Carrilanas
¿Que qué son las carrilanas? pues son vehículos que no pueden tener ningún tipo de mecanismo de propulsión, tienen que moverse exclusivamente por la fuerza de la gravedad o el empuje de sus ocupantes y la carrocería está hecha a gusto del participante y os puedo asegurar que son variopintas, aquí os dejo una foto con varios de estos modelos para que os hagáis una idea.

En este descenso no solo participan carrilanas, también pueden hacerlo Dirt Surf, Golfo3, Gravity Bike, In-Line, Long Board y Street Luge y los participantes son bastantes, concretamente el año pasado fueron 60, todos tienen que ir bien equipados con un casco integral y su piel deberá estar totalmente recubierta con algún tipo de tejido protector incluidos unos guantes largos, se quiere diversión, no heridos, esta carrera está muy bien organizada, los vehículos no salen al buen tuntún, salen con una diferencia entre sí suficiente para que no coincidan dos a la vez en la bajada y una vez llegados a la meta los participantes deberán aparcar su vehículo en el lugar indicado por los organizadores para que no sea un obstáculo en la carretera.
El descenso tiene una longitud de 1,2 Kilómetros con una pendiente media del 10% y máxima del 18% y se realiza en dos mangas y contará el mejor de los dos tiempos, en caso de empate entre dos competidores servirá como desempate el segundo tiempo. Este año tiene una novedad importante pues esta prueba forma parte del calendario nacional de la Federación de Deportes de Inercia siendo puntuable para el Campeonato de España de las diferentes modalidades junto con las pruebas de Tossa de Mar, Vallada, Urbasa, Valdoviño y Elgoibar.
El día de la carrera se empieza por tomar un buen desayuno para tomar fuerzas y subir los vehículos al lugar elegido como salida, Los Cubos, se reparten los dorsales y ya listos para la primera manga, esto es impresionante, con un buen empujón los vehículos se ponen en marcha cogiendo velocidad según van bajando la cuesta que no creáis que es recta, no, tiene unas curvas impresionantes y algunos participantes pueden llegar a encontrarse en unos minutos en medio de un prau, otros logran enderezar su transporte y vuelven a la carretera, eso si, solo con sus propios medios, nadie del público les puede ayudar, aquí diversión la que se quiera, trampas ninguna y acompañando la bajada están los gritos de ánimo de los espectadores que intentan que sus preferidos sean los vencedores pero que no por ello dejan de aplaudir a todos los demás. Terminada la primera manga se celebra una comida campestre en el campo de la Gira para reponer fuerzas, tortilla de patatas, empanada, chorizo, jamón, bueno, para perder el gusto, un pequeño descanso y vuelta a la carrera en su segunda manga para al final conocer al vencedor; curiosamente el ganador del año pasado montaba una carrilana llamada Searila.
Pero esto es solo la carrera, alrededor de ella hay mucha fiesta, baile, karaoke para que los participantes además de demostrar lo bien que conducen sus carrilanas demuestren su buen hacer musical, camaradería, comida campestre, la entrega de premios; durante cuatro días el bullicio inunda Seares y sus habitantes tienen la oportunidad de mostrar a los visitantes no solo su pueblo y sus bellos alrededores, también les dan a conocer su carácter de gente abierta y acogedora, amable con todo aquel que tiene la gran suerte de descubrir este lugar.













