El rincón de Leodegundia

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miércoles, noviembre 30, 2005

Joyas y animales

Por todos es sabido, que el género humano siempre tuvo un gran deseo de parecer más bello, de esto ya hablamos en otro post en el que tratábamos sobre todo de los adornos que se hacían en el propio cuerpo, hoy nos vamos a referir a otro tipo de adornos, las joyas y dentro de ellas a aquellas que se hacen tomando como base figuras de animales como por ejemplo: mariposas, serpientes, gallos, escarabajos, perros, peces y otros muchos que pueden engrosar la lista. Para la realización de estas joyas, se emplean distintos materiales como oro, plata, platino, perlas, diamantes, turquesas, zafiros, rubíes, amatistas, granates y también esmaltes.

Ahora os dejo con una selección de joyas que pueden gustaros o no, pero que indudablemente son pequeñas obras de arte.




domingo, noviembre 27, 2005

La Urraca y la mona

Un día me dijo Azul que le gustaban las historias protagonizadas por las urracas y me pidió que si sabía alguna que se la contara, le prometí que así lo haría y que además se la dedicaría. Pues bien, quise ponerle un cuento que nos contaba mi madre en el que la protagonista era una pega (así se las llama en Asturias y creo que en Galicia también), pero yo no lo recordaba bien y mi madre, que no está pasando por sus mejores momentos, tampoco, así que busqué otra cosa y de momento sólo encontré esta fábula que espero le guste, es de Tomás de Iriarte (Puerto de la Cruz 1750-Madrid 1791)



LA URRACA Y LA MONA
A una mona
muy taimada
dijo un día
cierta Urraca:

“Si vinieras
a mi casa,
¡cuántas cosas
te enseñara!.
Tú bien sabes
con qué maña
robo y guardo
mil alhajas.
Ven, si quieres,
y veráslas
escondidas
tras de un arca”.

La otra dijo:
“Vaya en gracia”.
Y al paraje
le acompaña.

Fue sacando
doña Urraca
una liga
colorada,
un tontillo
de casaca,
una hebilla,
dos medallas,
la contera
de una espada,
medio peine
y una vaina
de tijeras;
una gasa,
un mal cabo
de navaja,
tres clavijas
de guitarra,
y otras muchas
zarandajas.

“¿Qué tal? - dijo -.
Vaya, hermana.
¿No me envidia?
¿No se pasma?
A fe que otra
de mi casta
en riqueza
no me iguala”.
Nuestra Mona
la miraba
con un gesto
de bellaca;
y al fin dijo:
“¡Patarata!
Has juntado
lindas maulas.
Aquí, tienes
quien te gana,
porque es útil
lo que guarda.
Si no, mira
mis quijadas.
Bajo ellas,
camaradas,
hay dos buches
o papadas,
que se encogen
y se ensanchan.
Como aquello
que me basta,
y el sobrante
guardo en ambas
para cuando
me haga falta.
Tú amontonas,
mentecata,
trapos viejos
y morralla;
Mas yo, nueces,
avellanas,
dulces, carne
y otras cuantas
provisiones
necesarias.”

Y esta Mona
redomada,
¿habló sólo
con la Urraca?
Me parece
que más habla
con algunos
que hacen gala
de confusas
misceláneas,
y fárrago
sin sustancia.

El verdadero caudal de erudición no consiste en hacinar muchas noticias, sino en recoger con elección las útiles y necesarias.

jueves, noviembre 24, 2005

Campaña



Hoy traigo como tema de conversación la campaña que se está llevando a cabo contra el tabaco, bueno, más bien contra los fumadores. A mi entender se está desmadrando y se está llegando a un punto que tal parece que “La Santa Inquisición” se haya instalado entre nosotros de nuevo.

Vamos a ver, que fumar daña la salud es cierto si tenemos en cuenta los estudios realizados sobre el tema y que daña no solamente a los fumadores activos si no también a los que fueron bautizados como pasivos, si hacemos caso a los estudios, pues también, pero todo esto me hace plantearme un montón de preguntas: ¿sólo es el tabaco el que daña a los activos y pasivos? ¿por qué se hace una campaña de acoso tan grade al tabaco cuando hay otros productos que dañan tanto o más? ¿por qué el gobierno que se preocupa tanto por la salud de los ciudadanos prohíbe fumar cada vez en más lugares y sin embargo no obliga a cerrar la fábrica que elabora el producto de tanto mal?, esto es a mi modo de ver un tanto cruel, es como entregarle un caramelo a un niño y cuando el pobre le quita el papel para comérselo, se le arranca de las manos diciéndole que es malo para su dentadura; ¿qué el Ministerio de Salud se preocupa por el excesivo gasto para curar a tanto enfermo del pulmón?, me parece muy bien, pero ¿no hay otros productos causantes de mucho gasto sanitario contra los que se deberían de hacer campañas tan agresivas como la del tabaco?. Todos habremos visto, aunque no fumemos los mensajes tipo esquela que se ponen en todas las cajetillas por orden de las autoridades sanitarias, como por ejemplo: “fumar puede ser causa de una muerte lenta y dolorosa”, “fumar puede matar”, “fumar provoca el envejecimiento de la piel”, “fumar durante el embarazo perjudica la salud de su hijo”, “fumar perjudica gravemente su salud y la de los que están a su alrededor”, todas estas frases, y hay muchas más, las copié sin modificar nada, de unas cajetillas de tabaco, y yo digo:

¿Por qué a los coches no se les obliga a llevar un letrero similar?, la cantidad de coches que producen muertes y personas con minusvalías que van a estar haciendo gasto a la Seguridad Social al cabo del año es enorme y no sólo eso, los gases que desprenden son tremendamente perjudiciales para la salud de todos aquellos que se ven en la obligación de respirar en la calle, sobre todo en las grandes ciudades y sin embargo, no sólo no se hacen campañas en su contra si no que “los pasivos” nunca los insultan ni atacan como hacen ahora con los fumadores.

¿Por qué a las bebidas alcohólicas no se les obliga a llevar también un letrero similar?, de todos es sabido que los que beben en exceso, no sólo se perjudican a si mismos, perjudican también a “los pasivos” ya que son los causantes de muertes por conducir borrachos, de muertes y agresiones por peleas que dañan tanto a sus familiares como a cualquier otra persona y de enfermedades largas y costosas a cargo de la Seguridad Social.

¿Por qué esta tremenda campaña contra los fumadores de tabaco no se hace contra las drogas?, a mi entender son bastante más peligrosas que el tabaco. Un fumador puede llegar a viejo, achacoso si, pero a viejo, mientras que un drogadicto suele morir mucho primero; un fumador de tabaco en rarísimas ocasiones agrede a alguien para conseguir su “vicio”, un drogadicto si; ¿por qué a un fumador se le dice que tiene un vicio y a un drogadicto se le considera un enfermo?, fijaros en las campañas que se hacen contra el tabaco y contra la droga, son totalmente diferentes, a “los pasivos” del tabaco se les inculcó machaconamente que pueden enfermar y morir por esos compañeros de trabajo, vecinos o familiares que fuman a su alrededor, pero ¿alguien vio que a “los pasivos” de la droga se les diga algo así? ¿y a “los pasivos” de las bebidas alcohólicas?, que yo sepa a estas dos últimas clases de “pasivos” nadie les advierte de que están en peligro, como tampoco se les advierte de que están en peligro teniendo cerca de alguien que conduzca un coche.

Y por último, si hablamos de humos, ¿hay algún “pasivo” que se enfurezca a diario con las fábricas que arrojan toneladas de humos nocivos al aire o residuos a los ríos? Esos si que nos perjudican pues no sólo nos estropean los pulmones sino que dañan la naturaleza con todo el perjuicio que eso supone para el ser humano y además envenenan los productos que luego nos van a servir de alimento.

No es que quiera defender a los que fuman, para que os quede claro que no soy partidista os diré que yo no fumo, lo único que pretendo es que si tanto se desea una vida sin contaminación, se luche igual en todos los campos y no que sólo se hagan campañas contra uno solo y que para colmo no creo que sea el más dañino de todos.

lunes, noviembre 21, 2005

Aprender a envejecer


Vamos a ver, ya se que nadie quiere envejecer por todo lo que ello conlleva: enfermedad, perdida de facultades, achaques varios en la parte física y desilusión, cansancio moral, falta de motivación en la parte psíquica, pero algo está claro, sólo hay dos opciones, o envejeces o mueres.

No vamos a meternos en la muerte pues aquí de lo que se trata es de hablar del envejecimiento y yo digo, si tenemos que envejecer ¿no sería mejor aprender a hacerlo?. Seguro que si leéis esto os reiréis pensando que Leodegundia empieza a chochear pues para envejecer sólo es necesario no morirse y con el paso de los años ya se consigue la meta. Pues no, queridinos, Leodegundia no chochea todavía, sabe que si bien es verdad que se consigue la meta y se vuelve uno viejo, no se hace de forma que no sea traumática. Saber envejecer es ir aceptando los cambios físicos que en todo cuerpo se van produciendo y aceptando también que el entorno va cambiando mucho más de prisa de lo que los mayores pueden hacerlo, cuantos más años se viven, mas parece que corre todo y más cuesta alcanzarlo.

¿Qué hacer entonces?, pues como con cualquier asignatura de la vida, aprender y el aprendizaje empieza primero por aceptar por ejemplo que tu piel ya no es tan tersa, que tu pelo empieza a blanquear y quizás a caer, que tus piernas ya no te llevan a donde quieres en el mismo tiempo que antes, que tu vista ya no te deja ver las cosas con la misma claridad, que hay alimentos que tu estómago, vesícula o hígado ya no los admite, que la visita al dentista se vuelve irremediable, que tu oído ya no es tan fino, que sin causa aparente hay días en que te duelen las rodillas o los codos o las manos……., bien, todo esto entra dentro de lo normal y por lo tanto una vez que se acepta como normal, hay que empezar a buscarle soluciones, pero sin obsesionarse, porque nos volveríamos unos histéricos y si alguno de los achaques que nos afectan no tiene solución, pues sencillamente aceptar su compañía y no darle más vueltas y no obsesionarse con ello, por ejemplo: que si antes ir de tu casa al cine lo hacías en diez minutos y ahora no puedes porque además de no llegar en ese tiempo lo haces sin resuello y cuando te sientas a ver la película ya ni la disfrutas por la fatiga, pues la solución está clara, sales de casa quince o veinte minutos antes, llegas sonriente y la disfrutas a tope si es que la misma merecía la pena.

Lo que no se puede hacer es querer estar a los noventa años como a los quince y mucho menos llorar porque eso no sea posible porque nos llevaría a una depresión y una pérdida de interés por vivir y a cualquier edad la vida puede ser bella si se sabe disfrutar, si se tiene un carácter positivo, si en lugar de poner pegas a todo se intenta buscar soluciones. Ya se que las ilusiones en la vida no pueden ser igual cuando se es joven y todavía no se recibieron unos cuantos palos y unas cuantas decepciones que cuando se es mayor y ya se probó de ambas cosas, pero aún así, hay que mantener esas ganas de vivir, de no rendirse, de hacer muchas cosas que quizás no se pudieron hacer de joven y que cuando se llega a mayor se puede permitir el lujo de hacerlas, porque ahora se tiene tiempo, o mejor posición económica o porque se alcanzó una libertad que en algún momento pudo faltar ¡y cuantas cosas se pueden hacer!, sólo hace falta tener iniciativa y pensar que la vida sólo se acaba cuando estiras la pata, ni un minuto antes.

Por otro lado, no es justo que las personas que no aceptan el envejecer como algo natural, amarguen la vida a los que les rodean quejándose a todas horas de sus achaques, de su desilusión, de que ya no ven sentido a la vida (pero eso si, de morirse no dicen nada), de ver siempre la botella medio vacía en lugar de medio llena, ¿no se dan cuenta de que las personas que las acompañan también tienen sus propios problemas y también tienen que aceptar el paso del tiempo pues este corre para todos igual?.

Quizás os preguntéis a que viene este tema hoy y os lo voy a decir, a que en mi entorno hay personas de edad que tienen ese problema, no saben envejecer y eso les impide disfrutar de una vida que pudiendo ser muy placentera se les convierte en algo penoso con lo que a mi modo de ver, están malgastando y despilfarrando lo que quizás sean sus últimos años en este mundo.

Por eso os lo intenté explicar en la reunión de hoy, para haceros pensar un poco sobre ello y que luego libremente toméis la decisión de si merece la pena aprender a envejecer o no, aunque sólo sea pensando en vuestro propio bien y para deciros que aunque envejezca el cuerpo, el espíritu se tiene que mantener joven.

viernes, noviembre 18, 2005

Viaje fin de semana

Este fin de semana si queréis acompañarme, visitaremos una villa que al amparo de un castillo medieval se encuentra al sur de la provincia de Burgos. Haremos el viaje cómodamente instalados en el tren Leodegundia que durante el recorrido nos permitirá contemplar el paisaje de Castilla hasta llegar a nuestro destino: Peñaranda de Duero.

Podemos empezar nuestra visita por el castillo de los Condes de Miranda situado sobre una sierra escarpada y que domina la villa. Fue construido durante la reconquista para frenar el avance de los árabes y debido a ello tiene carácter militar y no residencial. Esta magnífica fortaleza se parece en su planta y situación a la de Peñafiel, en Valladolid. Junto con el de Frías, el de Peñaranda de Duero es el castillo roquero más espectacular de la provincia de Burgos. La torre del homenaje – torre principal del castillo, residencia de los responsables del mismo, normalmente la más alta y fuerte, estaba situada en el lugar más protegido y de más fácil defensa y en caso necesario podía convertirse en el último núcleo de resistencia - es una gigantesca torre de planta cuadrada, cuya entrada tiene un arco ojival y está defendida por dos cubos (torreones circulares) y en sus cuatro pisos decorados con vigas de madera, apenas existen vanos. En el segundo piso destaca una ventana arqueada. El recinto es bastante estrecho, alargado e irregular que se adapta a la colina y que está reforzada por varios torreones, entre los que se encuentran los ya citados de la entrada, situada detrás de un foso excavado en la roca, en la que existe un puente levadizo. Conserva zonas en muy buen estado pero otras están parcialmente destruidas.

A finales del siglo XIII, el rey de Castilla y León, Fernando IV el Emplazado, donó la población a Don Fernando Ruiz de Amaya. En el siglo XV, con Don Diego de Zúñiga y Avellaneda, primer conde de Miranda del Castañar, esta plaza adquirió importancia y el castillo fue reconstruido siguiendo el diseño del castillo de Peñafiel.

El conjunto formado por el castillo, el palacio de Avellaneda y el pueblo, fue declarado Conjunto Histórico Artístico.

Existían unas murallas que descendían hasta el poblado y que tenían tres puertas de arcos almenados de las que sólo se conserva la llamada de “Las Monjas”.

A continuación visitaremos la Colegiata, situada frente al Palacio de Avellaneda y presidiendo la plaza mayor, es uno de los monumentos más bellos y desconocidos de España. Su diseño se atribuye al arquitecto Pedro de Rasines, llama la atención por su elevada altura y su débil sustentamiento, sobre todo en el crucero, en que la inmensa mole, de una anchura y elevación extraordinarias, se apoya solamente sobre cuatro arcos. La fachada principal es de estilo barroco semejando un retablo con esbeltas columnas que enmarcan nichos que albergan figuras pétreas de santos. Su retablo neoclásico tiene un relieve de Santa Ana, encuadra por cuatro columnas en cuya base se puede ver los escudos de los condes fundadores. Coronando este retablo se encuentra una escultura de Jesús Crucificado, talla magnífica que por estar situada a tanta altura suele pasar desapercibida. Digna de ver es la sillería del coro tallada en madera de nogal de columnas salomónicas y labrados respaldos, lo mismo que el púlpito que es otra obra de arte.

Pasamos ahora al Palacio de Avellaneda. Mandado edificar por el tercer conde de Miranda, Don Francisco de Zúñiga y Avellaneda como puede leerse en el frontispicio de la puerta principal. Toda la construcción es de piedra caliza que contrasta con los mármoles usados en la portada que se abre grandiosa guarnecida por dos pilastras platerescas con bustos, amorcillos, coronas y guirnaldas. Creo que mejor que cualquier explicación que yo pueda daros, es verlo, y para eso os propongo entrar para que podais apreciar su belleza.



Otra de las joyas arquitectónicas es el hito levantado como símbolo de jurisdicción y señorío de la casa de Miranda. En su origen estuvo emplazado fuera del recinto amurallado, después lo trasladaron a la Plaza Mayor como elemento decorativo. A modo de aguja muy labrada con cabezas de león en saledizo, bajo cuya melena flotante se amparan tres escudos con la heráldica de los Zúñigas y Avellanedas. Está montado sobre una gradería de piedra y remata el capitel de la aguja una veleta de forja castellana.

El rollo de Peñaranda fue declarado, en el año 1931, conjunto histórico-artístico con la particularidad de ser el único en la provincia de Burgos que está así considerado.

Por último vamos a visitar un lugar digno de ver, la antigua Botica Ximeno. A finales del siglo XVII, don Andrés Ximeno Camarero instaló esta Botica para que en ella ejerciese su hijo Don Lucas Ximeno Briongos. La Botica se estableció de acuerdo con el uso y necesidades de aquel tiempo, dotándola del material, utensilios, instrumentos, medicamentos y disposición de las distintas dependencias; botica, rebotica, laboratorio, almacén y jardín, tal como exigían las ordenanzas de farmacia entonces.


Esta botica mantiene su disposición original, conserva el entorno y el sabor de su estilo fundacional, constituyendo una de las pocas muestras representativa de la época barroca existente en la actualidad. Podemos ver un rincón con todos los tarros, recipientes de vidrio y cajones de la botica y la rebotica, así como recetarios y utensilios sin faltar la puerta de entrada al laboratorio que es digna de ver. En el jardín se termina el recorrido de las distintas estancias y allí se puede leer en la entrada que los boticarios “cultivaban las plantas medicinales que cuidaban con mimo como pedazos que eran de su propio espíritu”. Hoy sigue siendo la farmacia del pueblo con lo que se combinan las dos épocas.

Quedan todavía algunas cosas más por ver, pero como me imagino que estaréis cansados, podemos dirigirnos a La Posada Ducal en donde pernoctaremos y podremos disfrutar de la gastronomía de la zona en la que el cordero, asado, a la brasa o frito es el rey, sin olvidar los derivados del cerdo acompañados de tortas y hogaza de pan blanco, todo ello regado con un buen tinto de la Ribera del Duero.

martes, noviembre 15, 2005

Carta a mi memoria


Querida memoria:

De nuevo se acercan las Navidades y antes de que lleguen me gustaría repasar contigo algunos momentos maravillosos de cuando esas fiestas tenían un significado y todos los años se seguía una tradición y por supuesto antes de que me empiece a poner de mal humor que comenzará en cuanto pulsen el botón que hace que las calles se iluminen y empiece a ver que los motivos navideños ya no son lo que eran, ahora, como somos tan considerados con todo el mundo, se cambian para no ofender a nadie con nuestras tradiciones, así que adiós a las simpáticas ovejas, a las estrellas, a las campanitas, a los pastores y a los camellos.

Por un momento puedo revivir aquellos días, no tantos como ahora que el ambiente navideño se alarga sólo con fines comerciales, cinco eran los días señalados con su significado especial, Nochebuena, durante el día se daban los últimos toques al Nacimiento para vigilar que cada figura estuviera en su lugar, que el papel de plata no se hubiera movido invadiendo la huerta donde habíamos plantado las lentejas y la estrella no se hubiese caído de su posición sobre el portal y mientras, las amas de casa se afanaban preparando la cena, no tan complicada como ahora, solía ser sencilla pero se celebraba en un ambiente familiar y era el primer día en que se ponía en la mesa el turrón que no se probaba el resto del año. Luego, tras la sobremesa, todos íbamos a la Misa del Gallo, se celebraba a las doce de la noche, hora en que se suponía nacía el Niño Jesús, protagonista de estas fiestas (no olvidemos que son de origen religioso). Era una misa entrañable en donde resonaban los villancicos, esas canciones alegres que se acompañan de panderetas, castañuelas y zambombas y al finalizar, se iba en fila a besar la figura de un Niño Jesús que reposaba en una cuna, para luego dirigirse de nuevo a casa en donde a veces se continuaba la reunión familiar.

Al día siguiente era el día de Navidad, fiesta durante toda la jornada. Solía ser un día de visitar a la familia y el turrón estaba de nuevo presente en el postre, luego desaparecía hasta el día de Fin de Año salvo por las visitas a escondidas que se le hacía para robar un poquito que quizás era el trozo que mejor sabía. Después teníamos que esperar una semana en la que sí se escuchaban villancicos pero por lo demás era una semana normal. Y llegaba el Fin de Año con sus campanadas de medianoche, sus uvas y los brindis, besos y abrazos para desearnos todos una feliz entrada en el nuevo año, esta era una fiesta en donde no sólo participaban los familiares, solían también unirse los amigos y se prolongaba hasta la madrugada, pero sin televisión, la diversión corria a cargo de los participantes en la misma, no como ahora que todo el mundo se sienta para contemplar las distintas cadenas cuando en realidad ponen prácticamente lo mismo en todas. Luego el día de Primero de Año fiesta similar a la de Navidad con la diferencia de que los nervios empezaban a hacer mella pues la noche del cinco de Enero llegaban los Reyes Magos con sus regalos, esos que habíamos pedido con tanta ilusión en la carta y que no sabíamos hasta la mañana del día seis si seríamos premiados con ellos.

Y por fin, llegaba la noche mágica, ese día prácticamente los niños no cenábamos, nos habíamos convertido en un manojo de nervios, las condiciones estaban claras, para recibir los regalos, teníamos primero que limpiar bien uno de nuestros zapatos para dejarlos en la habitación que nuestros padres eligieran para que al llegar los Reyes depositaran en ellos los regalos y teníamos que ir a dormir temprano y nosotros en nuestra inocencia creíamos que si primero nos íbamos a la cama primero amanecía, ¡inocentes!, no sólo no amanecía antes, si no que no pegábamos ojo ni lo dejábamos pegar pues nos pasábamos la noche preguntando si ya era la hora de levantarnos a mirar el zapato. Y por fin después de muchas negativas y algunas amenazas de que si no callábamos los Reyes no aparecerían, nos dejaban levantarnos y salíamos en desbandada para ver quien llegaba antes, luego todo era sonido de papeles al rasgarse, expresiones de asombro y gritos de alegría pues aunque muchas veces no nos traían lo que habíamos pedido, los regalos siempre nos parecían maravillosos, quizás porque entonces no teníamos tantos como tienen los niños de ahora, lo que hacía que les diéramos más valor.

Ahora todo está cambiando a mi modo de ver para peor, desapareció la magia de la noche de Reyes, los niños van con sus padres a los centros comerciales a comprar los regalos, ya no hay sorpresa, ya no se cree en la existencia de esos Reyes cariñosos y comprensivos que al final siempre nos perdonaban nuestras travesuras cometidas durante todo el año y nos traían los regalos, ahora la mayoría de la gente prefiere a ese estúpido gordo vestido de rojo con su risa no menos estúpida que trae los regalos el día de Nochebuena, con la disculpa de que así los niños aprovechan a jugar más con sus regalos; no es cierto, sólo adelantan los juegos pero no los disfrutan más tiempo ya que tendrá que pasar un año hasta las siguientes Navidades. Este señor está mejor en su país y yo no le tendría manía si se quedara allí, incluso me podría caer simpático pues me parecería muy bien que en esos países siguieran sus tradiciones, pero si le tengo manía es porque vino a desplazar las nuestras arrinconándolas y logrando que dentro de poco sean sólo historia.

Sí, memoria, sí, en lugar de prepararme para recibir a las fiestas con un sentimiento de alegría, me empieza a llenar un sentimiento de rabia e impotencia por ver que una gran mayoría, además creciente de mi país, no le da importancia a sus tradiciones y sin ningún miramiento las echa a un lado para ensalzar a las que vienen de fuera basándose en que hay que modernizarse y que hay que cambiar para que los extranjeros se sientan como en su casa y yo me pregunto, cuando los españoles van a vivir a otro país ¿cambia ese país sus costumbres para adoptar las nuestras?, por supuesto que no y lo que es peor, por poner un ejemplo, aquí esta de moda despreciar a los norteamericanos, pero cada día nos invaden más sus costumbres, sus fiestas, sus modas y su forma de vida y eso no lo despreciamos, nos lo tragamos sin rechistar. ¿Cuándo los españoles vamos a darnos cuenta de que debemos de conservar nuestra fiesta de Navidad con sus Reyes Magos, sus ovejas, sus pastorcillos, sus belenes, sus villancicos, sus turrones y toda la magia que esto traía consigo?. Desearía que volviéramos a nuestra Navidad más sencilla, más pobre, más familiar y menos consumista y sobre todo que ese gordo estúpido regrese a su país a reírse con los suyos y no de nosotros.

Si, ya sé memoria, ya sé, me estoy soliviantando por momentos pero no lo puedo evitar, hay tantas cosas que me están molestando últimamente que cuando llegan estas fechas es como si saltara la chispa y produjera la explosión, creo que ya ni el turrón me sabe como antes. Tendré que empezar a ser menos gruñona, pues a pesar de todo, para mi sigue existiendo la magia del Día de Reyes y si me sigo enfadando, quizás ese día mi zapato estará vacío.

Adiós memoria, tal vez el año próximo vuelva a escribirte comportándome como una vieja que piensa que las Navidades pasadas fueron mejores y siga empeñada en menospreciar al gordo de rojo si es que para entonces no nos impusieron a otro personaje extranjero.

Leodegundia

sábado, noviembre 12, 2005

Recuerdos


¡Qué difícil es ser reina!. Estoy cansada de tanta lucha y se que no tardaré en morir y por eso, sentada cerca del fuego que calienta un poco mi cuerpo maltratado por el reuma, dejo vagar por mi memoria a esas personas que tanto significaron para mi en una vida que no fue fácil y que está tocando a su fin.

De mi madre apenas si tengo recuerdos, sólo se que fue ella quien eligió mi nombre, Urraca, sin embargo mi padre marcó casi toda mi vida, si, Alfonso VI fue un personaje notorio, luchador incansable que ni siquiera las dificultades que le presentaban sus caballeros consiguió que renunciara a su destino, como cuando Don Rodrigo le hizo jurar en Santa Gadea que él no había tenido parte en la muerte de su hermano, ¡qué doloroso fue aquello para él!, y al final de sus días la muerte de su hijo y heredero Sancho en la batalla de Uclés, que le llevó a nombrarme heredera de todos sus reinos.

Y tú Raimundo, mi primer marido, llegaste formando parte de la cruzada organizada para ayudar a mi padre cuando sufrió la derrota de Zalaca, ¿cómo llegamos a casarnos?, en realidad ya ni me acuerdo, era demasiado joven entonces y quizás me enamoré de ti. Mi padre nos entregó el condado de Galicia y de nuestra unión nació mi hijo Alfonso que cuando yo muera será mi sucesor, pero tú no me querías, lo único que te importaba era el condado de Galicia, tengo que reconocer que al menos no supusiste una gran molestia para mi, falleciste pronto.

Alfonso, el Batallador, ¡y que bien te venía el sobrenombre condenado!, batallabas lo mismo contra el enemigo almorávide que contra el castellano o contra el aragonés, contra todo el que no acatara tu voluntad; pero sobre todo batallaste conmigo ¡y de que manera!. Mi padre se empeñó en que casáramos cuando me convertí en la heredera, no se fiaba que una mujer pudiera gobernar ella sola y que mejor hubiera sido, pues nuestra unión sólo trajo problemas. Mira que te lo decía Alfonso, no te enfrentes a mi gente que vale tanto como la tuya y mucho menos te enfrentes a los clérigos, templa tu ánimo, pero no, tú no querías razonar y mucho menos escuchar ni obedecer a una mujer y terminaste por alborotarme todo el reino, viéndome yo obligada a dirigirme a Sahagún para calmar a los señores y para reponer en su puesto al abad.

Y luego, al llegar a León, ¿con qué me encontré?, con la noticia que el arzobispo de Toledo nos traía del Papa, nuestra excomunión, si, la tuya y la mía, armaste tanto alboroto que sacaron a relucir que éramos parientes y por lo tanto cometíamos incesto. Creí desfallecer de pena, dolor y vergüenza. Pero eso no fue lo único, el mal trato que me dabas era conocido por todo el mundo, querías mis tierras y mi corona y como yo no cedía llegaste incluso a golpearme y a encerrarme. A la mente se me viene con claridad aquella noche en que llegaste enfurecido, como loco, justo el día de nuestro primer aniversario de boda, me arrancaste del lecho con malos modos y me gritaste de forma que todo el país debió de oírlo, y eso no fue todo, me abofeteaste, me pateaste y me insultaste todo cuanto te vino en gana; claro que yo no me quedé callada ¡eh!, jaja, te di donde más te dolía, en tu hombría llamándote estéril, si rumores había de que yo era infiel, también los había de que tu no eras muy hombre. Pero tu tenías mas fuerza que yo y me cogiste y arrastrándome tras de ti me obligaste a montar contigo en un caballo y me llevaste como si fuera un fardo hasta la fortaleza de El Castellar donde me dejaste encerrada. Lo que mas me duele Alfonso, es que te amé, pero una reina no puede ceder su corona ni siquiera por amor.

Siento frío, Marzo este año viene cargado de viento gélido que ni siquiera este fuego y estas mantas pueden quitar. ¿O será que ya la muerte se acerca?, no me importa, estoy cansada a pesar de que no son tantos los años que tengo, pero por lo vivido, me parece ser ya muy vieja.

Obispo Gelmírez, ¿por qué tu recuerdo también me acosa ahora?, nuestra relación también fue tormentosa, estuviste a mi lado cuando el conde de Traba, Pedro Froílaz se declaró partidario de la proclamación de mi hijo Alfonso como rey de Galicia, sometimos al conde, pero luego tú cambiabas de bando según tus conveniencias. Cuando la revolución de Compostela dirigida por la burguesía fui objeto de ultrajes e insultos como pocas reinas habrán soportado, aún resuena en mis oídos aquella cancioncilla:

Amores tem a Reiña
D’amores está enmeigada,
Non direi quem sea o meigo;
Pera….Lara, lararara…
¡Lara, Lara!

pero todo lo di por bueno cuando sofocada la rebelión firmé el pacto del Tambre con mi hijo en el que se aclaraba que estados regía cada uno. Finalizado el pacto que había sido firmado por tres años, te ofrecí el gobierno y el señorío de Galicia y juntos luchamos contra mi Hermana Teresa que había ocupado la región de Tuy, pero temiendo el gran poder que estabas acumulando, te hice prender y ocupé varias de tus fortalezas, pero el pueblo, al que tenías bien engañado, tú y yo lo sabemos, se sublevó y tuve que liberarte y firmé un tratado de amistad contigo que todavía sigue en pie.

De nuevo vuelves Alfonso a ocupar mi memoria ¿por qué siendo el que más daño me hizo eres el que estás más presente?, no logro arrancarte de mis recuerdos a pesar de lo mucho que llegué a odiarte. ¿Tal vez no fui justa contigo? ¿pude equivocarme al juzgar tu deseo de gobernar mis tierras? ¿me amaste alguna vez?, quizás sería bueno hablar contigo y escuchar tu versión.


¿Tal vez Caboblanco podría contestar mis preguntas?

miércoles, noviembre 09, 2005

Lladró



Hoy os quiero presentar para los que no la conozcan, una empresa que a mi entender merece la pena por dos razones. La primera es la forma en que fue creada que nos viene a demostrar que el que quiere y tiene interés puede llevar a cabo grandes empresas empezando desde cero y luchando con entusiasmo y dedicación y la segunda por sus creaciones.

En 1953, los hermanos José, Juan y Vicente Lladró abandonaron su trabajo en una fábrica de azulejos impulsados por sus inquietudes artísticas y el deseo de una vida mejor, construyendo en el patio de su casa, en Almacera, pueblo próximo a la ciudad de Valencia, un pequeño horno, y así comenzó su aventura con el taller de porcelana y hoy, muy cerca de este lugar, se encuentra La Ciudad de la Porcelana en donde trabajan unas dos mil personas y sus obras se exportan a más de ciento veinte países.

Su trabajo se puede decir que fue un éxito desde el principio en que sus obras eran prácticamente platos decorados, jarrones y flores, para pasar tres años más tarde a la realización de esculturas con tanto éxito que la empresa se queda pequeña y se tiene que trasladar a Tavernes Blanques, creciendo así mismo el número de escultores, químicos y decoradores. Los hermanos Lladró deciden crear en la misma fábrica la escuela de Formación Profesional para formar al personal que luego trabajaría en la misma.

A partir de 1970, empiezan a salir nuevas líneas, como la línea Gres con sus tonos terrosos y una gran luminosidad, la línea de jarrones en la que se despliegan una gran variedad de motivos florales y aves al estilo oriental, las esculturas de la colección Elite, los elementos murales, todo esto sin olvidar las flores y los encajes que desde un principio han tenido un gran significado en la obra de Lladró y que su elaboración requiere un alto grado de especialización y los Caprichos que fascinan por su delicadeza. En el 74 se empieza a aplicar el emblemático identificador azul brillante colocado en la base de cada pieza que garantiza el origen y la calidad de las esculturas.

En 1984 llega la hora de empezar a pensar en le relevo y dado que esta empresa fue siempre familiar, se decide dar paso a la misma a tres de sus hijos, uno por cada hermano y así Rosa, Mari Carmen y Juan Vicente comienzan un largo aprendizaje antes de asumir sus responsabilidades.

Esta porcelana se hace tan famosa que en 1985 se crea la Sociedad de Coleccionistas que reúne a muchos amantes de la porcelana de arte que celebran reuniones en distintos países para conocerse y compartir su pasión por las creaciones de Lladró.

En 1999 se lanza la colección Legend que combina la textura delicada y traslúcida de la porcelana con el brillo del oro y las piedras preciosas y en el 2000 la “Inspiration Millennium” de esculturas metafóricas para dar la bienvenida al tercer milenio.

Se podrían contar más cosas, pero como siempre que escribo algo sobre arte, pienso que lo importante son las obras, espero que os guste la selección que hice que no representan toda la obra llevada a cabo por esta empresa pero que si os servirá para conocerla un poco mejor.




lunes, noviembre 07, 2005

Invitadas singulares



Ya sabéis lo que me gustan a mí las tertulias y lo mucho que disfruto con vuestros comentarios pues con ellos es como mantener una charla entre amigos, por eso, hoy se me ocurrió como cosa especial, que podría traer unas invitadas a la reunión con las que espero que pasemos un buen rato. Todas tienen algo en común, su nombre y digamos su profesión: Leonor y reina. Ellas fueron reinas de Aragón, Castilla y Navarra. Creo que lo mejor es que ellas mismas se vayan presentando y nos cuenten algo de sus vidas.

Bueno, pues parecer ser que me toca empezar a mí, mi nombre es Leonor de Castilla, nací en Castrojeriz en 1307 y fui reina de Aragón como segunda esposa de Alfonso IV, conocido por el Benigno.
Mis padres supongo que os resultaran conocidos, Fernando IV de Castilla y Constanza de Portugal, en aquellos tiempos emparentar a las casas reinantes de Portugal y España era lo mas habitual. En nuestra época se nos utilizaba para sellar alianzas entre unos reinos y otros, así que mi destino estaba muy claro. Primero quisieron casarme con Jaime, el primogénito de Jaime II de Aragón, pero él prefirió ingresar en un convento, así que me quedé compuesta y sin novio pero me buscaron otro pretendiente y fui a casar con Alfonso IV que era viudo .Os quejáis de los tiempos de ahora, pero aquellos si que eran difíciles, tuve que luchar mucho e intrigar mucho para que se reconociera a mi hijo Fernando como heredero de Aragón para que no heredaran la corona los hijos de la primera esposa de mi marido, Teresa de Entenza, quizás penséis que eso no estaba bien, pero una madre es una madre y lucha por el porvenir de sus hijos. No creáis que me resultó fácil, pues el obispo de Zaragoza, Pedro de Luna se metió a baratero y se alineó con el bando contrario. No quiero alargarme porque faltan muchas invitadas, pero os diré que después de tanto luchar para nada, fui detenida y ejecutada.

¡Quéjate tú!, al menos pasaste a la Historia aunque sólo fuera por lo intrigante y peleona, de mí casi nada se cuenta. Soy Leonor de Portugal, hija de Alfoso IV de Portugal, me trajeron a España para convertirme en la segunda esposa de Pedro I el Ceremonioso y a parte de aguantar a este pesado amante de tanta ceremonia, sólo se dice de mi que mi dote sirvió para pagar al ejército real en la lucha contra los unionistas en el reino de Valencia. ¿Ves que poco sirve nacer hija de rey?.

Lo que sucede es que tú no tenías carácter y te agobiabas con la manía de Pedro por las ceremonias, ¿sabes que se cuenta de mí? Que Leonor de Sicilia, hija de Pedro II de Sicilia, convertida en la tercera esposa de Pedro el Ceremonioso ejerció siempre una gran influencia sobre su marido, claro, yo tenía un carácter enérgico y no me andaba con chiquitas, que os lo diga Bernat de Cabrera que en su ejecución yo tuve bastante que ver. Di a luz tres hijos que fueron reyes, Juan I, Martín el Humano y mi queridísima hija Leonor que se casó con Juan I de Castilla.

Bueno, pues como parece que las primeras en hablar somos las reinas de Aragón, ahora me toca a mí. Soy Leonor de Alburquerque y me llamaban la Ricahembra, nací en Medina del Campo, hija del conde Sancho de Castilla y heredera de las más ricas tierras de La Rioja, Castilla y Extremadura y aunque en un principio el elegido para mí como marido no era rey, fue nombrado después. Me casaron con mi sobrino, Fernando de Antequera, si, no pongáis esa cara, entonces tampoco era tan raro, Fernando fue elegido como rey de Aragón como Fernando I, yo también fui coronada reina, Tuve cinco hijos y dos hijas, no perdí el tiempo ¿eh?, una de ellas también se llamó Leonor y se casó con Eduardo de Portugal. No creáis que tener hijos fue mi única ocupación, colaboré activamente con mi marido en el gobierno y a la muerte de este regresé a Castilla para reivindicar para mi hijo Enrique las tierras heredadas de su padre, pero fui encarcelada en el monasterio de las clarisas de Tordesillas acusada de complicidad en la rebelión del infante Pedro y de la villa de Ledesma y claro Álvaro de Luna se quedó con las tierras.

Soy la primera de entre las reinas de Castilla en hablar, mi nombre como ya sabéis es Leonor, Leonor de Plantagenet, si, hija de Enrique II de Inglaterra y de la famosísima Leonor de Aquitania. A mi me casaron en Tarazona con Alfonso VIII de Castilla, yo aporté como dote el ducado de Gascuña y recibí como arras varias villas y lugares castellanos. Estoy orgullosa de que junto con mi esposo mandamos iniciar la construcción del monasterio de las Huelgas, que si lo conocéis estaréis conmigo en que es una maravilla. Tuve once hijos, así que estaba muy atareada y a pesar de lo mucho que luché aconsejando a mi marido en varias empresas como por ejemplo queriendo que hiciera efectiva la posesión del ducado de Gascuña, en los libros de Historia no se me cita mucho.

Ahora me toca a mí, Soy Leonor, infanta de Castilla, séptima hija de Alfonso VIII y por lo tanto hija de la que acaba de hablar. Me casaron con Jaime I el Conquistador, rey de Aragón con el que sólo tuve un hijo, Alfonso, pues por muchos problemas que existieron desde mi boda y por conveniencias de la política, en el concilio de Lérida, reunido a instancias del rey, se decidió disolver mi matrimonio por el parentesco de ambos (4º grado canónico), aunque al menos se reconoció la legitimidad de mi hijo. La verdad es que cuando nos casamos éramos demasiado jóvenes y los tiempos estaban muy revueltos, así que entre unas cosas y otras nuestro matrimonio fracasó estrepitosamente y después de la revuelta de Aragón, mi marido se dirigió a Tortosa y yo decidí regresar a Castilla para separarme de mi marido para siempre.

No, la verdad es que no tuviste mucha suerte en tu matrimonio, claro que eso era bastante normal. Yo soy Leonor de Aragón e hija de Pedro I el Ceremonioso y Leonor de Sicilia a la que ya conocéis pues habló en el grupo de las reinas de Aragón, como podéis comprobar, las nacidas en Aragón acabábamos como reinas de Castilla y las nacidas en Castilla como reinas de Aragón. Primero me prometieron a Alfonso, hijo de Pedro I el Cruel, luego a Don Juan, hijo del futuro Enrique II de Castilla y aunque en principio a consecuencia de la batalla de Nájera se rompió el acuerdo matrimonial, acabó por celebrarse. Tuve dos hijos, Enrique y Fernando, el primero reinaría con el nombre de Enrique III de Castilla y Fernando terminaría por ser rey de Aragón. La causa de mi muerte fue algo común en muchas mujeres de mi época, el sobreparto.

¡Ya era hora!, aquí estamos las de Navarra. Yo Leonor de Trastámara, hija de Enrique II de Castilla, tenía un gran poderío ya que a la muerte de mi padre heredé un importante señorío entre Roa y Sepúlveda. Se concertó mi matrimonio con Fernando I de Portugal, pero no salió bien, así que acabé casándome con el futuro Carlos III el Noble, de Navarra. Cuando no hacía un año de casados, mi marido me permitió regresar a Castilla pues no me encontraba bien y añoraba mis tierras castellanas, pero aquí entre nosotros, lo que me enfermaba era la relación que tenía mi marido con esa lagarta de María Miguel de Esparza con la que llegó a tener un hijo, Lancelot. Pasado un tiempo mi marido envió embajadores a mi hermano Juan I de Castilla reclamando mi regreso, pero yo dije que ni hablar, que allí sufría malos tratos (como veréis eso de los malos tratos no es nuevo), así que después de muchas negociaciones yo no fui pero tuve que enviar a mi hija mayor Juana para que se educara al lado de su padre y fuera jurada como heredera de Pamplona. Reconozco que fui un poco lianta en Castilla durante la minoría de edad de mi sobrino Enrique III por lo que cuando llegó a la mayoría de edad, me devolvió a Pamplona sin ninguna consideración y no fue mal la cosa, llegué a entenderme bien con mi esposo, me coronaron reina, goberné en ausencia de mi esposo y colaboré en el buen entendimiento entre Castilla y Navarra.

Pues a mi el reinado me llegó de rebote. Fui la hija menor de Juan II de Aragón y de Blanca de Navarra, mi nombre es Leonor de Aragón, me casé con el conde Gastón IV de Foix. Cuando murió mi madre, mi padre decidió nombrarme heredera del trono de Navarra desposeyendo a sus otros hijos, Carlos de Viana y Blanca de Evreux y me hice cargo del gobierno del reino navarro como delegada de mi padre. Pero claro, las cosas no resultaron tan fáciles, al poco tiempo se produjo una lucha civil entre los partidarios de mi padre y los míos, pero ganaron ellos y yo tuve que someterme a mi padre; se intentó arreglar las cosas y nos reunimos mi padre, Fernando el Católico y yo con objeto de lograr una tregua que la verdad es que duró poco. Cuando murió mi padre, fui proclamada reina de Navarra, pero a los quince días me llegó la muerte.

¡Hola a todos! Ya se que yo no debería de entrar aquí como invitada ya que aunque me llamo Leonor, no fui reina coronada, aunque eso si, en la práctica fui la verdadera reina de Castilla. Me explico, nací perteneciendo a la aristocracia castellana, hija de Pedro Núñez de Guzmán y Beatriz Ponce de León, mi nombre es Leonor de Guzmán. Cuando enviudé de Juan de Velasco, me convertí en la amante del rey de Castilla, Alfonso XI y era tal mi poder, que la esposa de Alfonso, María de Portugal tuvo que retirarse de la corte. Diez hijos de di a Alfonso, entre ellos el que luego fue Enrique II de Castilla, pero al morir el rey fui encarcelada en Sevilla, luego en Carmona y para finalizar me llevaron a Talavera en donde el escudero de la reina María me dio muerte. Quizás mi comportamiento no fue muy honesto pero no se puede luchar contra el amor y el mío con Alfonso fue tan grande que nadie ni nada pudo evitarlo.

¿Honesta dices?, si en lugar de vértelas con María de Portugal te hubieras enfrentado conmigo, Leonor de Sicilia, ya te daría yo amor tan grade.

Bueno chicas, un poco de tranquilidad, esto es una tertulia en la que sólo se habla, no se alborota ni se riñe, cada una contó de su vida lo que quiso y los que estábamos escuchando también daremos ahora nuestra opinión. Gracias a todas por venir y se os agradece vuestra colaboración.

viernes, noviembre 04, 2005

Fantasía sobre Pan


El día era radiante y no sólo por que el sol luciera en el cielo, otro motivo hacía que todo fuera alegría y regocijo, Hermes y Dríope esperaban la llegada inminente de su hijo. Todo estaba preparado, la música, el festejo, los invitados ataviados con sus mejores galas, los presentes para la madre y el niño, no faltaba nada si no la llegada de su hijo que no se hizo esperar, pero la alegría pronto cambió a tristeza cuando comprobaron que el ser que había nacido no era precisamente lo que esperaban con tanto anhelo, su cara estaba arrugada y su frente estaba adornada con dos cuernos, su mentón muy pronunciado tenía una especie de barba y aquí no estaba lo peor, de cintura para abajo su aspecto era el de un macho cabrío con patas peludas y provistas de pezuñas.

Su madre comenzó a llorar muy asustada al ver a aquel monstruo al que había dado a luz sintiendo un gran rechazo, entonces Hermes, envolviéndole en una piel de liebre, lo llevó al Olimpo para mostrárselo a los otros dioses. Todos se regocijaron al verlo, por alguna razón para ellos no era un monstruo, si no un ser simpático y ya que todos opinaban así, le pusieron el nombre de Pan que significa todos.

Pan creció y se convirtió en el dios de los bosques y de la brisa del amanecer y del atardecer, tenía dones proféticos, era curandero, cazador y músico, era alegre y le gustaba bailar. Vivía en los bosques en donde correteaba detrás de las ovejas y espantaba a los hombres que osaban penetran en ellos, no así con las ninfas a las que perseguía en cuanto tenía ocasión pues su potencia sexual le hacía estar siempre dispuesto para disfrutar del amor. Le agradaban las fuentes en donde solían jugar las ninfas y en la sobra del bosque, escondido entre la maleza, las espiaba con la esperanza de atrapar a alguna y calmar su deseo. Este divertido personaje, tenía también sus momentos poco amigables, especialmente cuando alguien osaba molestarle durante la siesta, entonces se volvía irascible y no perdonaba al causante de tamaño atrevimiento.

Su gran deseo sexual, le llevaba a veces a tener peleas con otros dioses que tampoco le hacían ascos al tema, como por ejemplo Boreas. Este dios era muy violento, su mal genio era de todos conocido y su deseo desmedido de placer le llevó a ser llamado “el raptor de doncellas”. En una ocasión Pan y Boreas se encapricharon de la ninfa Pitis que al parecer agradecía más los galanteos de Pan lo que provocó que Boreas, movido por los celos, destrozó a golpes el cuerpo de Pitis arrojándola después desde lo alto de una roca para provocar su muerte, pero entonces Gea, personificación de la Tierra, se apiadó de ella transformándola en un pino y desde entonces se dice que cuando sopla Boreas, el árbol gime.

Este triste acontecimiento, no menguó en nada el deseo que sentía Pan por las mujeres hermosas y sedujo a Selene, la luna, a la que regaló un vellocino de gran blancura. Pero quizás el amor más memorable fue el que sintió por Siringa. Era una náyade bellísima que gustaba de cazar y recorrer los bosques para luego retornar al río en donde vivía con sus hermanas. Nada más verla, Pan se enamoró perdidamente de ella y comenzó a perseguirla, pero ella asustada por el horrible aspecto de Pan se dirigió veloz hacia el río pidiendo ayuda a sus hermanas, estas, compadecidas, suplicaron ayuda a Gea que para consternación del dios la convirtió en un manojo de cañas.
Pan al ver lo que había sucedido, frustrado, se arrojó sobre las cañas derramando suspiros de amor, uno de los cuales entró en una caña produciendo un sonido maravilloso. Llevado por la curiosidad, Pan recogió nueve cañas de diferentes longitudes y las ató juntas formando una flauta a la que con su habilidad para la música, logró sacar unas melodías como nunca se había oído hasta entonces.

A partir de aquel día, esa flauta a la que le dio el nombre de siringa, le acompañaría siempre y con ella seguiría recorriendo los bosques en busca de las mujeres hermosas a las que amaría con pasión.

martes, noviembre 01, 2005

Hoy, cocina




Pote de repollo

Ingredientes:

1 repollo de 1 kg. o 1 ½ kg.
1 chorizo
1 morcilla
4 costillas adobadas
1 trozo de tocino
¼ kg. de carne de chamón (aclaración al final)
½ kg. de patatas
sal y un poco de aceite.

Preparación:

Poner agua a calentar y entre tanto picar el repollo menudo y lavarlo bien, cuando el agua esté hirviendo, echar el repollo y esperar a que baje de volumen para calibrar bien la cantidad de agua, no debe de quedar demasiado caldoso pero tampoco espeso. Echar un chorretín pequeño de aceite, esto deja al repollo muy fino.

Añadir entonces las patatas picadas, y la sal y a continuación colocar encima el chorizo, la carne, el tocino, la morcilla y las costillas. Dejar cocer despacio hasta que todo esté tierno.

Truchas al horno

Ingredientes:

4 truchas grandes
8 rajas de bacon
1 cebolla mediana
4 cucharadas de aceite
1 limón
sal, ajo, perejil y pan rallado

Preparación:

Lavar y adobar las truchas con sal y ajo. Colocarles dentro una loncha de bacon y ponerlas en una fuente de horno, rociarlas con el zumo del limón echándoles por encima trozos de bacon, la cebolla picada en juliana fina, el perejil picado, las cucharadas de aceite y espolvorearlo con un poco de pan rallado.

Meterlas al horno y de vez en cuando echarles por encima un poco del jugo para que no se sequen. Cuando estén en su punto, servir inmediatamente.

Mouse de chocolate

Ingredientes:

200 gr. de chocolate puro Valor
180 gr. de mantequilla
4 cucharadas de azúcar
4 huevos
2 cucharadas de coñac

Preparación:

Preparar el molde untado con mantequilla.

Poner el chocolate rallado a derretir a baño-María con las dos cucharadas de coñac. Remover bien. Apartar del fuego.

Añadir la mantequilla y las yemas, batir bien, mejor con batidora.

Poner las claras a punto de nieve, añadirles el azúcar y cuando estén bien consistentes, incorporarle la crema de chocolate que ya teníamos preparada, con mucho cuidado para que las claras no bajen. Hacerlo con movimientos envolventes y sin batir.

Poner el preparado en el molde y meterlo en el congelador. Desmoldar cuando esté completamente duro.

Para desmoldarlo con facilidad, meter el molde unos segundos en agua caliente

NOTA:

El chamón es carne fresca de ternera, es el trozo que está entre la rodilla y la pezuña de las patas traseras o el que está entre el codo y la pezuña de las patas delanteras, este es el más tierno. No me di cuenta que posiblemente no lo conozcáis en muchos sitios por ese nombre.