Doble dolor

No creo que haya nadie que no conozca el origen del mausoleo más famoso del mundo, el Taj Mahal. Pero quizás no todos sepan el triste final que tuvo el emperador Shah Jahan pues su dolor no fue sólo uno, el producido por la muerte de su esposa, si no dos.
El emperador tenía varias esposas, pero Arjumand Banu Begum, llamada Mumtaz Mahal (Joya de palacio), era la preferida y para ella construyó magníficos palacios y con ella tuvo catorce hijos. Y fue al dar a luz a su último hijo cuando falleció, lo que sumió al emperador en un gran dolor y una tristeza que le hizo perder el interés por todo lo que no fuera la construcción de un mausoleo que inmortalizaría a su querida esposa.
En esta obra trabajaron unos veinte mil obreros indios y persas durante casi veinte años y es que el Taj Mahal es un complejo de edificios y jardines y no sólo el blanco edificio conocido por todos.
Frente a la puerta de entrada se encuentra la Darwaza, o fuerte de acceso, construido en arenisca roja.

Que da paso a los jardines al fondo de los cuales está el mausoleo flanqueado por la mezquita y el jawab, dos edificios muy parecidos con la diferencia de que este último no tiene minarete.

En esta foto tomada desde el río Yamuna se puede ver el mausoleo por su parte posterior con la jawab a la izquierda y la mezquita a la derecha.

El mausoleo está construido en mármol blanco extraído de las canteras de Rajasthan. La fachada está decorada con inscripciones coránicas en mármol negro, arabescos, formas geométricas y motivos florales en piedras duras.

Cuentan que en los últimos años de su vida, el emperador viejo y enfermo tuvo que presenciar como sus hijos luchaban entre si por hacerse con el poder y al final su hijo Aurangzeb lo apresó encerrándolo en el Fuerte Rojo de Agra desde donde podía contemplar el mausoleo de su querida esposa pero al que nunca le dejaron acercarse. Al final, medio ciego ya, apenas si lo podía divisar como si la niebla envolviera el Tal Mahal al igual que se ve en esta foto que fue tomada desde el Fuerte Rojo.

Doble dolor en vida y quizás uno más si llegara a ver que su hijo hizo construir un cenotafio al lado del de su esposa rompiendo la simetría que reinaba en todo el complejo y además siendo mas alto, como quitándole importancia al de la mujer que tanto amó su padre.

Este mausoleo, símbolo de un gran amor, fue descrito por Rabindranath Tagore con esta bellísima frase:
“Una lágrima de mármol detenida en la mejilla del tiempo”
Nota: Todas las fotos me fueron cedidas por Menchu y Nieves, menos la última que la tomé de la red.