Las dos cruces (1ª parte)
Si os fijasteis en las banderas de Asturias y de Oviedo, la primera mas conocida que la segunda, habréis visto que en ambas figura una cruz, pero no es la misma. La que lleva la bandera de Asturias es la Cruz de la Victoria y la que está en el escudo de la bandera de Oviedo es la Cruz de los Ángeles.
La Cruz de la Victoria es de madera de roble como al parecer de roble era la que llevó Pelayo en Covadonga al iniciar la Reconquista. Está recubierta de chapa de oro y tiene una rica decoración de pedrería y esmaltes en el anverso. El reverso se muestra liso salvo por la inscripción, cuatro piedras engastadas en cada uno de los extremos de los brazos y el rico medallón central. Los brazos que se ensanchan progresivamente terminan en un triple lóbulo y se unen por medio de un medallón central en donde hay una hendidura posiblemente un relicario.
El reverso de la cruz tiene muy pocos adornos y lleva a dos renglones en cada brazo, una inscripción cuya traducción dice:
Esto que ofrecieron los siervos de Cristo Alfonso Príncipe y Scemena Reina permanezca acogido con gozo en honor de Dios. Quien se atreviere a arrebatar estos dones nuestros, sea muerto por el rayo divino. Con este signo se protege al piadoso, con este signo se vence al enemigo. Esta obra fue acabada y concedida a San Salvador de la sede ovetense y labrada en el castillo de Gauzón en el año 42 de nuestro reinado, transcurriendo la era 946 (año 908).
Era el blasón del rey Alfonso III que la colocó en todas sus edificaciones. La fecha que figura en la inscripción de la cruz es correcta en su doble datación ya que el año 42 del reinado de Alfonso III (866-910) corresponde al 908.
Existe una leyenda según la cual el alma de roble de esta cruz es la cruz que enarbolaba Pelayo en Covadonga, pero este dato no está recogido en la historiografía altomedieval ni en la Historia Silense que si recoge la leyenda de la Cruz de los Ángeles.
Para los que no estén familiarizados con la monarquía asturiana les diré que este rey, Alfonso III, fue el último ya que a su muerte se reparte el reino ente tres de sus hijos García, Ordoño y Fruela.
Continuará……