Entender a la Justicia
Bien, hecha esta aclaración y para que entendáis a que me refiero, voy a hacer referencia a dos casos publicados en La Nueva España, el primero el día 1 de Febrero de 2010 y al segundo al día siguiente en el mismo periódico.
El encabezado de la primera en negrita y letra bastante grande dice textualmente: EL SUPREMO REBAJA LA PENA A DOS VIOLADORES POR NO LESIONAR A LA VÍCTIMA MÁS DE LO "NATURAL" y continúa con letra un poco más pequeña y sin negrita: EL FALLO NIEGA QUE LOS ACUSADOS RETUVIESEN A LA MUJER AUNQUE SE LA LLEVARON EN COCHE. Y en la explicación que dan a este último párrafo dicen: Además, revoca la pena de cuatro años por un delito de detención ilegal ya que, según sostiene el tribunal, la “mecánica comitiva” de la agresión sexual “requería de modo natural el apartamiento a una zona menos transitada, aunque sólo fuera para asegurar la impunidad evitando la presencia de testigos”. El Supremo describe el hecho de llevarse a la joven a un descampado como el “medio necesario” para cometer la violación, y no como un delito aparte de la agresión sexual.
Puede que con el libro de leyes en la mano este fallo sea el correcto, pero sin el libro y sólo con la lógica, es indignante. Creo que cuando alguien se abalanza sobre una persona, la arrastra a lugar apartado y la viola en la manera y las veces que le viene en gana, debe de recibir un castigo que no se le olvide de por vida, eso sería lo justo, lo demás es a mi entender disculpar al violador y pasar bastante de la víctima.
El segundo caso tampoco tiene desperdicio. La noticia dice así: “REDUCEN LA PENA A UN HOMBRE QUE DEJÓ INVÁLIDA A SU MUJER PORQUE NO LA ATACÓ POR SORPRESA” y continúa con una letra un poco más pequeña: “LA CONDENA PASA DE 21 A 16 AÑOS DE CÁRCEL PESE A QUE EL MALTRATADOR DESPERTÓ A LA VÍCTIMA Y LA PATEÓ HASTA DARLA POR MUERTA TRAS HABERLE PEDIDO ELLA EL DIVORCIO”. Continúa la noticia: Que utilizando sus propias llaves y un plástico con el que levantó el pestillo de seguridad de la puerta, tras coger un cuchillo, se dirigió al dormitorio, donde agarró a su mujer por el cuello. La mujer despertó y cayó al suelo, momento en el que el acusado comenzó a propinarle puñetazos y pisotones. Los hijos, de 16 y 17 años, acudieron a la habitación y lograron quitarle el cuchillo, pero su padre continuó golpeándola y pisándola en el cuello cada vez que intentaba respirar. La mujer resultó con tetraplejia y precisa de por vida asistencia permanente.
Muchos son los fallos judiciales que se reflejan en la prensa casi todos los días y desgraciadamente no todos entendibles y esto creo que va en contra de la Justicia pues a los que no los entendemos, aunque pongamos la noticia un poco en cuarentena, no deja de producirnos una cierta desconfianza hacia esa Justicia que se supone tiene que defender a las víctimas y castigar como se merece a los delincuentes.
Y para rematar se pueden leer opiniones como la que sale el día 5 de este mes en el periódico que dice “El catedrático Sanz Morán ve “muy severo” el sistema penal en España”. Severo lo iba a poner yo, que se iban a enterar todos esos mangantes que andan sueltos por ahí y a los que si los pescan y los meten en la cárcel, a los cuatro días salen de permiso y a los otros cuatro están en la calle.