nadie por las apariencias
pues bien sabido que las apariencias engañan.
Besitossss
Es cierto,juzgamos casi siempre,rapidamente y sin tener todos los motivos que llevo a esa persona a actuar como lo hizo..
Besitos.
Mira que horas y yo de "pendoneo internáutico", recibí ésto en un mail y recordé tu post, creo que le va bien. Un besín.
"Soy una falsa moneda"
Había un viejo que se ganaba la vida vendiendo toda clase de baratijas. Parecía como si aquel hombre no tuviera entendimiento, porque la gente la pagaba muchas veces con monedas falsas que él aceptaba sin ninguna protesta, y otras veces afirmaban haberle pagado, cuando en realidad no lo habían hecho, y él aceptaba su palabra.
Cuando le llegó la hora de morir, alzó sus ojos al cielo y dijo: "¡Oh, Dios! He aceptado de la gente muchas monedas falsas, pero ni una vez he juzgado a ninguna de esas personas en mi corazón, sino que daba por supuesto que no sabían lo que hacían. Yo también soy una falsa moneda. No me juzgues, por favor."
Y se oyó una voz que decía: "¿Cómo es posible juzgar a alguien que no ha juzgado a los demás?"
Azul – Creo que lo que pasa es que mucha gente se aburre y en lugar de buscar unas distracciones mas productivas, se dedican a despellejar a todo el mundo y rara vez piensan en el daño que se puede producir y a otros ni siquiera les importa.
Cris – Desde luego que lo vemos totalmente diferente cuando se nos juzga a nosotros, entonces nos parece realmente mal e injusto.
Mardolo – Creo que todos tenemos la manía de disparar primero y luego preguntar, por eso creo que deberíamos de ser un poco más comedidos.
Chupituni – Tienes razón, a veces por referencias se nos juzga mal sin conocernos de nada.
Natalia – No opinar es un poco difícil, somos humanos y creo que no podemos remediarlo, pero si, procurar medir un poco el alcance que puedan tener nuestras palabras.
Raúl – Yo procuro poner en práctica esta lección desde que la conocí, pero te confieso que no siempre lo logro.
Darilea – No corras tanto, procura tomarte la vida con más calma y con esto no te estoy juzgando :-)))
Valentina – En eso todos estamos de acuerdo.
Melytta – Es muy difícil que en un momento dado no toquemos el mismo tema, a las dos nos gusta hablar de cosas muy variadas.
Incondicional – Muy bueno el ejemplo que nos dejas en el comentario y muy oportuno, es una pena que nosotros no seamos capaces de hacer lo mismo ¿te imaginas que nos tomen la cabellera y que nos lo tomemos con esa calma?, me temo que el tanto por ciento de las personas a las que se lo hicieran y no reaccionaran de forma contundente sería muy bajo.
Hola pasé a saludar y aqui te dejo la direccion de mi rinconcito...
abrazos
yo opino que cuando conoces a alguien, siempre, se emite un juicio, bueno o malo, que se basa en meras impresiones. yo ando enamorada de un niño que me caía fatal...cosas que pasan
Pawen - Gracias por dejar la dirección, te visitaré.
Bettyylavida - Bienvenida a mi casa. Tienes razón, todos juzgamos al conocer a alguien y muchas veces nos equivocamos.
um beijo de tesoro e cultural ;)
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