Golosos
Dice el diccionario que golosa es la persona aficionada a comer golosinas y como golosina define al alimento delicado, generalmente dulce, que sirve más para el gusto que para el sustento. Pues bien, yo me declaro golosa y tengo la gran suerte de vivir en un país en donde los dulces son muy ricos y variados, pero como no puedo hablar de todos ellos porque el artículo sería como el cuento de nunca acabar, me limitaré a daros a conocer unas cuantas confiterías de mi ciudad y de cada una de ellas elegiré el dulce que yo destacaría, lo que no quiere decir que el resto de los productos que ofertan no merezcan mis alabanzas.
Sólo haré una excepción para deciros que en mi reciente visita a Pola de Laviana, visité la confitería Conchi en donde hacen los mejores “Bartolos” del mundo, así los definió mi amiga lavianesa y cuando me lo dijo, creí que exageraba por un exceso de amor patrio, pero cuando los probé, tuve que reconocer que tenía razón. Estos pasteles los hacen prácticamente en todas las confiterías de Asturias y no se si en el resto del país también, pero os puedo asegurar, y de dulce entiendo, que como los de esta confitería ninguno.
y no es lo único bueno que se puede encontrar allí
Pasemos ahora a mi ciudad.
Quizás la confitería más antigua de Oviedo sea la de “Camilo de Blas” que procedente de León, se instala en Oviedo en 1914. Difícil destacar un dulce ya que todos los que tienen son buenísimos, pero quizás el mas representativo son los Carbayones, pastel que surgió para representar a Oviedo en la I Feria Internacional de Muestras de Gijón en 1924 y que fue bautizado con ese nombre que es con el que se conoce a los ovetenses. Están hechos con una base de hojaldre rellenos de almendra y yema cubiertos de un baño de azúcar.
Los pasteles de la foto que encabeza este artículo también son de esta confitería y aunque todos son de bizcocho y crema todos saben diferente, tienen un sabor finísimo y delicado. Y como no, tengo que destacar la bollería de la que sólo pongo una pequeña muestra y se podría seguir con las bizcotelas, las duquesitas… un no acabar, pero hay que pasar a otra confitería.
Nos vamos ahora a la confitería “Rialto” inaugurada en 1926 como restarurante y confitería Royalty, pasando a ser Rialto en 1936. Es muy agradable ir a merendar en un salón de ambiente agradable en donde se pueden degustar, además de sus variados y riquísimos pasteles las famosas tortitas con nata y caramelo. El producto más famoso de esa confitería son las Moscovitas hechas de almendra y chocolate y con ellas destacaría también las Princesitas elaboradas con mazapán con yema bañadas con mermelada y azúcar.
Caminamos ahora hacia la confitería “Peñalba” que desde 1930 endulza a lugareños y foráneos con sus exquisitos bombones que son el producto más representativo de esta confitería. De sus tartas yo destacaría la Saint Honoré.
¿Os apetecen unas pastas? pues el mejor sitio es la confitería “Santa Cristina”
Fundada en 1958 y situada enfrente a la Estación del Norte está esta confitería que a mi entender tiene las mejores pastas de todo Oviedo lo que no quiere decir que el resto de productos que ofrece no merezcan mención como por ejemplo las manzanas en hojaldre o los mini pasteles o las virutas de chocolate.
Visitaremos ahora otra confitería que lleva también muchos años ofreciendo buenos dulces, me refiero a la confitería “Asturias” de ella destaco sin lugar a dudas las nueces glaseadas, bocados exquisitos que llenan de placer.
Otra confitería que no hay que dejar de visitar es la “Auseva” durante toda la semana ofrecen buenísimos pasteles, pero además, los sábados y domingos hacen una variedad de strudel que es una delicia, bueno como postre en cualquier comida o como compañero ideal para el café o el te de la merienda.
Y para terminar este recorrido del dulce visitaremos la confitería “Ovetus” fundada en 1993 y que compite con “Peñalba” en la elaboración de bombones, pero como de bombones ya hablamos, de aquí destacaré los pasteles de manzana muy delicados e idóneos para los que nos les gusten los pasteles demasiado dulces, tienen un sabor fino y delicado.
Todavía quedan muchas otras confiterías que merecerían estar en este artículo pero comprenderéis que llevo una semana comiendo dulces sin parar porque para hacer las fotos compré los dulces y una vez fotografiados no era cosa de tirarlos, así que me los comí y me temo que desde el comienzo de reportaje dulcero hasta el final habré engordado al menos para rellenar una talla más y como sabéis que el peso es fácil subirlo, pero bajarlo cuesta un poco más, ahora tendré que estar una semana a verduritas. Pero nos despediremos con estas exquisiteces de chocolate de la confitería Ovetus.
¡Hummmm, que buenas están!