Los humanos se sienten muy superiores a los animales y actúan a veces como si estos no existieran o no tuvieran ningún valor, sin embargo no pueden evitar referirse a ellos en muchas ocasiones incluso cuando en realidad se están refiriendo a otros congéneres.
Veamos algunas de estas frases que se utilizan con frecuencia y fijémonos que en la mayoría de las ocasiones conllevan un significado negativo. Podemos empezar por la cabra, cuando se quiere llamar loco al alguien se le dice “estás como una cabra”, la palabra loco no aparece, se da por hecho que las cabras están locas cuando no es cierto. Otra frase muy utilizada es la de “la cabra siempre tira al monte” dando a entender que se obra según la naturaleza de cada uno.
El cerdo no sale mejor parado ya que es la representación por excelencia de persona sucia, de hecho para nombrar a alguien que no es limpio se le aplican todos los sinónimos de cerdo: cochino, marrano, gorrino, gocho, puerco… Pero no sólo se le nombra en caso de falta de limpieza, también se aplica su nombre a una persona ruin y mezquina “es un cerdo” y como no, al que come sin modales “come como un cerdo”.
Un animal al que quizás se nombra en mayor número de veces es el burro pues siempre se encuentra ocasión para definir así a una persona carente de delicadeza o a la que se le considera ignorante “es un burro” Pero en este caso si hay que decir que al menos se le reconoce que es un trabajador incansable “trabaja como un burro”. Y no nos olvidamos de él cuando se quiere convencer a alguien de que está en un error y que debe de rectificar “hay que apearle del burro”.
Otros que no son tan cercanos no dejan de ser nombrados pero eso si, en menos ocasiones, como por ejemplo el lirón que se le aplica a la persona que duerme mucho, o la cotorra que viene a ser el sinónimo preferido aplicado a la persona que habla demasiado, o el lince cuando se quiere decir que alguien tiene muy buena vista o es muy sagaz “es un lince para los negocios”, y no nos olvidemos del zorro aplicado a las personas astutas y taimadas o bien cuando alguien se quiere hacer el distraído, y la liebre sinónimo de persona que corre mucho pero que también se le aplica a algún caso inesperado que nos sorprende “cuando menos se espera salta la liebre”.
La vaca se emplea para distintos significados, por ejemplo llamarle vaca a una mujer implica que está gorda y por lo tanto el tono es bastante despectivo “está como una vaca”. O cuando es una persona muy pesada y esta vez no por los kilos si no por lo pelma “es más pesada que una vaca en brazos”. Pero también se emplea para referirse a algunas personas de gran prestigio dentro de una profesión y a las que se considera intocables, pero eso si, aquí no se emplea una vaca cualquiera, es “una vaca sagrada”. Y hablando de vacas flacas y vacas gordas nos referimos a los periodos de escasez o abundancia y esto viene de la interpretación que hizo José de los sueños del faraón, supongo que todos los recordáis.
Y quizás por ser los más cercanos a nosotros, tanto perros como gatos son nombrados más asiduamente que los demás animales.
Veamos que pasa con el perro. Se dice “perro viejo” a las personas cautas y con experiencia,
“echar los perros a alguien” es echar una bronca,
“estar como los perros en misa” es estar fuera de lugar y además estorbando,
si de alguien dicen que tiene "cara de perro" es que su semblante expresa hostilidad o reprobación,
“morir como un perro” es morir solo, abandonado y sin ayuda,
“tratar a alguien como a un perro” es maltratar a alguien,
“echar como a un perro” expulsar a alguien de algún lugar.
Estas tres últimas frases son realmente denigrantes para el perro y demuestran a las claras el poco valor y respeto que se les otorga a estos animales porque llevan implícito el maltrato que se le puede dar a un perro viéndolo la gente como algo normal.
Y los gatos por lo que se ve sirven para cosas muy variadas. Cuando se habla de un “gato de siete colas” se están refiriendo a un látigo.
Cuando se dice “hasta el gato” quiere decir que es todo el mundo pero si se dice “cuatro gatos” la cosa cambia pues entonces significa poca gente y sin importancia.
Pero se le reconoce su instinto luchador, por eso a veces se emplea “como gato panza arriba” cuando alguien lucha para defenderse.
También sirve para definir un engaño “dar gato por liebre” o cuando hay algo oculto “hay gato encerrado” o “llevarse el gato al agua” que es triunfar en una confrontación.
Y no olvidemos que también se emplea cuando queremos indicar que alguien no se lava lo suficiente, sin llegar a ser “como un cerdo” pero si que esa persona se lava poquito, sin mojarse apenas.
Y esta es una pequeña muestra de las muchas veces que nombramos a ciertos animales pero sin pensar en ellos realmente. Desde aquí me gustaría hacer un llamamiento para que en vez de nombrarlos tantas veces nos preocupáramos más de quererlos y respetarlos como se merecen pues de ellos recibimos muchas cosas buenas que la mayor parte de las veces ni apreciamos.