El Rey Don Sebastián
Leyendo un libro de Rimas de Lope de Vega, me encuentro que al final, vienen unos cuantos epitafios escritos por él, dedicados a grandes personajes de la Historia y entre ellos el titulado “Del Rey Sebastián de Portugal” que dice así:
Dudosa piedra me encierra,
si no es arena africana,
siendo mi muerte temprana
de mi reino eterna guerra.
Mi vida parece llama,
mi muerte parece enima:
pero tierra y mar me oprima,
yo estoy donde está mi fama..
Veamos quien era y por qué se hizo famoso este rey. El rey Don Sebastián era hijo de Juan de Avís, heredero del trono de Portugal y de Juana de Austria, hija de Carlos V y por lo tanto hermana de Felipe II.
Su padre murió antes de que él naciera y a su madre apenas la conoció ya que siendo requerida por el Emperador para ocuparse de la regencia, regresó a España el mismo año del nacimiento de su hijo que quedó bajo la tutela de su abuela, Catalina de Austria, hermana menor de Carlos V . Madre e hijo no volvieron a verse.
Su educación se vio dividida entre dos bandos enfrentados, por una parte su abuela con una política pro castellana y su tío abuelo, el cardenal Enrique (hermano de su abuelo Juan III de Portugal) que tenía una visión nacionalista portuguesa.
Con 19 años, subió al tono. Apasionado por la caza y los ejercicios militares, soñaba con las cruzadas e intentó conquistar un imperio marroquí. En 1574 hizo una primera expedición a Marruecos que pasó sin pena ni gloria. Volvió a intentarlo después en ayuda de Muhammad que estaba en guerra con Abd al-Malik de Fez. Esta vez intentó que España participara en la empresa y para ello concertó una entrevista en Guadalupe con Felipe II que intentó disuadirlo, pues teniendo más experiencia vio que esta empresa no tendría ningún futuro, pero el rey portugués no se dejó convencer y siguió adelante con sus planes. Con su ejército partió hacia Arcila (1578), pero en la llanura de Alcazarquivir las tropas de Abd al-Malik le infligieron una tremenda derrota. Su cuerpo nunca apareció y así comenzó su leyenda pues sus partidarios estaban convencidos de que no había muerto y que retornaría para ayudar a Portugal a independizarse de España, pues oficialmente, al morir sin sucesión, fue nombrado rey su tío Enrique I el Cardenal y a la muerte de este, sin sucesor directo, Felipe II invadió el país y tras derrotar en la batalla de Alcántara a las tropas del Prior de Crato, pretendiente al trono, se hizo proclamar rey de Portugal, produciéndose así la unión peninsular.
La cosa no quedó ahí, pues durante el periodo de ocupación española, y en distintas ocasiones, aparecieron cuatro pretendientes afirmando ser el rey Sebastián, uno de los cuales llamado Gabriel de Espinosa, conocido como el pastelero de Madrigal es el personaje de un libro muy interesante de investigación histórica, escrito por María Remedios Casamar y que nos permite enterarnos de los “papeles” que se fueron acumulando en el curso del Proceso de Madrigal que duró más de un año y que se conservan en el Archivo de Simancas. No relato nada de lo que se desvela en este libro por si alguno de vosotros tiene interés en leerlo.
Muchos son los escritos que tienen como protagonista a este rey, entre ellos se puede citar la obra de Lope de Vega “La tragedia del rey Don Sebastián” o el verso de Fernando Pessoa que pongo a continuación:
D. Sebastiao, Rei de Portugal
Louco, sim, louco, porque quis grandeza
Qual a sorte a nao dá.
Nao coube em min minha certeza;
Por isso onde o areal está
Ficou meu ser que houve, nao o que há.
Minha loucura, outros que me a tomem
Com o que nela ia.
Sem a loucura que é o homen
Mais que a besta sadia,
Cadáver adiado que procria?