El día no lucía despejado, incluso durante el trayecto llovió un poco, pero la temperatura era agradable y nos decidimos a realizar la excursión para disfrutar de uno de los muchos lugares bellos que hay en Asturias, el Cabo Peñas.
Lo primero que nos encontramos al llegar fue con el edificio del Faro de Cabo Peñas en cuya planta baja está el Centro del Medio Marino de Peñas que alberga una exposición permanente y para impresionar un poco, la entrada está vigilada por la figura de un temible tiburón.
Este es un espacio museográfico que sólo tiene cinco salas pero que no carece de interés:
La Sala 1 está dedicada a los faros, en ella se pueden contemplar fotografías de los faros más famosos de todas las épocas.
La Sala 2 a los naufragios y tormentas, para mi fue la más interesante pues con sus efectos especiales (luces, viento, ruido e imágenes) pudimos comprobar lo terroríficas que son las galernas, esas que hicieron que tantos marineros perecieran frente a estas costas.
La Sala3 al mar de Cabo Peñas, por medio de las fotografías allí expuestas se pueden conocer los acantilados, islas y riscos que conforman esta costa con su mar tranquilo a veces y a veces embravecido.
La Sala 4 al Medio Marino de Peñas, nos muestra la riqueza de su fauna marina: sargo, lubina, dorada, langosta, bogavante, centollo, percebes y erizos de mar que aquí se conocen como oricios.
Y la Sala 5 titulada Ventana de Gozón, dado que el Cabo Peñas está situado en el concejo de Gozón, en esta sala por medio de grandes fotografías nos muestra la gastronomía, el folklore, las fiestas populares y la artesanía.
Hacer fotos no resulta fácil por culpa de la iluminación, pero os pongo alguna para que os hagáis una idea, empezando por las del suelo que era de cristal y bajo él se podían ver distintos motivos relacionados con el mar y con los productos típicos de esta tierra.
Y estas otras de una sala y unos paneles
Terminada la visita nos dirigimos ya a contemplar el mar y los acantilados, las nubes no abandonaban el cielo pero la temperatura era muy agradable para pasear. No quería alejarme de allí sin fotografiar la torre del faro
Y al fin el mar y los acantilados
Hay una senda que transcurre paralela al mar, es un camino agradable abierto entre los brezos que lo cubren todo formando una bella alfombra.
Continuaremos el paseo la próxima semana.