El rincón de Leodegundia

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domingo, abril 28, 2013

Comercio especial


Leer siempre aporta mucho y si lo que leemos es Historia creo que aporta mas porque en ella podemos encontrar todo tipo de temas interesantes y en algunos casos datos curiosos como el que me encontré en el libro 4º de "Los nueve libros de la historia" de Heródoto.

En el capítulo CXCVI nos habla de algo que yo no sabía que hubiera existido, el comercio mudo y nos lo cuenta así:


"Otra historia nos refieren los cartagineses, que en la Libia, más allá de las columnas de Hércules, hay cierto paraje poblado de gente donde suelen ellos aportar y sacar a tierra sus géneros, y luego dejarlos en el mismo borde del mar, embarcarse de nuevo, y desde sus barcos dan con humo la señal de su arribo. Apenas lo ve la gente del país, cuando llegados a la ribera dejan al lado de los géneros el oro, apartándose otra vez tierra adentro.
Luego, saltando a tierra los cartagineses hacia el oro, si les parece que el expuesto es el precio justo de sus mercaderías, alzándose con él se retiran y marchan; pero si no les parece bastante, embarcados otra vez se sientan en sus naves, lo cual visto por los naturales vuelven a añadir oro hasta tanto que con sus aumentos les llegan a contentar, pues sabido es que ni los unos tocan el oro hasta llegar al precio justo de sus cargas, ni los otros las tocan hasta que se les tome su oro"

Creo que esta forma de comerciar hoy sería imposible, si ni poniendo alarmas en algunas prendas, ni poniendo cámaras de vigilancia se tienen las mercancía a buen recaudo ¿qué sería de ellas si se las dejara encima del mostrador con la idea de que el que quiera comprarlas deje el dinero a su lado y espere a que el dueño de el precio por justo?

Y si este comercio mudo ya no se puede llevar a cabo ¿no tendríamos que pensar que algo muy importante se perdió? ¿Rectitud de ánimo, integridad en el obrar? o lo que es lo mismo ¿la honradez?

domingo, abril 21, 2013

Belleza y fealdad


Vivimos en unos tiempos en los que se rinde un gran culto al cuerpo y donde el aspecto físico parece ser lo más importante. Se escuchan muchos casos de personas que se quejan por no haber sido admitidos en algún trabajo por ser sencillamente feos, sin que se les hubiera tenido en cuenta su preparación intelectual ni su aptitud para los puestos ofertados.

Es triste que sea así pues en cualquier puesto de trabajo es preferible encontrarse con alguien que sepa realizarlo aunque sea el más feo del mundo, a toparnos con el guaperas que aparte de sonreír tontamente no sabe resolver ninguna de las cuestiones que se le presentan.

Pero esto parece no ser nuevo, hay una leyenda china que nos cuenta que la fealdad también antes cerraba puertas a los inteligentes.


Os cuento. Kui Xing era un célebre erudito al que al parecer no acompañaba en su físico la belleza. Quiso entrar como funcionario imperial para lo que se presentó a unos exámenes obteniendo los mejores resultados, así que el emperador tenía que entregarle una rosa dorada como era costumbre, pero cuando se personó a recogerla, el emperador viendo lo feo que era se negó a entregársela.

Kui Xing quedó desconsolado y fue tal su desesperación que lo único que se le ocurrió fue dirigirse a la costa y arrojarse al mar para quitarse la vida. Pero en ese momento apareció en el mar una criatura extraña, mitad pez mitad tortuga, que recogiéndolo lo llevó hasta el cielo en donde fijó su residencia.

Desde entonces Kui Xing se convirtió en el dios de los exámenes y no había estudiante que no se dirigiera a él para pedirle ayuda.

Como veis en algunas leyendas la fealdad tiene recompensa, pero tengamos en cuenta los feos que no siempre existe premio porque en este caso Kui Xing además de feo era inteligente y desgraciadamente no todos los feos lo somos, así que no nos convertirán en dioses.

domingo, abril 14, 2013

Antepasados lejanos

Quizás de todos nuestros antepasados, los iberos son los mas desconocidos y para acercarnos a ellos se celebró una exposición de la "Obra Social La Caixa" que a mi me pareció muy interesante y que me gustaría compartir con vosotros.


Diferentes tribus ocupaban la zona meridional de la península y la costa mediterránea hasta el sureste de Francia. Este grupo de pueblos compartieron una misma cultura, arte, política, religión… Y se relacionaron con griegos y fenicios.


Las ciudades y poblados se situaban generalmente en lugares altos por ser de fácil defensa y desde donde se podía controlar los alrededores. Para mas seguridad, sus poblados se solían rodear de murallas a las que mas tarde se fueron añadiendo torres para hacerlas mas efectivas. Estos asentamientos tenían diferentes categorías, siendo los más importantes los oppidum, ciudades fortificadas donde se instalaban la élite jerárquica más alta, luego estaban los poblados de menor tamaño aunque también fortificados, le seguían los caseríos que eran construcciones aisladas en zonas agrarias y por último las atalayas o torres de vigilancia.




La principal actividad económica de los iberos era la agricultura. Utilizaban las técnicas de barbecho o rotación que fueron mejorando con los avances introducidos por los fenicios y griegos, como el arado de hierro. Cultivaban principalmente trigo, cebada y centeno. También tenían olivos y vides para elaborar aceite y vino y sus despensas estaban bien surtidas de todo ello añadiendo además leguminosas y frutas.




Con muchos de estos productos, entre ellos el aceite, el vino y la salmuera que eran muy apreciados, se negociaba con otros pueblos y su comercio se extendió por todo el Mediterráneo transportados en diferentes tipos de ánforas.


La cerámica era la principal actividad artesanal para la que utilizaban el torno de alfarero introducido por fenicios y griegos. Realizaban formas y decoraciones variadas propias de la cultura ibérica. Para la cocción de las piezas se utilizaban hornos de cúpula de doble cámara. Finalmente, el pintado con variada decoración en rojo y blanco era imprescindible en los vasos de cierta calidad. 



La industria textil se centraba en la elaboración de tejidos de lana y lino mediante un telar de bastidor. Los tejidos podían teñirse con tintes de origen animal o vegetal. El esparto era muy utilizado para confeccionar cestos, esteras, cuerdas, sandalias o redes.


La escritura de los iberos constaba de dos tipos de alfabeto semisilábico que debían de expresar lenguas diferentes: el llamado meridional, turdetano o tartésico y el ibérico levantino u oriental.


La organización militar de los iberos no se basaba en un ejército organizado. En el sur el régulo se encargaba de reclutar y dirigir las huestes, en las que destacaban las élites aristocráticas. En el noreste, el consejo de ancianos cedía el mando durante el periodo bélico a un caudillo con experiencia militar que reclutaba a los guerreros entre los campesinos. Su estrategia era la lucha de guerrillas.


En cuanto a su religión, era de creencias animistas, en la que tanto los seres fabulosos (esfinges, grifos, bichas) como las bestias divinizadas (leones, toros) protegen las tumbas aristocráticas.


Sus santuarios eran entornos naturales privilegiados, desde donde se disfrutaba de un buen paisaje, en ocasiones acompañado de una cueva. Allí se ofrendaban a las divinidades toda suerte de objetos y comida, destacando los exvotos, figurillas con forma humana o animal.


El ritual funerario mas utilizado por los iberos fue la cremación. En el ritual de enterramiento se honraba al cadáver en la vivienda, se transportaba luego en procesión hasta el lugar de la cremación, se quemaba con vestidos y pertenencias en una pira que ardía durante horas, se lavaban y colocaban los restos no incinerados en una urna y luego eran depositados en una tumba que se señalizaba.


Cerraré este breve repaso con tres esculturas del arte ibero. La famosa Dama de Elche, el Gerrero de la doble armadura y la Gran Dama oferente del Cerro de los Santos.


domingo, abril 07, 2013

Desde un jardín


No todo van a ser guerras, el hombre a pesar de sus luchas de conquista que siempre dejan muerte y destrucción, deja a veces algún símbolo como herencia en los lugares donde un día entró como invasor y en Christchurch, Nueva Zelanda, en el Botanic Gardens hay una rosaleda símbolo la herencia inglesa de la ciudad.

Y aquí tenéis una muestra de esas rosas que en esta ocasión están adornadas con gotas de lluvia. Espero que os gusten.









NOTA: Gracias María por las fotos